Allá lejos y hace tiempo, más precisamente en mayo de 2011, fue el bautismo de Mica. Mi primera sobrina y, casualmente, también ahijada. Ese bautismo dio pie a una de las trilogías que más me gustan de la historia de YaVeremos: El Padrino.
- El Padrino I
- El Padrino II
- El Padrino III
El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y, como quien no quiere la cosa, resulta que Mica ya tiene 9 años e hizo la comunión. El tiempo es extremadamente cruel en este aspecto. Porque me acuerdo del bautismo como si hubiese sido hace un par de semanas y de repente me doy cuenta que pasaron 7 años. Es mucho.
La comunión iba a tener lugar en una iglesia de Santos Lugares. Que a mí me sonaba como a un episodio de Batman de los 60s, con Adam West y Robín diciéndole "Santos Lugares, Batman". Pero no era eso, Santos Lugares es un barrio que suena muy lejos pero está a 20 minutos en auto. Mi itinerario iba a ser un tanto complicado.
La comunión estaba agendada para el sábado de la primera final de la Libertadores, la que finalmente se suspendió por lluvia. La ceremonia en la iglesia iba a empezar a las 10 de la mañana y de ahí íbamos directo a un salón para el almuerzo. El detalle es que el salón estaba reservado desde ese mismo día. Entonces, Pablo, mi hermano y el papá de Mica, me pidió que me encuentre con él a las 7 de la mañana en su casa para ir a acomodar el salón. No tenía que estar a las 7 de la mañana de un sábado en un lugar desde hace como 20 años cuando cursaba primer año de económicas en Ciudad Universitaria.
Quiero aclarar que nunca en mi vida fui a una comunión y no tengo ni la menor idea de cómo son, que hay que hacer, que se hace ni cuál es el protocolo correspondiente. Le pregunté a Flor, que tampoco sabe mucho pero ella sí hizo comunión.
Yo: ¿Cuánto dura la comunión?
Flor: Calculo que 2 horas.
Yo: ¿Cómo que dos horas? El bautismo fueron 30 minutos.
Flor: ¿Cuántos eran en el bautismo?
Yo: Ni idea, 5 o 6.
Flor: Bueno, acá van a ser como 200.
Yo: Imposible, ¿cómo van a ser 200? ¿Se pusieron todos de acuerdo?
Flor: La hace todo el grupo junto, al menos 150 son seguro.
Yo: No puede ser.
Y si pudo ser, eran como 150. Pero eso viene después. La otra duda era cuánto tiempo antes hay que estar en la iglesia. Esa era la duda original que rápidamente se convirtió en "que tan tarde se puede llegar a la iglesia".
Llegué a la casa de Pablo a las 6:55am. Estuve muy orgullo de mi puntualidad. De ahí fuimos al salón, acomodamos todo. Hubo grandes inconvenientes. Pablo tenía previsto poner manteles blancos pero resulta que no había manteles blancos. "Tengo verdes o azules" dijo el tipo del lugar. Pablo no sabía que hacer. "Verdes" dije yo. Pablo seguía inseguro. Estaba en esos momentos totalmente sobrepasado donde parece que todo lo que haces, va a estar mal. No para él, sino para la esposa. Porque, aparentemente, los manteles no eran solo los manteles, sino un par de meses de preparación de cosas.
Le dije que no se preocupara, que a Marina (su esposa) le íbamos a decir que solamente había verdes y listo. Que no pudiste elegir. Pusimos los manteles, acomodamos las mesas, fui a buscar algo a la cocina y, cuando volví, Pablo estaba haciendo una video-llamada con Marina y lo escucho decir "había manteles verdes y azules, a Ale le parecieron mejor los verdes, ¿vos qué opinas?" No importa la edad que tengas, lo que hayas estudiado, tu laburo, lo que sea. No importa nada. No voy a entender nunca eso que hacen las mujeres de sacarte todo tipo de poder de decisión. Lo van haciendo de a poco y sin que te des cuenta. Cuando te queres acordar, no podes elegir ni un par de medias.
Terminamos de acomodar el salón. De vuelta a mi casa antes de las 9. Afuera diluviaba, Flor dormía. La desperté. Ella nunca se enteró que yo me había ido a hacer todo lo del salón. Totalmente dormida me pregunta si realmente hacía falta ir a la iglesia. Le dije que sí y se levantó con pocas ganas y ese humor de deleite que tienen las personas a las que las despiertan un sábado mucho antes de lo que tenían previsto levantarse.
Flor: Hay que llevar plata para darle a Mica.
Yo: ¿Por qué hay que darle plata?
Flor: En la comunión se les da plata. Ellos te dan una tarjeta y vos les das plata.
Yo: Que buen curro, típico de iglesia.
Flor: Lleva plata.
Yo: ¿Cuánto?
Flor: Ni idea, $50 o $100, lo que quieras.
Yo: Le voy a llegar dólares.
Flor: Ni se te ocurra darle dólares. Es una nena de 9 años.
Yo: Le voy a dar dólares para que ya aprenda. Porque no importa que sea la comunión, somos judíos y los judíos regalan dólares.
Saqué un billete de 5 dólares del cajón y lo guardé en la billetera para dárselo a Mica. La pregunta que aparece ahora es porqué motivo tenía 5 dólares en un cajón. La respuesta es fácil, era parte del premio del Mortal Contest. No se preocupen, ya lo repuse.
Llegamos a la iglesia de Santos Lugares. Pablo me había dicho que el problema de esta iglesia era que estaba en el centro y eso hace que se complique conseguir lugar para estacionar. Asumí que estaba exagerando, que tan ocupado puede estar el centro de Santos Lugares. La respuesta es muy ocupado. Estacioné a 6 cuadras y llegué a la iglesia muy mojado. La ceremonia había empezado hacia unos 10 minutos.
Había muchos niños adelante, Mica era uno de esos niños pero nunca llegué a divisarla. Muchos niños, todos vestidos iguales y muy lejos. Mucha pero mucha gente en la iglesia. Muchos padres y hermanos y muchos extras. Al menos 400 personas había ahí metidas. Y a nadie le importa la ceremonia. El cura se vio obligado a solicitar silencio en diversas ocasiones durante la jornada.
Mientras tanto, había que levantase y sentarse. Levantarse y cantábamos canciones bastante deprimentes. No esperaba algo con mucha onda, pero de verdad que eran deprimentes. Hasta Sui Generis parece que tiene cierto rock al lado de las canciones estas. Hubo una que decía algo como "damos al señor lo que es de él" que debe ser su hit, porque la cantamos muchas veces. Parecía que terminaba la canción y al toque volvía a arrancar y seguía. Después parecía que terminaba otra vez y volvía a seguir. Fue como vivir el final de El Señor de los Anillos, pero todavía peor.
El cura seguía diciendo muchas cosas y nadie le prestaba atención. El cura le pedía a la gente que se callara cada vez con menos diplomacia, nadie le hacia caso. Aparecieron unas señoras que debían tener 1200 años con unas bolsas de tela, eran las que venían a recibir donaciones. Pasaban cerquita y muy lentamente con las bolsas de tela esperando que pongas algo ahí dentro. Caminaban lento por la edad, pero caminaban más lento para darte tiempo a sacar algo de guita y dárselas. No lo hice.
En otro momento el cura dijo algo como que había que darse la paz. Tampoco se lo que es eso. Pido disculpas por mi ignorancia, pero nunca me dieron la paz. No se lo que es la paz. No sabía que se podía "dar" la paz. Solo se que La Paz queda en Bolivia. Pero descubrí que estábamos hablando de otra paz. Mis compañeritos de banco de iglesia se acercaron y me dieron un beso. "Te doy la paz" me dijeron. Me sentí invadido e incomodo, pero solo dije "gracias". Porque tampoco se si yo tenía que devolverles la paz. O si era más bien algo como "te doy la paz, pasala" o un tipo de juego de mancha. Misterios sin resolver. Como el de la persignación.
La ceremonia seguía, nadie prestaba atención. Había niños corriendo por la iglesia, jugando. Afuera seguía lloviendo. La gente continuaba entrando al recinto y sacudiendo los paraguas. La iglesia atestada de gente, ya no quedaba lugar para sentarse. El cura empezó a decir "tranquilos que falta poco". Y, desde entonces, antes de cada oración agregaba algo como "falta poco" o "ya se van a comer" o "un poquito más de paciencia". También el cura habló mucho de otro padre, creo que se llamaba Juan Carlos, que "se tuvo que ir, pero les manda muchos saludos". Después agregaba que el cura "los extraña mucho" y "los quiere mucho" y mucho mucho pero mucho amor del cura hacia los niños que estaban tomando la comunión. Diganme que prejuzgo o soy mal pensado, no los culpo, pero cuando un cura profesa amor desmedido hacia un grupo de niños, permítanme desconfiar.
Ya se viene la bendición final dijo el cura pensando que la gente se iba a callar, pero todos seguían hablando y a nadie le importaba la ceremonia. Ahí el cura aprovechó para hablar de otro cura que también los quiere mucho y les manda saludos. Pensé que iba a decir el Papa Francisco, pero no, era un cura más del montón. (N del A: los que hagan click en este último link, van a poder ver que a Francisco lo sigo desde que era Bergoglio).
Ya se viene la bendición final dijo el cura otra vez, a nadie le importaba. El cura pidió que cualquier persona que quisiera bendecir un objeto, lo levantara bien alto. Algunos levantaron rosarios, otros estampitas, otros levantaron cosas que no llegué a ver que eran. El cura, desde el frente de la iglesia, casi 50 metros delante de donde yo estaba sentado, bendijo todo a la vez. Todo junto y a la distancia. Según mis cálculos, el alcance de bendición del cura fue de casi 10 metros de ancho, por 70 metros de largo, por 2 metros de alto y no hubo inconvenientes con la cantidad de objetos a bendecir. El cura pudo bendecir todo a la vez sin que se le trabe el ancho de banda. El cura anda muchísimo mejor que el router wireless que me dieron los de Fibertel, que me dijeron que tengo 25 megas y no llego ni a 10.
En algún momento de todo eso llegó la bendición final. Mica saludó al público y todos se fueron al salón. Salvo Mica, Flor y yo que nos quedamos para que Mica cambiara las figuritas. Íbamos Mica y yo a buscar a sus compañeritos y se intercambian unas tarjetas de comunión. Ni idea bien cómo es esto ni para qué sirve, pero me sentí de vuelta en mi primaria cambiando figuritas.
De ahí al salón a comer con la familia y fin de la comunión. Una verdadera experiencia religiosa.
Friday, December 14, 2018
El Padrino IV
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Hasta el día de hoy me trauma el momento de "dar la paz" (por suerte voy a misa una vez cada dos años, más o menos), originado porque siempre llegaba tarde a las misas del colegio y me tenía que sentar al fondo donde estaban las alumnas más grandes y no hay nada que me guste menos (entonces y ahora) que darle besos a desconocidos.
ReplyDeleteVos también sos demasiado conservadora, como la que en el post de abajo de negaba a la prostitución Que atrasado que está este país!
DeleteEn el post este saltee toda la parte de la ostia, pero porque estaba lejos y no vi nada. Eso también me resulta bastante extraño.
Cuando vuelve tu blog?
No creo que vuelva.
DeleteCuando estaba escribiendo este post, vi los otros 3 de El Padrino. Había muchos comentarios en esa época! Me metí en los blogs de todos los que comentaron y hace años que no se actualizan. Incluso algunos dejaron de existir.
DeleteA veces me parece raro seguir acá.
No puedo redactar esto sin mandarme 2 o 3 metidas de pata.
ReplyDeletePero bueno.
Las partes mas interesantes o inconexas de la ceremonia, sin muy, muuuy ritualistas.
Las estampitas yo tampoco entendia por que la guita a cambio, pero con eso me compre la bici.
Mas que "Dar" la paz, es como que uno se la desea al otro me parece, pero no entiendo por que, si el orador representante de la ceremonia dice que ya la tenemos, al pedo la seguimos deseando, el es la maxima eminencia en el recinto.
Y me pregunto como sera esto cuando se caiga el patriarcado y haya una mujer cura, en la parte del pan y el vino.
Las mujeres no comen pan y vino.
Pd: muchos seguimos aca, sos el unico NO paja que sigue posteando.
ReplyDeleteEstaría genial que se cayera la iglesia, no solamente el patriarcado. Pero bueno, hay que ir de a poco.
DeleteLo de la paz es raro. Porque tenes razón, se supone que ya la teníamos con lo cual no hace falta volver a repartir. Esto de "barajar la paz y dar de nuevo" no me convence. Por otra parte, cuando te vas, también te dicen "que la paz esté con ustedes". Por ahí la paz es elusiva y podes tenerla, pero hay que reasegurarla constantemente porque sino se va.
Vos podrías dejar la paja por un rato y volver a escribir.
Podría...
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