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Aclaro otra vez que Flor no quería estar en Egipto, entonces este tipo de cosas no ayudaban. Durante la siguiente media hora fui a quejarme 3 veces a recepción, mucho no les importo. Con mucho ímpetu dije que si no estaba mi habitación, me pasen a una mejor. Me respondieron que no y que siguiera esperando.
Casi 40 minutos más tarde, apareció una mina que se presentó como la responsable de servicios de atención al huésped y me pidió disculpas por las molestias ocasionadas. Entonces aproveché para seguir quejándome. Porque aprendí que para que te den cosas gratis, te tenes que quejar mucho. Si sos comprensivo y decís que no pasa nada, no te dan nada.
La mina me dijo que para compensar, me iban a dar el desayuno gratis. "¿Para toda la estadía?" le pregunté rápido. Le cambió un poco la cara porque se ve que no era lo que esperaba y me contestó que sí con falsa cordialidad. Me explicó que nos iba a dar el desayuno VIP que en lugar de ser en el lobby es en el piso 16 y que fuera ahí al día siguiente entre las 7 y las 10:30 de la mañana.
Dejamos las cosas en la habitación, cenamos en el hotel y nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos pasaban a buscar a las 9:30 para ir a ver las pirámides.
Nos levantamos temprano y fuimos directo al piso 16 a desayunar. Adivinen si nuestros nombres estaban en la lista de los desayunos VIP. Dale, a que no adivinan. No, no estaban. Con mucha cordialidad, excesiva, casi con todo de superioridad, el señor que vestía smoking nos dijo que tal vez nosotros teníamos el desayuno incluido en el lobby. Creo que nos vio cara de no pertenecer al selecto y exclusivo grupo de desayunos VIP del piso 16.
Fuimos al desayuno en el restaurant del lobby y adivinen si estaban nuestros nombres ahí. Dale, a que no adivinan. No, no estaban. Fui a recepción a hablar con servicios de atención al huésped y me quejé mucho más. Que no podía ser, que hacía menos de 12 horas que había llegado y que una cosa era peor que la otra, etcétera. Me pidieron disculpas nuevamente y me dijeron que fuera al piso 16 que ahí iba a desayunar. Fuimos.
Llegamos al 16 y el mismo tipo de smoking con sonrisa de oreja a oreja nos dio la bienvenida. Había solamente 6 mesas y 8 mozos. A razón de 1,33 mozo por mesa. El desayuno era estilo buffet, con muchas pero muchas cosas. Pero no podías pararte vos a buscarlas, el mozo te las traía. Entonces, cada 30 segundos tenías un mozo preguntando si necesitabas algo más. Comías una tostada y ya te traían otra por las dudas. El de smoking se volvió a acercar y nos ofreció comida típica egipcia, le dijimos que no hacía falta que en 10 minutos nos teníamos que ir. Indicó que no importaba y encargó la comida. A los 2 minutos teníamos 5 platos de cosas que nunca había visto en mi vida. Claramente hay un mundo mejor. Y a ese mundo mejor, se accede a través de la queja.
Bajamos al lobby a la hora señalada y ya estaba el guía esperándonos. Lo reconocimos por la remera con el logo de la empresa, nos saludó con mucha amabilidad, hablaba español perfectamente. Subimos a la van que esperaba en el estacionamiento. Éramos el guía, el chofer, Flor y yo. El tour que sacamos era compartido, pero no había con quien compartirlo porque no hay turistas. Mejor.
Las pirámides están a unos 20 kilómetros del hotel, fuimos por la autopista bastante rápido, casi no había tránsito. El guía nos preguntaba muchas cosas sobre Argentina y contaba otras de Egipto. Él era un egiptólogo recibido. Un egiptólogo es un especialista en historia de Egipto, existe esa carrera y se estudia en la universidad. Aproveché, con mi tacto habitual, le pregunté acerca de la maldición de Tutankamon. Como que no le gustó mucho la pregunta. O sea, todo bien porque soy cliente y se la tiene que aguantar, puso cara de “otro pelotudo que viene con lo mismo” y con cierta ofuscación exclamó que dicha maldición no existía.
Por si alguno no sabe, explico la maldición de Tutankamon. Porque con YaVeremos se come, se educa y se cura. La tumba de Tutankamon se descubrió alrededor de 1920. Fue uno de los descubrimientos más importantes porque estaba totalmente sellada. Nunca había sido profanada por buscadores / saqueadores de tesoros. Encontraron todo tal cual lo habían dejado los egipcios 3mil años antes. Poco tiempo después del descubrimiento, varios arqueólogos y testigos presentes en el descubrimiento murieron, algunos en forma inexplicable. De ahí viene la historia de la maldición.
Cuestión, el egiptólogo explicó que tal maldición no existía. Y su justificación fue absolutamente maravillosa. Dijo que es algo obvio y que todos saben que cuando abrís un ataúd que estuvo cerrado durante más de 3mil años, tenes que dejarlo que se airee porque el aire contenido dentro del ataúd puede llegar a ser tóxico. Brillante. También comentó que ciertos aceites y sustancias utilizadas en aquella época para el proceso de momificación eran tóxicas, haciendo mucho hincapié en que dichas sustancias estuvieron encerradas por 3mil años. Una vez abierta la tumba, las sustancias se esparcen por el aire y los arqueólogos presentes respiraron dichos gases tóxicos, se contagiaron de algo y fueron muriendo sin que la medicina de la época supiera las causas.
Seguiamos yendo por la autopista y, de repente, estaban las pirámides ahí al costado. Es como ir por la Panamerica y en lugar de ver Unicenter ves una pirámide. Es una cosa impresionante eso.
Tuesday, October 2, 2018
El Rey del Nilo IV
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Qué le pasó a Flor cuando vio las pirámides?
ReplyDeleteSe me hace agua la boca cuando contás sobre el desayuno...
Mary Reed
Le gustaron mucho, eso está fuera de discusión.
DeleteLa duda es si todo lo que paso durante el viaje valía la pena o no para ver las pirámides.
la tortura es parte de la emoción de viajar (repetilo varias veces y quizás logres creerlo)
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