Wednesday, August 1, 2018

Breve Historia de mi Caldera

Todo comenzó para mi cumpleaños de 2010, cuando mi caldera anterior se murió y tuve que comprar una nueva. Fue la época donde conocí al nefasto personaje de Ladislao, a quien sigo odiando profundamente. Ojalá que durante este tiempo haya tenido un accidente y quedado cuadripléjico.

Puse lo de cuadripléjico para que los tibios abandonen el blog. Ahora solo quedamos los que valemos la pena y no nos horrorizamos por nimiedades. Igual es posta que deseo fervientemente que Ladislao esté cuadripléjico en este momento.

Todo siguió más o menos bien, hasta mi cumpleaños del 2013, cuando hubo nuevos problemas con la caldera. Porque a mi caldera le agarra la chiripiorca para festejar mi cumpleaños. Unas semanas después llegó el técnico de la caldera y la arregló. Si por casualidad llegan a leer ese post (cosa que nadie hace, pero deberían) van a notar increíbles y desconcertantes semejanzas entre el técnico de la caldera del 2013 y el del 2018.

En el 2014 hubo un semi-problema de caldera. Era la caldera y tal vez no era la caldera. ¿Es o no es? ¿Sera o no será? Pueden leer toda la historia en La Bomba de Tiempo.

Llegamos al 2015, donde hubo otro problema con la caldera, también para la época de mi cumpleaños. Vino un técnico que se llamaba Gastón y resultó ser un crack. Arregló mi caldera de una manera genial y nunca tuve problemas. Hasta la semana pasada. Nunca publiqué la historia del 2015 porque había salido todo bien y las historias donde sale todo bien no tienen gracia y no se publican. Con esto no quiero decir que mis otras historias si tengan gracia, simplemente digo que si se publican.

Llegamos al 2018 donde la caldera dejó de funcionar. Esta vez se retrasó un poco, fue unas semanas después de mi cumpleaños. La caldera pasó a ser part-time. O sea, funcionaba cuando quería. Cuando quería la caldera, no cuando quería yo. Llamé al service y pedí que viniera Gastón. Para mi horror me dijeron "Gastón no trabaja más en Capital, solo hace provincia ahora". Hubo una pausa de unos segundos durante los cuales estuve tremendamente desilusionado. Volve a trabajar en Capital, Gastón. Por favor te lo pido, volve, yo te amo.

La chica que me hablaba por teléfono siguió diciendo "puedo mandarte a Chris o a Mauro". Chris es el hijo de re mil puta que vino en el 2013, así que inmediatamente lo descarté por malo conocido y opté por malo por conocer. "Mandame a Mauro" le dije.

Dos días más tarde, sonó mi celular y era Mauro. Le conté del problema de la caldera y quedamos para el jueves a las 10 de la mañana. Adivinen si vino el jueves, dale adivinen. No, no vino. Lo llamé 10:15 y no atendió. Lo llamé 10:30 y tampoco atendió. Lo llamé a las 11 y adivinen si atendió. Dale, adivinen. No, no atendió. Me llamó él cerca de las 11:30 con una voz de dormido que era para ir a cagarlo bien a trompadas, pero no dije nada porque no me anda la caldera y necesito que la venga a arreglar. Así que solo me limité a atender diciendo "hola" con cierto dejo de mala onda en mi voz. "¿Yo tenía que ir hoy a tu casa, no? Te pregunto porque se me traspapeló la orden". El hijo de puta además es mentiroso.

Quedamos para el viernes a las 12. Adivinen si vino el viernes a las 12. Se las hago corta, no vino. Lo llamé y tampoco atendió. Me llamó él cerca de la 1, atiendo el teléfono y me dice "¿Qué haces campeón? Hoy voy a tu casa". El "campeón" tenía mucha pero mucha onda Esa onda que solo le puede poner alguien que te está re contra cagando. Le pregunte a qué hora pensaba venir, me dijo "tipo 4". Le pedí que fuera antes, me respondió "Ok, a las 3 estoy ahí".

Acá viene la parte donde les pido que adivinen si vino a las 3. No, no vino. Me llamó 3:30 y me dijo "calcula que en una hora y media estoy por ahí". No lo llamé más y casi a las 6 me volvió a llamar diciendo que había llegado.

Mauro debe tener alrededor de 45 años, lucía el pelo medianamente largo y muy despeinado. No muy largo, tipo Jon Snow digamos. Pero si Jon Snow hubiese estado los últimos 30 años arreglando calderas dentro de la mina de donde se quedaron los 33 chilenos sin ver la luz y no haciéndose amigo del gordito de la guardia nocturna ni dandole matraca a Khaleesi. Ni paseando en dragón.

Mauro entró a mi casa y dijo "perdona que vine más tarde, yo no soy así, yo soy siempre re puntual, no quiero que tengas esta imagen de mí". Faltaba que me dijera "campeón". Un fenómeno el tipo. Me canceló sin avisar como 5 veces y se preocupa porque yo podría llegar a pensar que es un tipo que cancela mucho.

Prendí la caldera y le hice escuchar el ruido extraño que hacía. La caldera, no yo. Mauro escuchaba atentamente, le prestó demasiada atención a la caldera durante unos instantes y me dijo "es perfectamente normal el ruido". Le digo que no, me responde que sí. Un tanto estéril la discusión. Mauro afirma que es ruido normal de caldera. Yo le explico que convivo con mi caldera desde el 2010 y nunca jamás hizo ese ruido. Mauro me contra-explicaba que siempre hizo esos ruidos.

Finalmente se dignó a abrir la caldera. Le pasó un pincel para limpiarla, le tiró mucho WD40, bajó la temperatura máxima de calefacción y agua caliente, ahora explicándome que la calefacción y el agua caliente a menor temperatura estaban bien. En medio de todo eso, le sonó su celular, me pidió disculpas y atendió. Estaba discutiendo con una clienta llamada Marcela porque, según Marcela, el agua no estaba suficientemente caliente. Mauro le explicaba que sí. Marcela respondía que con la caldera anterior (se ve que Mauro le coloco una nueva) se bañaba con el agua a 45 grados y la nueva llega solo a 42. Mauro le explicaba que 42 estaba bien.

Estas son las cosas maravillosas e increíbles. Supongan la siguiente situación. Tenes una caldera que se rompe. Compras una caldera nueva. Te la instalan y el agua no calienta tanto como la anterior. Te quejas y te dicen "así está bien". Como puede ser que Marcela se haya comprado la caldera, Mauro se la instaló, Marcela no tiene el agua tan caliente como quiera, Mauro le explica que ahora es así. Y con toda esta situación, lo que queda es que Marcela es una hinchapelotas por reclamar lo que es suyo mientras que Mauro es un pobre laburante que tiene que lidiar con clientes que se quejan demasiado.

Igual no voy a tener empatía por Marcela, tenía que preocuparme por mi caldera. Lo siento mucho Marcela, pero hay un solo Mauro y soy yo o sos vos, y prefiero ser yo. Mauro siguió arreglando con poca voluntad mi caldera. Digamos que no hizo nada más. La cerró y listo; me dijo que ya estaba todo ok. Tengo que reconocer que en ese momento si estaba funcionando y no hacia ruido.

Cuando llamé al service, me habían dicho que el costo de visita iba a ser $900. Llegó el momento de pagar y Mauro me dice "Son $1100". Le aclaro que me habían dicho $900, me contesta que "$900 son de la visita y los otros $200 de la limpieza". Limpieza. El tipo pasó un pincel de mala gana durante 30 segundos y me estaba cobrando $200 por pasar un pincel. Por $200 lo traigo a Picasso a que me pincelee por 30 segundos. En fin, pagué, Mauro se fue y listo. Fin de la historia.

Llegamos hasta acá, vamos 3 páginas de la apasionante fábula del arreglo de mi caldera. Parece que se acerca el fin. Pero no. Porque al día siguiente, cuando me desperté fui a prender la caldera y adivinen si estaba funcionando. Dale, a que no adivinan. No, no andaba. Hacía ruido otra vez y ni siquiera encendía la calefacción. Filmé la caldera haciendo ruido y le mandé el video a Mauro por WhatsApp preguntándole que hacer.

Mauro no me respondió. Llamé directamente a Gastón. Le conté toda la historia, que me habían dicho que no trabajaba más en capital y todo eso. Me preguntó quién había hecho el arreglo, le dije que Mauro y contestó "Uy Dios". Increíblemente me dio cierta tranquilidad eso. Quedamos para el martes siguiente.

Unas horas más tarde, me llega la respuesta de Mauro por WhatsApp, "desenchufala y volvela a enchufar". No sé si es un genio o un hijo de puta. Mentira, si sé. Es un hijo de puta.

Ayer vino Gastón y me arregló toda la caldera. Toda toda. Obviamente la visita no me la cobró porque estaba en garantía. Ahora anda. Mañana no sabemos.

6 comments:

  1. El problema es que usar caldera, es para industriales... Usá calefón, en su defecto termotanque y vas a tener quilombos domésticos. Usá caldera, y vas a tener quilombos industriales. La gente que arregla calderas se parece más a Mauro que a Gastón. Bah, la que arregla cosas en general.

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    1. La caldera en realidad es "calderita", cada departamento del edificio tiene una de la cual se maneja el agua caliente y la calefacción.

      Es cierto que (casi) todos los calderistas y gente que arregla cosas son así, no quieren laburar.

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  2. Volvete uruguayo: comprate un calefón eléctrico y se te terminan los problemas

    Ojo, también se te termina el agua caliente a demanda.

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    1. Venite vos para acá con tu calefon eléctrico que esta re barata la electricidad ahora!

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    2. No te quejes! Si querés llorar, te muestro la factura de luz de este mes: más de USD 200.-! En una casa donde no hay gente entre las 9 y las 21hs.

      Mary Reed

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    3. Veni vos a Argentina a pagar los impuestos más caros del mundo!
      No vas a obtener ningún tipo de empatia por tu factura de electricidad.

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