Tengo un amigo que hace mucho se fue a vivir a Barcelona. Al pibe le encanta el futbol, empezó a laburar en una radio deportiva chiquita haciendo notas y entre una cosa y la otra, se hizo amigo de Messi. Esa breve anécdota me la contó un amigo a mí, refiriéndose a un amigo de él. Hay mucho para comentar al respecto. Primero que nada, que la palabra "amigo" está siendo utilizada muy libremente, simplemente lo vio a Messi alguna que otra vez. Segundo, que saltea la mejor parte de la historia, que es como se habría hecho amigo de Messi. Aclaro que nunca lo vi a Messi, si lo vi al Diego dos veces y lo conté acá.
Conté lo de más arriba para contar lo que sigue y aclarar que voy a saltear la parte de "como conocí" y créanme que no es lo más relevante de la historia. Conocí a una chica que se dedica a gestionar prostitutas de alto nivel. Me quedé hablando un rato y me comentó varias cosas muy interesantes.
Como siempre en YaVeremos, es momento de rememorar viejos posts relacionados. Como la gran historia de putas en Las Vegas y mi experiencia como fotógrafo de prostitutas, allá por el 2001 antes que existan los celulares y fuera moda mandar selfies sin ropa.
La gestora de prostitutas, también conocida como la Natacha Jaitt del conurbano, me comentó que un servicio básico cuesta $5000. Eso sería básico, sin siquiera aire acondicionado o levanta-vidrios automático. Básico básico, lo tradicional y nada más, digamos. Todo lo demás, se puede hacer, pero se cobra extra. Como si fuera agrandar el combo. Y, en general, $5000 son las más baratas, el promedio del básico va de $7000 a $8000. Así y todo, me pareció barato. O sea, yo no gastaría esa guita, pero para ser un servicio vip no me pareció algo descabellado. Y, en caso de gastarlo, creo que preferiría pasarme la hora con la chica contándome anécdotas de sus clientes vip, que debe ser mucho más interesante.
La gestora y yo tenemos un conocido en común y me comentó que alguna vez utilizó sus servicios. Y que es tremendamente rata. Regatear no es tarea sencilla, pero este pibe se fue al extremo. El servicio de $5000 incluye una sola relación por encuentro. Me explicó la gestora que todos los servicios son de una sola relación, porque, como decirlo... es algo que se gasta con el uso y las chicas se tienen que cuidar. El pibe quería pagar $3000 y meter 3 relaciones. La gestora lo mandó a cagar y terminaron su relación.
Siguiendo la charla con la gestora, también dijo que varios de sus clientes "piden cosas muy raras". Frase que abrió la puerta a un sinfín de preguntas, siendo la más importante una solicitud de descripción de rarezas. Ella daba vueltas, muchas vueltas. Hasta que lo terminó diciendo. El cliente le solicitó a la prostituta que lo cague encima. Eso trajo dos preguntas más. La primera, cuánto cuesta eso. Me respondió que entre $20mil y $30mil. No sé qué hacer con esa información, pero nunca está demás saberlo.
Mi segunda pregunta fue si la prostituta efectivamente satisfizo la necesidad del cliente. Me contestó que no. Aunque no por un tema de moral ni buenas costumbres ni nada que se asemeje. Sino que ese tipo de servicios hay que solicitarlos con un día de anticipación para poder estar preparada. Acá aparecen nuevos interrogantes, como "¿qué onda si comiste choclo?" y varios más. Pero no los voy a hacer. Porque si hay algo de lo que estoy orgulloso de YaVeremos, es que nunca caí en anécdotas escatológicas. Si en todo lo demás, pero en eso no.
Volviendo a la historia, me gustó que haya que solicitar el servicio con un día de antelación. La moraleja de la historia es que, hagas lo que hagas en la vida, siempre hay que estar preparado.
Tuesday, August 7, 2018
Servicio Básico
Monday, August 6, 2018
El Rey del Nilo
Facebook me acaba de recordar que hace exactamente un año estaba en El Cairo. Fueron 4 días muy blogueables, que acá empiezan. Unos meses antes, estábamos organizando el viaje a Europa con Flor. Que vamos acá si, que acá no, que toda la historia que ya comenté en un gran post hace bastante tiempo.
Entonces, estábamos eligiendo los destinos y un posible lugar era Sicilia. Mientras miraba el mapa veía que Egipto estaba muy pero muy cerca. Demasiado. Lo más cerca que iba a estar en mi vida. Y me pareció una excelente idea ir a conocer las pirámides.
Allá a principios de los 90s (porque siempre me puedo ir más lejos en el tiempo) tuve una profesora de historia brillante, se llamaba Ana María de Llano. Ojalá en algún momento se googlee y vea esto. Fue, probablemente, la mejor profesora que tuve en la secundaria. Sabía todo y hablaba con una pasión impresionante. Hizo que me interese la historia y que hoy, casi 30 años más tarde, me siga pareciendo fascinante. Parte del programa de historia de ese año era Egipto. En ese momento pensé "ojalá algún día pueda conocer las pirámides".
Volvemos a mayo 2017, armando el viaje y viendo las pirámides tan cerca, pensé que iba a ser un gran momento para cumplir ese sueño. Entonces le pregunté a Flor "¿Vamos a Egipto?" Ella se quedó callada unos segundos, me miró fijo y dijo "Ni en pedo vamos a Egipto, no pienso ir a un país como ese".
Cuando armamos el viaje, todos los destinos tienen que ser consensuados. Y en este caso parecía que no iba a serlo. Como que a Flor no le copaba mucho la idea de conocer las pirámides y no compartía el sueño de mi vida. Entonces hubo negociaciones difíciles, hubo mucho pero mucho de romper las pelotas y ceder en muchas otras cosas para logarlo. Y sí, lo logré. La convencí de ir a Egipto. Aunque solo El Cairo y por pocos días. Nada de Luxor ni Alejandría, teníamos que ir a un hotel lindo y algunas cosas más. Y fuimos. Y estuvo buenísimo y fue una cagada a la vez. Conocí las pirámides que fue de las mejores cosas (sino la mejor) del 2017. Y el resto de El Cairo no estuvo nada bueno, incluso la pasé bastante mal. Bah, yo no tanto, Flor la pasó peor que yo. Todo eso queda para el próximo post.
Wednesday, August 1, 2018
Breve Historia de mi Caldera
Todo comenzó para mi cumpleaños de 2010, cuando mi caldera anterior se murió y tuve que comprar una nueva. Fue la época donde conocí al nefasto personaje de Ladislao, a quien sigo odiando profundamente. Ojalá que durante este tiempo haya tenido un accidente y quedado cuadripléjico.
Puse lo de cuadripléjico para que los tibios abandonen el blog. Ahora solo quedamos los que valemos la pena y no nos horrorizamos por nimiedades. Igual es posta que deseo fervientemente que Ladislao esté cuadripléjico en este momento.
Todo siguió más o menos bien, hasta mi cumpleaños del 2013, cuando hubo nuevos problemas con la caldera. Porque a mi caldera le agarra la chiripiorca para festejar mi cumpleaños. Unas semanas después llegó el técnico de la caldera y la arregló. Si por casualidad llegan a leer ese post (cosa que nadie hace, pero deberían) van a notar increíbles y desconcertantes semejanzas entre el técnico de la caldera del 2013 y el del 2018.
En el 2014 hubo un semi-problema de caldera. Era la caldera y tal vez no era la caldera. ¿Es o no es? ¿Sera o no será? Pueden leer toda la historia en La Bomba de Tiempo.
Llegamos al 2015, donde hubo otro problema con la caldera, también para la época de mi cumpleaños. Vino un técnico que se llamaba Gastón y resultó ser un crack. Arregló mi caldera de una manera genial y nunca tuve problemas. Hasta la semana pasada. Nunca publiqué la historia del 2015 porque había salido todo bien y las historias donde sale todo bien no tienen gracia y no se publican. Con esto no quiero decir que mis otras historias si tengan gracia, simplemente digo que si se publican.
Llegamos al 2018 donde la caldera dejó de funcionar. Esta vez se retrasó un poco, fue unas semanas después de mi cumpleaños. La caldera pasó a ser part-time. O sea, funcionaba cuando quería. Cuando quería la caldera, no cuando quería yo. Llamé al service y pedí que viniera Gastón. Para mi horror me dijeron "Gastón no trabaja más en Capital, solo hace provincia ahora". Hubo una pausa de unos segundos durante los cuales estuve tremendamente desilusionado. Volve a trabajar en Capital, Gastón. Por favor te lo pido, volve, yo te amo.
La chica que me hablaba por teléfono siguió diciendo "puedo mandarte a Chris o a Mauro". Chris es el hijo de re mil puta que vino en el 2013, así que inmediatamente lo descarté por malo conocido y opté por malo por conocer. "Mandame a Mauro" le dije.
Dos días más tarde, sonó mi celular y era Mauro. Le conté del problema de la caldera y quedamos para el jueves a las 10 de la mañana. Adivinen si vino el jueves, dale adivinen. No, no vino. Lo llamé 10:15 y no atendió. Lo llamé 10:30 y tampoco atendió. Lo llamé a las 11 y adivinen si atendió. Dale, adivinen. No, no atendió. Me llamó él cerca de las 11:30 con una voz de dormido que era para ir a cagarlo bien a trompadas, pero no dije nada porque no me anda la caldera y necesito que la venga a arreglar. Así que solo me limité a atender diciendo "hola" con cierto dejo de mala onda en mi voz. "¿Yo tenía que ir hoy a tu casa, no? Te pregunto porque se me traspapeló la orden". El hijo de puta además es mentiroso.
Quedamos para el viernes a las 12. Adivinen si vino el viernes a las 12. Se las hago corta, no vino. Lo llamé y tampoco atendió. Me llamó él cerca de la 1, atiendo el teléfono y me dice "¿Qué haces campeón? Hoy voy a tu casa". El "campeón" tenía mucha pero mucha onda Esa onda que solo le puede poner alguien que te está re contra cagando. Le pregunte a qué hora pensaba venir, me dijo "tipo 4". Le pedí que fuera antes, me respondió "Ok, a las 3 estoy ahí".
Acá viene la parte donde les pido que adivinen si vino a las 3. No, no vino. Me llamó 3:30 y me dijo "calcula que en una hora y media estoy por ahí". No lo llamé más y casi a las 6 me volvió a llamar diciendo que había llegado.
Mauro debe tener alrededor de 45 años, lucía el pelo medianamente largo y muy despeinado. No muy largo, tipo Jon Snow digamos. Pero si Jon Snow hubiese estado los últimos 30 años arreglando calderas dentro de la mina de donde se quedaron los 33 chilenos sin ver la luz y no haciéndose amigo del gordito de la guardia nocturna ni dandole matraca a Khaleesi. Ni paseando en dragón.
Mauro entró a mi casa y dijo "perdona que vine más tarde, yo no soy así, yo soy siempre re puntual, no quiero que tengas esta imagen de mí". Faltaba que me dijera "campeón". Un fenómeno el tipo. Me canceló sin avisar como 5 veces y se preocupa porque yo podría llegar a pensar que es un tipo que cancela mucho.
Prendí la caldera y le hice escuchar el ruido extraño que hacía. La caldera, no yo. Mauro escuchaba atentamente, le prestó demasiada atención a la caldera durante unos instantes y me dijo "es perfectamente normal el ruido". Le digo que no, me responde que sí. Un tanto estéril la discusión. Mauro afirma que es ruido normal de caldera. Yo le explico que convivo con mi caldera desde el 2010 y nunca jamás hizo ese ruido. Mauro me contra-explicaba que siempre hizo esos ruidos.
Finalmente se dignó a abrir la caldera. Le pasó un pincel para limpiarla, le tiró mucho WD40, bajó la temperatura máxima de calefacción y agua caliente, ahora explicándome que la calefacción y el agua caliente a menor temperatura estaban bien. En medio de todo eso, le sonó su celular, me pidió disculpas y atendió. Estaba discutiendo con una clienta llamada Marcela porque, según Marcela, el agua no estaba suficientemente caliente. Mauro le explicaba que sí. Marcela respondía que con la caldera anterior (se ve que Mauro le coloco una nueva) se bañaba con el agua a 45 grados y la nueva llega solo a 42. Mauro le explicaba que 42 estaba bien.
Estas son las cosas maravillosas e increíbles. Supongan la siguiente situación. Tenes una caldera que se rompe. Compras una caldera nueva. Te la instalan y el agua no calienta tanto como la anterior. Te quejas y te dicen "así está bien". Como puede ser que Marcela se haya comprado la caldera, Mauro se la instaló, Marcela no tiene el agua tan caliente como quiera, Mauro le explica que ahora es así. Y con toda esta situación, lo que queda es que Marcela es una hinchapelotas por reclamar lo que es suyo mientras que Mauro es un pobre laburante que tiene que lidiar con clientes que se quejan demasiado.
Igual no voy a tener empatía por Marcela, tenía que preocuparme por mi caldera. Lo siento mucho Marcela, pero hay un solo Mauro y soy yo o sos vos, y prefiero ser yo. Mauro siguió arreglando con poca voluntad mi caldera. Digamos que no hizo nada más. La cerró y listo; me dijo que ya estaba todo ok. Tengo que reconocer que en ese momento si estaba funcionando y no hacia ruido.
Cuando llamé al service, me habían dicho que el costo de visita iba a ser $900. Llegó el momento de pagar y Mauro me dice "Son $1100". Le aclaro que me habían dicho $900, me contesta que "$900 son de la visita y los otros $200 de la limpieza". Limpieza. El tipo pasó un pincel de mala gana durante 30 segundos y me estaba cobrando $200 por pasar un pincel. Por $200 lo traigo a Picasso a que me pincelee por 30 segundos. En fin, pagué, Mauro se fue y listo. Fin de la historia.
Llegamos hasta acá, vamos 3 páginas de la apasionante fábula del arreglo de mi caldera. Parece que se acerca el fin. Pero no. Porque al día siguiente, cuando me desperté fui a prender la caldera y adivinen si estaba funcionando. Dale, a que no adivinan. No, no andaba. Hacía ruido otra vez y ni siquiera encendía la calefacción. Filmé la caldera haciendo ruido y le mandé el video a Mauro por WhatsApp preguntándole que hacer.
Mauro no me respondió. Llamé directamente a Gastón. Le conté toda la historia, que me habían dicho que no trabajaba más en capital y todo eso. Me preguntó quién había hecho el arreglo, le dije que Mauro y contestó "Uy Dios". Increíblemente me dio cierta tranquilidad eso. Quedamos para el martes siguiente.
Unas horas más tarde, me llega la respuesta de Mauro por WhatsApp, "desenchufala y volvela a enchufar". No sé si es un genio o un hijo de puta. Mentira, si sé. Es un hijo de puta.
Ayer vino Gastón y me arregló toda la caldera. Toda toda. Obviamente la visita no me la cobró porque estaba en garantía. Ahora anda. Mañana no sabemos.