Wednesday, July 25, 2018

Make America Great Again

Una vez casi me meto en política. Bueno, no era política realmente. Lo que si es cierto es que fracasé estrepitosamente. Como en casi todo lo que hice. Pero eso ahora está bien. En esta era donde todos somos emprendedores y nos enseñan que fracasar está bien porque se aprende mucho. No se dan una idea todo lo que vengo aprendiendo.

Cuestión, esto fue en el 2004 o 2005, no me acuerdo exacto, estaba en la universidad yanqui. Como buena universidad que se precie como tal, había clubes y organizaciones. Lo mismo que se ve en las películas, con los nerds en el club de ajedrez y esas cosas. Había una organización de estudiantes internacionales. International Student Organization. Muy original el nombre, por cierto.

Acá viene la mejor parte. La universidad les da plata a las organizaciones y cada organización puede disponer con la plata libremente. O sea, se supone que hay ciertos reparos, “merca y putas” por lo general no entran dentro del presupuesto. Pero casi cualquier cosa si entra. Por ejemplo (algo que pasó realmente) 25 personas fuimos a esquiar un día a una pista que quedaba a 200km de la universidad y fue todo gratis. Gratis no, pagado por la organización.

Me junté con 3 compañeritos de universidad y decidimos presentarnos. La idea era tener plata y organizar actividades que nos resulten beneficiosas y gratuitas. Se necesitaban 4 cargos: Presidente. Vicepresidente, Secretario y Tesorero. Yo iba a ser el presidente, porque armé todo. Los 3 compañeritos eran ecuatorianos. Había argentinos en la universidad, son los del grupo de WhatsApp que nombre el otro día, pero a ninguno le interesaba formar parte.

Con velocidad y destreza, organizamos todo en menos de una semana. Juan iba a ser mi vicepresidente. Llegó el día de las elecciones. Fuimos todos los argentinos directo desde nuestra casa al lugar de la votación. El voto era a mano alzada. Estamos todos los latinos y algunos yanquis y otros estudiantes de nacionalidades. Unas 50 personas en total, calculo. 8 argentinos, 25 ecuatorianos, había también ponjas, chipriotas y varios mexicanos y centroamericanos. Llega el momento de votar. Todo iba a ser fácil, éramos la única lista. Aunque no se votaba por listas, sino autoridades individuales, cargo por cargo.

Una profesora de la universidad, quien era la representante de los docentes dentro de la organización, pregunta quien se va a postular como presidente. Antes de que me pueda proponer, uno de los ecuatorianos lo propone a Juan. Me quede sin entender nada. Me postulé yo también. Comenzó la votación y me aniquiló. Salvo los argentinos, absolutamente todos lo votaron a él y fue el nuevo presidente. Obtuvo el cargo, me pidió disculpas y me dijo que no tenía idea que lo iban a proponer. No pude hacer nada al respecto. Hoy, muchos años pasaron y está todo bien con Juan. Él está casado con una minita yanqui, estuvo de visita en Buenos Aires hace unos meses e incluso juega al Mortal Contest. A mí no me eligieron para ningún.

Conté todo lo anterior para contar lo siguiente. Muy al principio dije que fracasé muchas veces. Ahora voy por una nueva. Soy miembro de otra organización que tiene autoridades y elecciones. Soy candidato a vicepresidente y las elecciones son en menos de 3 semanas.
Ya veremos que sale.

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