Hace varios días que vengo pensando en este post. Todavía no se me ocurrió nada, pero lo vengo pensando. Hoy YaVeremos cumple 11 años y no tengo ni la menor idea que decir al respecto. No hay post de balance de fin de año, ni de década ni nada parecido. Esta vez, ni siquiera leí los otros posteos de cumpleaños para auto-plagiarme y/o inspirarme.
La razón por la que no sé qué decir es bastante fácil. Es que nunca digo nada. Si escribís seguido, siempre tenes algo que contar. Si no escribís nunca, ya saben cómo termina la frase. Tengo decenas de posts en borrador que no termino nunca porque ni siquiera se me ocurre como terminarlos.
Por ahí la culpa de todo esto sea de Flor. Porque siempre es bueno culpar a otros por las cosas que no hacemos. Antes, me pasaba algo y tenía la necesidad de escribirlo, aunque no lo leyera nadie. Ahora me pasa algo, se lo cuento a ella por WhatsApp y queda ahí. Así que si, todo esto es culpa de Flor.
Me encantaría tener ganas de escribir más seguido.
Tuesday, December 26, 2017
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Monday, October 9, 2017
Antiguos Espíritus del Mal
Hace poco tuve una de las peores entrevistas laborales de mi vida. Pero, como toda historia, vamos desde el principio. No voy a decir para qué empresa era, porque no corresponde. Pero voy a tratar de dar todos los indicios posibles para que puedan adivinarla por sí solos. Imaginate que estás entrando a un baño de una casa. Puede ser la tuya o la que sea. Ya dentro del baño, miras a tu alrededor y observas las marcas de cosas que hay ahí dentro. ¿Cuál es la primera marca que se te viene a la cabeza? Ahí es donde tuve la entrevista.
Apliqué vía LinkedIn y unos días más tarde recibo el siguiente mail: Estimado, nos estamos contactando con usted a fin de poder concertar una entrevista laboral en el marco de nuestra búsqueda de piiip (censurado el nombre del puesto) para la que usted aplicó su CV.
Acá le dejo mi contacto. Si está con interés y disponibilidad, puede comunicarse por este medio o al teléfono para coordinar el primer encuentro. Si no, yo me estaré comunicando con usted.
El mail no estaba dirigido a mí, sino a sí misma. O sea, yo estaba en copia oculta O sea, no se a cuanta gente estaba siendo enviado ese mail. Llamé por teléfono, me explicó que la primera parte del proceso debía ser una entrevista presencial y me consultó por mis horarios. Le respondí que lo mejor era temprano por la tarde, me contestó que tenía disponibilidad a las 14, a las 14:20, a las 14:40 o a las 15.
Con cierto tono de obviedad le pregunté si la entrevista duraba 20 minutos y respondió afirmativamente. La fábrica en cuestión está situada en Avellaneda, a unos 45 minutos en auto desde mi casa. 45 minutos de ida, otros 45 minutos de vuelta no rinden para ir 20 minutos a un lugar. Pero yo me debo a mi público y decidí que debía ir. Si no fuera así jamás hubiera conocido lugares como Bajofondo.
La entrevista ya había sido pactada para las 15 horas. Me dijeron que me presente en recepción y diga que es para la entrevista. Nunca me dijeron quién me iba a entrevistar. Lo consulté, pero no me quisieron dar esa información. A las 14:56 estaba anunciándome en recepción. Perfecta puntualidad. El lugar era una fábrica posta. Todo edificio gris de hormigón que ocupaba casi toda la cuadra y de unos tres pisos de alto y con una puerta para autos con barrera al más estilo dependencia policial de conurbano.
El seguridad llamó a alguien y en menos de 30 segundos apareció una minita de alrededor de 30 años, pelirroja, peinada con raya al costado. Tenía un aire a la Agente Van Pelt, de la serie The Mentalist. Si no la vieron, la recomiendo. En esta época que es difícil encontrar series para ver, está a mí me gustó mucho. Cuestión apareció la Agente Van Pelt, pero en realidad era mucho más fea que la Agente Van Pelt. Por ahí porque la Agente Van Pelt está en Hollywood y esta mina en Avellaneda. Tal vez sea por eso. No lo descarto. Podemos llamarla la Agente Van Pelt del Conurbano.
La Agente Van Pelt del Conurbano: ¿Por qué llegó tarde?
Que mala onda Van Pelt! Ni siquiera me saludaste, no te presentaste, no se tu nombre y ya me estás cagando a pedos. Siento que me estás faltando el respeto. Además tenes una actitud muy de mierda. Y no estás tan buena para tener esta actitud tan de mierda. Pero no dije todo eso porque todavía no sabía qué onda iba a ser la entrevista.
Yo: No llegué tarde. La entrevista era a las 3 y son las 2:56.
La Agente Van Pelt del Conurbano: Era 2:30.
Yo: No, era a las 3.
La Agente Van Pelt del Conurbano: No, 2:30
Yo: No, a las 3. Te voy a mostrar el mail de confirmación que dice a las 3.
La Agente Van Pelt del Conurbano: No hace falta.
Yo: Si hace falta.
Saque el celular, abrí el mail y se lo mostré. Decía 15 horas. Apenas miró el teléfono y se hizo la desentendida. Claramente empezamos para el orto y difícilmente la situación se iba a remontar. Eran las 2:57, también conocido como "cagando una entrevista en menos de un minuto".
La Agente Van Pelt del Conurbano: Ok, acompáñeme por acá por favor.
Caminamos unos 10 metros por un pasillo y entramos a una especie de aula. Pero no un aula universitaria. Ni siquiera un aula de la Universidad de Belgrano. Más bien un aula tipo la del Profesor Jirafales. Solo faltaba el cartel de "capacidad máxima 6 personas". Uno de los escritorios está ocupado por un pibe haciendo unas cosas que no llegué a ver, vendría ser Godínez supongamos.
La Agente Van Pelt del Conurbano se sienta en el escritorio de la maestra y yo me siento en la silla del otro lado.
La Agente Van Pelt del Conurbano: Vamos a hacer un test ahora que durará unos 15 o 20 minutos. Usted lo hace conmigo y luego a continuación usted va a hacer otro test solo de que durará aproximadamente una hora. ¿Tiene alguna consulta?
Yo: Podes tutearme.
La Agente Van Pelt del Conurbano: Ehhh, no. Así está bien. (Un tanto perturbada).
Yo: Bueno, como vos quieras. (Haciendo hincapié en las S).
A todo esto, Godinez seguía en el escritorio de atrás.
Me pregunta mi nombre mi edad con quien vivo, por la composición de mi familia actual y mi familia de origen y nada más. Ahí me dice vamos a empezar con el test en el cual me iba a mostrar unas figuras y yo iba a tener que describirlas. El siempre bien ponderado Test de Rorschach, donde te muestran esas figuras que todas parecen mariposas. Guiño, guiño. Donde dice mariposas debe decir "órganos genitales femeninos".
3:02 minutos. No puedo enfatizar lo hinchado las pelotas que estaba yo en ese momento. Estaba con muchas pero muchas ganas de golpear a La Agente Van Pelt del Conurbano. Odiosa. Pedante. Asquerosa. Y no estaba buena.
Me muestra la primera diapositiva y me pregunta que veo ahí.
Yo: A Mumm-ra.
La Agente Van Pelt del Conurbano: ¿Qué cosa?
Yo: A Mumm-ra, el malo de los Thundercats. Se lo ve perfecto ahí arriba.
La Agente Van Pelt del Conurbano: No sé quién es.
Yo: Un personaje de dibujos animados.
La Agente Van Pelt del Conurbano: ¿Cómo se escribe?
Yo: Mumra. M – U – M – R – A.
Fue el único momento de todo el tiempo estuve con la mina que note un muy leve movimiento en la comisura de los labios. Casi que podría decir que se sonrío pero no. Igualmente me lo anoto como un pequeño triunfo y la sensación de que tal vez la situación podía mejorar. Obviamente que no mejoro. Ella mantuvo su perfil parco, se puso a anotar Mumra y volvió la mala onda.
Pasamos a la diapositiva número dos. Godínez seguía completando lo que estaba haciendo ahí. La Agente Van Pelt del Conurbano me pregunta que veo en la segunda diapositiva. Le pregunté por Godinez y si el test no debería ser privado. O sea, no es que yo sea tímido ni nada de eso, pero asumo que para que un test psicológico funcione, uno se tiene que sentir cómodo, desinhibido y a gusto para entrar en confianza y poder hablar libremente. Eso es un tanto complicado con una tercera persona presente y sin tener la menor idea de que hace en ese lugar. La Agente Van Pelt del Conurbano contestó con su nula simpatía que la caracteriza que en ese lugar los tests no eran privados y debíamos continuar. Solo le faltó el "carajo, mierda".
Fueron 13 diapositivas en total, la mina con muy mala onda. Con preguntas con peor onda. ¿Usted que ve acá? Hicimos las 13 diapositivas y agarró la diapositiva número cinco y me dijo "bueno usted acá vio (ya ni me acuerdo que era vi) puede decirme si ve algo más". Después la diapositiva número seis y seguimos con todas hasta llegar nuevamente a la 13. En una me pregunta "¿Hay algo más en esta diapositiva?" Por ahí hay algo, solo que yo no lo veo. No le gustó mucho mi contestación.
Al terminar por segunda vez la tanda de diapositivas, la Agente Van Pelt del Conurbano dijo que íbamos a pasar al test de lógica y me preguntó si tenía alguna consulta.
Y si como te lo explico tengo montón de preguntas estoy acá un rato, tuve una hora de viaje para algo que no sé qué es y ni siquiera me dijiste tu nombre no sé ni qué es el puesto. Tengo muchas dudas. Pero vamos por la primera.
Mi primera duda es no se para que están entrevistando. La Agente Van Pelt del Conurbano me mira con cara de que soy un boludo y con un tono muy pedante me dice "es para la posición de de piiip (censurado el nombre del puesto)". Le respondo si eso ya lo sé, que yo apliqué para esto pero el tema es muy amplio y desconozco qué hay que hacer o qué requisitos solicitan o que conocimientos están buscando en los candidatos. No sé nada de nada y me encantaría saber algo. No te pido mucho, me conformo con un mínimo indispensable de información.
Me contestó con su altanería habitual "nosotros no nos manejamos así, usted realiza los dos test y en caso de que su perfil sea apropiado lo llamaremos para una siguiente entrevista y ahí va a le vamos a explicar más del tema." Todo esto como si fueran Google o la Nasa y como te lo explico, no sos Google ni la Nasa y por algo vos estás acá y no en Google porque en Google te tratan bien. Y esas empresas que tratan bien y valoran tu tiempo no esperan que vos, porque la empresa sea grosa, te tengas que aguantar cualquier estupidez. No funciona así.
No tengo los delirios de los millenials estilo pedir 200 lucas por mes y dos meses de vacaciones. Pero al menos hablemos algo ante que me hagas ir hasta allá. Yo voy porque me debo a mi público, ya lo dije. Si tuviera algo de dignidad, o algo mejor que hacer, no hubiese ido.
Completé el test de lógica, lo entregué y me fui. No me llamaron nunca más. El test de lógica eran 60 preguntas de algo que conozco muy bien. Sé que tuve al menos 56 bien y 4 estoy en duda. No tuve las 60 bien porque las que estaba en duda tuve fiaca de ponerme a pensarlas. Con 56 de 60 correctas, obviamente estaba en condiciones que me llamen para una segunda entrevista. Si no lo hicieron, no fue por mi capacidad intelectual sino por mi test psicológico. Se ve que es ahí donde se encuentran mis fallas. Quien lo hubiera imaginado.
Friday, September 15, 2017
Sandra Volvio
Jueves 24 de noviembre de 2011, ese día publiqué un post que se titulaba Sandra no Está, Sandra se Fue. Deberían leerlo antes de continuar con este post. Pero se que nadie lo va a hacer. Así que voy a copiar yblank pegar ese post acá.
Decía así. Desde Julio de 2007 que Sandra no vive más en este departamento. Ella estaba antes, ahora estoy yo. Pero a los telemarketers no les importa. Ellos llaman y piden hablar con Sandra y no entienden que no vive más en este domicilio.
Hacerle entender algo a un telemarketer es como contarle a un nene el cuento de la buena pipa. Porque digas lo que digas, hagas lo que hagas, el telemarketer no lo va a entender. Y, además, tampoco le va a importar.
Durante los primeros meses siempre respondí cordialmente "Sandra no vive más acá" y tenía que agregar "no, no tengo un número donde podrías contactarla". Después ya era un poco de mala onda. Incluso, a veces, directamente cortaba el teléfono. Hasta que un día de ilumine.
Durante una semana seguida, llamaban cuatro o cinco veces por día del Banco Provincia, realmente insoportables. Entonces, se me ocurrió que era el momento para soluciones drásticas y respondí "Sandra falleció, hasta luego" y corté. No paso ni un segundo que volvió a llamar la misma telemarketer y empezó a preguntar "¿Cómo? ¿Qué paso?" y yo volví a cortar. A los dos minutos volvió a sonar mi teléfono, atendí, no llegue a decir "hola" cuando del otro lado de la línea me dijeron "hijo de re mil puta, vos sos un hijo de puta, te voy a matar, tengo un revolver y te voy a ir a matar, como mierda decís que Sandra se murió, que clase de chistes haces, vos sos un hijo de puta" y las puteadas continuaron. El tipo era el hermano de Sandra. La telemarketer era amiga del hermano de Sandra. Cuando yo dije que falleció, lo llamó muy asustada.
El susto de la telemarketer nos lleva a analizar dos puntos. Primero, ¿Qué tan inútil tiene que ser una telemarketer para tener contacto directo con la familia del potencial comprador y no utilizarlo? La respuesta es muy inútil. Segundo, ¿Qué tanta mala suerte tengo que tener yo para decirle "falleció" a la única telemarketer que conocía a quien le estaba vendiendo? La respuesta es mucha.
Recién acaba de llamar otra telemarketer de American Express para ofrecerle a Sandra los fantabulosos productos nuevos que se destacan en este verano 2011, dije que no estaba. "¿le parece que llame más tarde?" me preguntó. "Si, puede intentarlo" le dije. "¿A las 6 está bien? ¿no molesto?" me volvió a preguntar. "La verdad que molestas siempre, pero diga lo que diga vas a seguir llamando, así que dale, a las 6 está bien". "Muchas gracias" me dijo y corto. La próxima vez que llamen ya tengo la solución. Cuando pidan hablar por Sandra, voy a decir "sí, soy yo" a ver si se animan a decirle a Sandra que tiene voz de hombre.
Todo eso fue hace casi seis años. El problema es que ahora los del Banco Provincia atacan de nuevo, pero en forma de grabador.
Un jueves de Septiembre 2017, 8 de la mañana, me despierta el teléfono. Atiendo algo exaltado. De otro lado de la línea hay música de espera. "Lo único que falta, un puto telemarketer a esta ahora" pensé. No era un telemarketer. Era algo mucho peor. Era una grabación. Me llamaban del Banco Provincia para avisarme que tenía una deuda y debía comunicarme urgente al 0810-DeudasBancoProvinciaYLaConchaDeTuMadre para saldarla. Corté el teléfono y, con cierta indignación aunque no mucha, me volví a dormir.
20 minutos más tarde, me vuelve a despertar el teléfono. El Caller-ID indicaba el mismo número. Atendí. Era la misma grabación. Corté con mucha bronca. Tenía el despertador a las 8:30. La vida es muy cruel a veces.
Llamé al 0810-DeudasBancoProvinciaYLaConchaDeTuMadre y les expliqué que no tengo ni deuda ni cuenta ni nada con ellos. Me pidieron mi número de teléfono y me dijeron "efectivamente usted tiene una deuda con nosotros, hace dos semanas que vencieron sus tarjetas de crédito señora Sandra".
Le expliqué al telemarketer que Sandra no vive acá hace más de una década, me respondió que iba a dejar asentado el reclamo.
Durante el resto de la mañana llamaron 7 veces más del Banco Provincia. No es chiste. Fueron 7. Yo los llamé a ellos 3 veces más, siempre con amabilidad expliqué la situación. Antes cada explicación, la misma respuesta. El telemarketer no puede modificar los datos de un cliente. Por ende, iban a seguir llamando. Desenchufé el teléfono de casa porque a mí no me van a ganar.
Lo que no puedo creer es el sistema de telecobranzas del Banco Provincia. Parece diseñado por Homero, en el capítulo que compra la máquina de llamadas y pide que le manden un dólar para ser felices. Realmente me gustaría conocer al genio ideólogo de la política de cobranzas del Banco Provincia. Después de conocerlo, me gustaría tirarle un yunque en la cabeza.
A la tarde volví a conectar el teléfono y me volvieron a llamar. Entonces se me ocurrió una idea genial y llamé a Telecom para averiguar la forma de bloquear un número. No se puede. En el celular puedo bloquear un número con tres clicks. Telecom es una empresa de 16mil empleados y entre los 16mil todavía no descifraron la fórmula de bloqueo. Hasta por un tema de seguridad debería existir esto. Pero no, no existe.
"¿Entonces no puedo hacer nada?" le pregunté con resignación a la de atención al cliente. "Si, podes cambiar tu número de línea" me contestó. La mina lo decía en serio. Solo faltaba el Plop de Condorito. Durante los siguientes días llamaron un par de veces más y después nunca más. Se ve que Sandra pagó la tarjeta.
Sandra, si por casualidad estás leyendo esto, te pido dos favores. El primero, llama al Banco Provincia y actualiza tus datos. Dale, copate Hace 10 años que no vivís acá. El segundo, me enteré que tu hermano tiene un revolver, ¿se lo puedo pedir prestado? Tengo que ir a visitar a un tipo que labura en la parte de cobranzas del Banco Provincia. Gracias.
Wednesday, July 12, 2017
Uni Ball
Previously on YaVeremos
- Seguro de Vida
- Vamos por Partes
El primer post habla de los seguros de vida, el segundo del valor de las partes del cuerpo en los casos de seguros laborales. Recomiendo leerlos antes de continuar con esta historia.
Esta semana salió publicada una noticia en algunos diarios acerca de un tipo al que le dolía el testículo derecho. El hecho ocurrió en el 2013, en Pensilvania, Estados Unidos. Porque estas historias maravillosas solo acontecen en Estados Unidos.
Resulta que el señor del dolor de huevo visitó a un urólogo y lo mandaron a hacerse estudios. Porque eso es lo que hacen los médicos. Por cada consulta que vos tengas, ellos te mandan a hacer dos estudios. No hay forma que visites un médico y no te vayas con más tarea de la que tenías cuando llegaste. Estudio va, consulta viene, el testículo estaba atrofiado y al tipo lo mandaron a hacerse una orquiectomía, que quiere decir una extirpación quirúrgica del testículo.
Acá viene la parte maravillosa de la historia. Porque asumo que todos ya adivinaron lo que pasó. Si. Exactamente eso. Le sacaron el otro. Le tenían que sacar el testículo derecho y le sacaron el izquierdo.
Mi primera inquietud es como se dieron cuenta. Porque el testículo derecho está a la derecha y el izquierdo a la izquierda, eso es obvio. Ahora, si extirpas uno de los dos, fuerza de gravedad mediante, el testículo que queda debería correrse hacia el centro. Un poco a la derecha, un poco a la izquierda, después al centro, como buen argentino.
Nadie sabe cómo se dieron cuenta, pero si se sabe que se dieron cuenta. El tipo demandó al hospital por negligencia y cuatro años después ganó el juicio. En total se va a llevar 1.120.000 dólares. O sea, un huevo de guita. Cuak.
Según el artículo, para otorgarle esa cantidad de dinero, durante el juicio se evaluaron cerca de 3 millones de cirugías ocurridas en los últimos 20 años. Cirugías en las cuales el médico tenía que operar una cosa e hizo otra. Aparentemente, esto no sería tan frecuente, ocurre una vez cada 112.994 operaciones. Dicho así suena lindo. Pero veamos los números al revés. Esto pasa una vez cada nueve meses. Quiere decir que al menos una vez al año, hay un médico en Estados Unidos que tiene que operar una cosa y opera otra. Maravilloso todo.
Volviendo al tipo en cuestión, si pasamos a pesos lo que cobró, podemos redondear en 19 millones de pesos. Otra vez, un huevo de guita. 19 millones por un huevo. Nunca mejor aplicado el dicho mejor huevo en mano que 100 volando.
Yendo a los valores de las partes del cuerpo. Cuando perdés dos de algo que tenes dos (ojos, manos, pies) el seguro te paga el 100% de la póliza. Cuando perdes uno de algo que tenes dos (brazo derecho, si sos diestro) el seguro te paga 65%. Vamos a asumir que, si un brazo vale un 65%, un testículo puede valer un 75%. Digo, para inflarlo un poco. No literalmente. Pero creo que estamos en condiciones que el testículo tiene un valor sentimental importante.
Los seguros de vida del empleado son de 12 sueldos. Entonces, si el testículo vale un 75% y el tipo se llevó 19 millones, su sueldo mensual debería ser de 2.100.000 pesos. Algo prácticamente imposible. No sé ustedes, yo no conozco mucha gente que gane esa guita.
Igual, lo que acabo de decirles no es cierto. Para poder validar el importe, hablé con mi amiga actuaria (la misma que me facilitó el valor de las partes del cuerpo) y me explicó la situación. Incluso me mandó un folleto informativo, que voy a compartir algunas cosas con ustedes para aclarar la situación.
Me dijo:
A priori te diría que se activa el seguro de responsabilidad civil malapraxis médica. Lo contratan los mismos médicos y/o las clínicas. Cubre la malapraxis pero hay que probar donde estuvo la falla.
Es distinto el seguro. La responsabilidad civil no tiene un monto determinado. Depende de lo que puedan conseguir los abogados del damnificado. El que causó el daño lo tiene que resarcir patrimonialmente por el daño moral, físico y todo lo que los abogados saben pedir.
Es como cuando atropellas a alguien con el auto y lo lesionas. Entras a discutir cuánta guita le tenés que pagar para que se recupere.
Respecto al folleto informativo, comparto lo más relevante.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR MALA PRAXIS MÉDICA?
Es toda acción médica errada de acuerdo a la opinión de peritos médicos expertos. Hay mala praxis cuando se obra con impericia, imprudencia, negligencia o inobservancia de los deberes.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR RESPONSABILIDAD PROFESIONAL MÉDICA?
No toda mala praxis genera responsabilidad profesional. Para que esta se configure deben cumplirse una serie de presupuestos. En primer término, el acto médico cuestionado debe causar un daño.
¿CUÁLES SON LAS ESPECIALIDADES MÉDICAS MÁS DEMANDADAS POR MALA PRAXIS?
En la Argentina, siguiendo tendencias mundiales, la especialidad más demandada es la obstetricia. Esto tiene que ver principalmente con la existencia de un doble riesgo, el de la madre y el del recién nacido, con posibilidades de secuelas graves muchas veces no esperadas y con costos de tratamientos futuros muy altos. También son frecuentemente demandados los traumatólogos, cirujanos generales y cirujanos estéticos.
Resumiendo, el señor se llevó un palo verde porque es lo que le consiguieron los abogados. Con mejores abogados, tal vez podría haber conseguido más. Jamás lo sabremos.
Respecto a cómo continuó la historia, el tipo sigue viviendo con su testículo atrofiado y con dolor. Nunca se extirpo el testículo dañado porque, en caso de hacerlo, debería someterse a una terapia especial de reemplazo de testosterona para toda la vida y le da mucho miedo someterse a algún tipo de tratamiento después de todo lo que pasó.
En conclusion, hay que hacerle casos a las abuelas que decían que no hay que poner todos los huevos en una sola canasta.
Thursday, June 15, 2017
Simple Jack
Aviso: este post podría llegar a herir sensibilidades. Si son una persona susceptible, sensible o a quien no le gusta el humor negro, o simplemente te gusta quejarte de todo, por favor deja de leer en este momento. El autor no se hace responsable de quien se pueda llegar a ofender e incluso muchas veces no comparte la opinión (o la cambia) con lo que está acá publicado.
Habiendo dicho eso, comenzamos. Van casi cinco años del show de Humor Negro, cerca de 300 funciones. Durante este tiempo, me di cuenta de muchas cosas. Una de ellas, es que fui perdiendo la sensibilidad sobre qué temas son negros y cuáles no. Después de hablar de cáncer, muerte, velatorios, racismo, discriminación (y varios más que no voy a develar) todas las semanas, son pocas las cosas que me parecen humor negro. Y, a veces, digo cosas que no me parecen tan negras pero resulta que sí lo son.
Por ejemplo, hace unas semanas estaba con Vicky (mi hermana) en una zapatería donde ella le iba a comprar zapatos (obviamente) a Sofi, su hija, mi sobrina de 3 años y medio. Dentro de la zapatería y junto con Sofi, había 3 o 4 niños de edades similares. Y, también como Sofi, estaban encaprichados y no querían probarse zapatos. Una de las madres con un embarazo prominente trataba de convencer a su hija que se probara zapatos, pero la niña se negaba. En frente, Sofi también se negaba. Esta madre, junto con otras madres y mi hermana iban perdiendo la paciencia ante los caprichos de sus respectivos hijos. Trataban de razonar con ellos y a continuación se miraban unas a las otras poniendo cara de circunstancia, casi como compartiendo su sufrimiento. Decían cosas como "y bueno..." o amenazaban a sus hijos con "entonces vas a ir descalzo al jardín". La madre embarazada me miró, buscando complicidad. Le devolví la mirada y dije "hay un proyecto para que el aborto sea legal hasta que el nene cumpla 5 años".
A mí me pareció muy graciosa esa frase, pero no tuve quorum. Lo que si tuve, fueron varias miradas con mucha pero mucha cara de culo. Tal vez fue la perdida de sensibilidad, no estoy seguro. Lo que quiero contar es lo más poco sensible (o raro, o lo que sea) que me pasó en un show de Humor Negro. Y eso que pasaron muchas cosas raras. Hoy voy a contar esta historia que pasó hace unas semanas.
Eran las 9:26 de la noche, yo ya estaba en el camarín, faltaban 4 minutos para que comience el show. Daniel, mi compañero de elenco, todavía no estaba en el camarín. Salí a buscarlo y lo encontré caminando hacia boletería con una familia de 4, papá y mamá de alrededor de 40 cada uno y dos hijas de 8-10 años. El detalle es que una de las hijas, tenía síndrome de down. (N del A: digo tenía porque estoy contando la anécdota en tiempo pasado, estoy casi seguro que sigue teniendo síndrome de down aunque no me encuentro en condiciones de confirmarlo).
Cuando una persona con alguna discapacidad viene al show (por ejemplo, alguien en silla de ruedas) cambia el ambiente de la sala. La gente, el público, todos en general, somos hipócritas. En un show cualquiera, todo el mundo se ríe de los chistes de sillas de ruedas. Ahora, pones a una persona en silla de ruedas adelante y ya no se ríe nadie. Créanme, es así. Y esto ya paso decenas de veces. Por ejemplo, yo hago chistes de viejos en geriátricos y velatorios. Cuando hay alguna persona mayor en la sala, prácticamente nadie se ríe de esos chistes. Lo mismo cuando hago chistes de discriminación hacia cualquier país limítrofe. Si hago chistes de chilenos y hay chilenos en la sala, los chistes funcionan un poco peor. Y así sucesivamente.
Realmente creo que se puede hacer chistes con todos los temas. No hay límites en el humor, si en las personas. Hay gente que no puede hacer chistes de algún tema. Entonces, está bien que ellos no lo hagan ni quieran escuchar. Pero no por eso tenes que andar diciéndole a los demás con que pueden hacer chistes y con que no.
Hay muchísima gente a la que le encanta decir con que se puede hacer chistes y con que no. Sobre todo, en la página de Facebook de Humor Negro. Supongamos que publicamos un chiste de pedofilia y un idiota comenta "con eso no se puede hacer chistes, me gustaría saber si harías chistes si violan a tu hijo". Quiero aclarar que no haría chistes con eso porque me parece un tema demasiado serio. No tengo hijos y si, de repente, me aparece un hijo que no sabía que tenía, no me va a parecer nada gracioso. No voy a reírme de eso.
Yo tengo un bloque entero de mi monologo donde hago chistes con síndrome de down. Acá cualquier desprevenido podría pensar que soy un hijo de puta por hacer esos chistes. Tal vez sea cierto, aunque no estoy de acuerdo. Lo que intento hacer durante el show es elegir los temas más sensibles de todos y ver si logro hacer reír a la gente con eso. Con síndrome de down hago lo mismo. Y casi todas las funciones la gente aplaude esa parte.
Entonces, ya establecimos mi problema. Va a venir una nena con síndrome de down al show y me va a arruinar el monologo, porque nadie se va a reír de uno de mis hits. Cuando hay chilenos, discapacitados o lo que sea en la sala, yo hago los chistes igual. Porque es mi obligación tener un humor mucho más negro que cualquiera del público. La diferencia es que cuando viene alguien en silla de ruedas a un show de Humor Negro, esa persona sabe lo que está haciendo y sabe que tal vez haya chistes del tema. Pero con una nena con síndrome de down no es lo mismo. Porque el de la silla de ruedas sabe que está en silla de ruedas. Yo no tengo ni idea si una nena con síndrome de down sabe que tiene síndrome de down.
Me acercó a Daniel y tuvimos el siguiente diálogo.
Yo: ¿Sos pelotudo? ¿Cómo metes un down en la sala?
Daniel: Hace 10 minutos que le estoy diciendo que no vengan al show y no me dice nada.
Para este momento, la madre ya estaba en boletería. Antes que saque las entradas, la intercepto, la saludo, me presento como uno de los comediantes del show y le digo "te recomiendo fuertemente que no vengas al show, no es un show para todo el mundo y la vas a pasar realmente mal". Ella me miró, sonrió, volvió a mirar a la boletería y sacó las entradas. No estoy seguro si me escuchó o no. Tal vez era sorda. O sea, si la hija es down, no hay razón por la que ella no podría ser sorda.
Eran 9:29, faltaba un minuto para el show. La familia entra a la sala y van hacia una de las mesas del fondo. Se produjo un silencio en el resto del público (alrededor de 45 personas). Absolutamente todos vieron entrar a la nena con síndrome de down. De la nada, el ambiente se volvió tenso.
Daniel y yo entramos al camarín, era el momento de comenzar el show. Antes de salir al escenario, me dice "ni se te ocurra hacer los chistes de down, saltealos" y empezó el show.
El show dura una hora, hacemos 30 minutos cada uno. Durante sus 30 minutos, estaba volviéndome loco en el camarín sin saber que hacer. Por un lado, son mis hits, quiero hacer esos chistes. Me divierte hacerlos y a la gente le divierte escucharlos. Por otro, probablemente no iban a funcionar e iba a arruinar el show.
Agarré WhatsApp y empecé a consultar en diferentes grupos de amigos. La mayoría fueron respuestas del estilo "hacelo, no seas cagón" y bardeandome. Creo que no hubo ninguna respuesta realmente productiva. Y la gran mayoría no es reproducible en este blog.
Iban más de 25 minutos de show cuando por fin me decidí. No iba a hacer los chistes. Estaba concentrado en re-armar el orden del monologo, calculando cuantos minutos menos de ese tema iba a hacer y con que lo iba a reemplazar. Nervioso porque tenía poco tiempo y sin saber que iba a decir en el escenario en menos de 5 minutos.
Hasta que llegó el momento. Daniel terminó su parte, me presentó y salí al escenario. Saludé al público y justo antes de empezar el monologo, la madre de la nena down junto con la nena down se levantaron de su mesa y fueron caminando hacia la puerta. Silencio absoluto en la sala. Abren la puerta y se van. En el momento que se cierra la puerta detrás de ellas, hubo una especie de exhalación general. Cambió la energía del lugar, de repente todo el mundo se sintió totalmente aliviado. Difícil es de creer, pero se notaba la tensión en el aire y en un segundo desapareció y se liberó todo.
Ahí mismo me fui del monologo y le conté al público la verdad. Que tengo varios minutos de chistes de síndrome de down, que no lo iba a hacer pero que ahora ya fue, hago todos los chistes que tengo y más. Hubo mucha risa. Lo genuino y espontaneo (casi) siempre supera cualquier monologo. Empecé a hacer chistes de down en ese mismo instante. Fueron 4-5 minutos improvisando chistes de down cuando se volvió a abrir la puerta. Silencio absoluto nuevamente. Yo pensaba "no me digas que solo fueron al baño". Por suerte estaba equivocado, era la camarera con algún pedido.
"Que miedo" le dije al público. Todos se volvieron a relajar. Es increíble cómo se sienten los cambios de ambiente en tan solo un segundo. No sé si es energía o ambiente o aire o que. Aunque juro que es algo que se nota, que te pega en la cara y fuerte. Es algo muy raro y muy genial a la vez.
La chica down no volvió a entrar a la sala y yo tuve uno de los mejores shows en bastante tiempo. Cuando terminó la función, Daniel y yo salimos y saludamos a la gente en el hall. Uno a uno se van yendo mientras te felicitan por el show, te dicen lo bien que la pasaron y (a veces) te piden fotos. Otras veces, también salen con cara de culo y no hacen contacto visual. Esa es la gente a la cual el humor negro del show supera su límite de humor negro. Eso también me divierte.
Entre toda esta gente que salía y nos felicitaba, de golpe sale el padre de la nena con síndrome de down y su otra hija, la no-down. Ahí me di cuenta, cuando los vi, que la familia era de 4 y solo se habían ido 2. Se fueron con cara de culo y sin hacer contacto visual. Muy bien no la habrán pasado. Pensé por un segundo que era por mi propia insensibilidad. Aunque después se me fue esa idea y me di cuenta que fue por la de ellos. Si vos traes a una nena de 8 años con síndrome de down a un show de humor negro, al que le faltan algunos caramelos en el tarro es a vos, no a mí.
Monday, May 22, 2017
Los Curiosos Incidentes de un Presidente de Consorcio
Mi tercer período como Presidente del Consorcio trae unos cuantos inconvenientes que jamás hubiera imaginado. No por lo complejos, más bien todo lo contrario. Igual, antes de seguir el post, quiero aclarar una cosa. Cualquiera puede burlarme por ser Presidente del Consorcio. Cualquiera. Cualquiera menos Flor, porque si yo soy Presidente del Consorcio, quiere decir que ella es Primera Dama del Consorcio.
Como dije antes, tenemos administración nueva desde el 1ro de abril. Una de mis promesas de campaña es controlar a la administración y evitar que termine siendo cualquier cosa. Entonces, los primeros días de mayo cuando llegaron las expensas de abril, era mi oportunidad.
Había algunos detalles en las expensas a corregir, así que mandé al grupo de Whatsapp mis comentarios. En el grupo de Whatsapp estamos: las dos administradoras, los otros tres miembros del Consejo de Administración y yo.
Tenía que esforzarme mucho en los comentarios. Era mi primera Cadena Nacional como Presidente. Le puse mucho esfuerzo, empeño y dedicación. Y mucho amor. Les dije todas las cosas a corregir para el próximo resumen. Esto fue el viernes 5. A los pocos minutos de enviado el mensaje, una de las administradoras respondió que iban a contestar más tarde. Maravilloso todo.
En el otro grupo de Whatsapp, donde solo estamos los miembros del Consejo, una me felicitó por mi Cadena Nacional. Alabó mis dotes detallistas. Maravilloso todo nuevamente. Mi presidencia va viento en popa. Mis niveles de popularidad por las nubes.
El detalle es el siguiente. Adivinen si la administración respondió el viernes a la tarde. Dale, a que no adivinan. No, no respondió. Tampoco lo hizo el fin de semana, ni el lunes, ni el martes cuando mandé una consulta preguntando por mi reclamo. La misma que me había felicitado se sumó a mi consulta. Mi popularidad seguía subiendo. Pero la administración no respondió. El viernes otro reclamo, tampoco hubo respuesta.
Acá viene el dato divertido. El problema con la administración anterior fue la falta de comunicación. Cuando nos juntamos con esta administración, les dijimos que necesitamos más comunicación, que estén presentes, etc. Cosas bastante obvias. Nos dijeron que si a todo. Pero al momento de responder, fue lo mismo de siempre. Quien hubiera pensado que una administración de consorcios iba a decir que si a cosas que después no iba a cumplir con tal de agarrar un edificio nuevo.
El lunes les mandé otro mensaje, esta vez un poco más violento reclamando la falta de comunicación, que no responden mensajes, etc. Debido a la violencia, esta vez la respuesta fue instantánea. Y fue genial. La administradora me dijo que no me habían respondido antes porque le habían robado el celular. Genial. Excusa perfecta. Una mujer de 55 años, dueña (junto con una socia) de una administración de consorcios y con varios empleados a cargo utiliza una excusa de nene de primaria para explicar porque no hizo la tarea.
A ver, te explico. Si te roban el celular, avisas antes. Mandas un mensaje diciendo "me robaron el celular" y listo. O lo hace tu socia. O lo hace alguno de los 5 empleados. O mandas un mail. O algo. De verdad no puedo creer que una mujer de más de 50 años use excusas de nenas de 8. Menos mal que no está a cargo de todo lo relacionado con mi edificio, que sino me haría replantear varias cosas.
Friday, May 5, 2017
Profesor Jirafales – Parte II
Previously on YaVeremos: Profesor Jirafales
La otra vez me había quedado en la reunión con Alberto y todas las cosas que habíamos hablado. Materias, carreras, los alumnos de la actualidad, millennials que no sueltan el celular y demás cosas. Eso había sido el 12 de diciembre.
16 de diciembre envié todos los formularios vía mail. Laura, la secretaria, los leyó y me indicó que estaba todo en orden.
22 de diciembre llevé a la facultad los formularios impresos y firmados, junto con copias de todos mis títulos y fotos 4x4 color. Llegamos fin de año, enero con facultad cerrada y nos trasladamos a febrero de este año.
7 de febrero le escribí a Laura, quien me contestó el mismo día que se iban a poner en contacto conmigo.
20 de febrero, me escribe Laura para invitarme a una reunión de docentes a realizarse el sábado 4 de marzo a las 8am en la facultad. Fueron y vinieron unos mails, donde yo le aclaraba que aún no era docente.
1 de marzo, Laura me escribe avisándome que fui designado para ser profesor de dos materias: Investigación de Mercado y Marketing Estratégico. La primera dentro de la carrera de Comercio Exterior, a la cual yo nunca había hecho referencia. Y una de las dos durante el turno tarde, en el cual yo había explicado que no podía. Le expliqué a Laura la situación, me respondió que lo hable con el director de carrera el sábado 4 durante la reunión de docentes.
4 de marzo, reunión de docentes. No sé cómo empezar a contar las siguientes 4 horas de mi vida. Creo que podría escribir 4 libros de esas 4 horas. Fue algo totalmente inverosímil. La primera parte de la charla era exclusivamente para los docentes de primer año. Éramos unos 30 profesores. Bah, 29 profesores y yo. Más los 4 directores de carreras. Se fueron presentando uno a uno y contando que cosas están haciendo en sus respectivas carreras.
Me gustaría poder hablar de la excelencia académica. Juro que me gustaría hacerlo. Lamentablemente, va a ser imposible. Creo que si alguna vez tengo hijos y su maestra de primaria me cuenta cosas como éstas, le pegaría por inútil.
El director de la carrera de hotelería nos hablaba de las excursiones que hacían en el curso. Que fueron al Sheraton y al Hotel de los Inmigrantes. Hablaba de la importancia de ir de excursión. Contó que durante el 2016 hicieron 17 actividades extra-curriculares y esperan que en el 2017 poder hacer muchas más. Y que depende de nosotros, los docentes, para lograrlo.
Los directores de carrera se trataban unos a otros de usted. Y cuando algún profesor hacia una pregunta, el trato también era de usted. "Ahora va a hablar el director López" decía uno y el otro respondía "muchas gracias profesor Pérez". Todo muy empleada publica de Gasalla.
Durante la charla se expuso el tema de los millennials y sus problemas. Entre ellos, su escasa tolerancia a la desilusión que sufren. Aparentemente, si reprueban un parcial, dejan la carrera. Entonces, es importante en nuestra labor docente hacer simulacros de parcial y poder hablar con ellos y comprenderlos, ayudarlos con las tareas y estar atento a sus necesidades.
Alberto contó que los millennials son casi exclusivamente audiovisuales, por lo tanto, es importante que las clases sean dictadas con métodos audiovisuales. Un docente lo interrumpió y, tratándolo de usted, le preguntó que iba a hacer la facultad al respecto. Porque todo muy lindo con los medios audiovisuales, pero la universidad solamente cuente con tres proyectores. Entonces, si los millennials necesitan métodos audiovisuales, la universidad sabe esto y le pide a los docentes que utilicen medios audiovisuales pero no provee los medios audiovisuales necesarios, digamos que estaríamos entrando en un ciclo infinito de inutilidad absoluta. También conocido como Universidad de Belgrano.
La respuesta de Alberto al docente fue genial. Le dijo que en esos casos es donde se va la creatividad del profesor. En lugar de usar el proyector puede, por ejemplo, dramatizar una clase. Yo pensaba ser docente de ciencias económicas, pero creo que iba a terminar dando teatro y expresión corporal en la UB. "Dramatizar el tema del día". Alberto es un crack.
Dos horas de charla y después un pequeño intervalo durante el cual comimos medialunas y fueron llegando más profesores. Para la segunda parte ya estábamos citados todos los docentes.
Durante el recreo, me acerqué a Alberto para consultarle mi situación y me mandó a hablar con Carlos, el director de la carrera de marketing. Fui a hablar con Carlos y le conté mi situación. Me dijo que me veía cara conocida, pero que puede ser porque vio mi foto 4x4 en la ficha, y que no sabía nada acerca de mi designación. Nada muy sorprendente, siendo honestos. Indicio número 289 que no me querían en esa facultad.
En la segunda parte de la charla continuó la disertación acerca de los millennials. Ya había 100 profesores en el aula. Salvo 4 (los conté) el resto uno más zaparrastroso que el otro. No les pido un fashion emergency un sábado a la mañana, pero de verdad era un look increíble. Todos, absolutamente todos (menos 4) parecían empleados públicos que compraron ropa por última vez en 1994. La gran mayoría de entre 50 y 60 años. Tampoco digo que yo me vista bien, voy por la vida con jean, zapatillas y camperita. Todos los días y en todas las situaciones. Hace un par de semanas tuve un velatorio y fui así. Pero juro que no es lo mismo.
Aparentemente los millennials están todo el día usando el celular. Al menos esa era la queja principal de los docentes. Mientras se quejaban, yo conté 14 docentes usando el celular durante algún momento de la charla. A 8 de los cuales llegué a verles la pantalla y era WhatsApp o Facebook.
Por favor que alguien me explique el párrafo anterior. Porque si un profesor universitario (o al menos de la UB) se queja de que sus alumnos usan el celular durante sus clases; y ese mismo profesor va a una clase dictada por el director de carrera y usa el celular, ¿de qué carajo se queja después? ¿Qué está reclamando? Hay que ser muy pero muy hipócrita.
Ante los reclamos de los celulares, Alberto decía que lo importante era mantener interesados a los alumnos. "Hay que hacer un estan-up"(sic) llegó a decir, mientras se ponía en semi perfil a la audiencia y esperaba un aplauso que nunca llegó.
Gran parte de la charla hizo referencia a que los alumnos eran, como decirlo, un poco tontos. Pero, viendo a los profesores, creo que eran alumnos apropiados.
6 de marzo les envío un mail a Alberto y a Carlos consultando mi situación. Otra vez no tuve respuesta.
8 de marzo me envía un mail Susana Giménez (juro que el nombre es real) para agendar una entrevista al día siguiente con la ingeniera Emma y con la ingeniera Adriana.
9 de marzo, voy a la entrevista. Las ingenieras debían tener unos 70 años cada una. Supongo que a estas cosas se refería Alberto cuando hablaba de renovación. Y, entre ellas, se decían ingeniera. Y a mí me decían profesor. "Pase por acá profesor" y consultaba "ingeniera, está bien si me siento acá" y la otra respondía "por supuesto ingeniera". Cualquier similitud con Chespirito y "digame licenciado" es mera coincidencia.
Las ingenieras me hicieron preguntas muy inquisitivas, que tenían anotadas en una planilla. Por ejemplo, en caso de un conflicto en un aula, como actuaría yo. Trataría de apaciguarlo o lo fomentaría. O cómo sería yo dando clase, qué importancia le daría a las actividades extra-curriculares, si los llevaría de excursión a algún lado o si los obligaría a hacer trabajos prácticos, entre otras.
Me preguntaron también acerca de la edad de los estudiantes. Respondí algo como que es raro cuando te das cuenta que un estudiante que nació a fines de la década del 90 no vivió un montón de cosas que forman parte de tu vida o que para vos fueron importantes. Como ejemplo, di el River tricampeón de Ramón, que fue de lo mejor que vi.
Me pareció una buena idea charlar sobre River con las ingenieras. Si eso parece sorprendente, más sorprendente fue la respuesta. Una de las ingenieras dijo "yo me quedo con Passarella antes que con Ramón". No quería contradecirla, pero me encontraba en una posición extraña. Solo comenté que la presidencia de Passarella empaño levemente su figura de ídolo. La ingeniera contestó que hablaba de Passarella jugador y técnico, no presidente y pasó a contarle la siguiente anécdota a la otra ingeniera.
Estábamos viajando con Lucía, me miró y aclaró que Lucía era su hija, y en el mismo avión estaba Passarella. Cuando llegamos, Passarella se le acercó y le empezó a hablar. Imaginate, Lucía toda despeinada del avión, sin maquillaje ni nada y Passarella le hablaba y le decía de tomar algo. Increíble.
Aparentemente, Passarella es más que Ramón porque se quiso garchar a la hija de la ingeniera. Así está el mundo.
El resto de la entrevista con las ingenieras fue sobre ruedas. Me comentaron que ya estaba asignado a dos materias. Respondí que no sabía nada al respecto. Me recomendaron con mucho énfasis que fuera urgente a ver a Alberto y/o a Carlos en ese mismo instante. Eso hice. Pero ni Alberto ni Carlos estaban en sus oficinas. Les envié un mail. Adivinen si me respondieron. Dale, a que no adivinan. No, no me respondieron. Indicio número 873, pero yo seguía sin escarmentar.
Igual quiero reconocer que de todas las personas que conocí en la UB, las ingenieras fueron por lejos las más simpáticas. Eran como abuelitas buena onda.
9 de marzo, recibo un mail de Cecilia en el cual me comentan que mi casilla de mail @ub ya estaba creada. Intente usarla, pero no funcionaba. Quién lo hubiera imaginado. Le respondí a Cecilia y a soporte técnico. Adivinen si me respondieron. Dale, a que no adivinan. No, no me respondieron. Indicio número 874, pero yo seguía sin escarmentar.
13 de marzo, vuelvo a escribirle a Carlos, nunca me responde.
14 de marzo, le escribo a Susana Giménez consultando por mi situación. Me informa que ya estoy dado de alta con el número de legajo 30.439 y que la Lic. Quiñonez, Vice-directora de Plantel académico, informará mi situación al Decano y al director de carrera. Obviamente tampoco tuve respuesta. Ya creo que llegué al indicio número 931 que la UB no me quería. Igual seguía haciendo un esfuerzo para llegar al mil. A los mil indicios participaba por un sorteo por un 0km.
Casi que había dado el tema por terminado, hasta que, para mi sorpresa, el 7 de abril me llegó un mail de Silvia, del sector Dirección Ejecutiva Área III. El nombre es totalmente cierto, está en la firma de su mail. Dirección Ejecutiva Área III me sonó muy precido al Sector 7G de la Planta Nuclear. En ese mail, me invitaba a dar el coloquio el día 27 de abril.
Respondí el mail con lo mismo que escribí en este post. Más resumido, obviamente. Ponía fecha y situación, de todas las veces que no me recibieron ni me respondieron los mails. Y al final agregué: Viendo todos los hechos, creo que está más que claro que tengo un real interés en comenzar a dar clases en la UB. No estoy del todo seguro que la UB tenga el mismo interés que yo.
Ahora, respondiendo tu mail respecto al coloquio, el 27 de abril a las 14.30 no tengo inconveniente. Lo que me gustaría saber es que tema tengo que dar en el coloquio, que materia voy a dictar en la facultad, cuando y donde voy a dictarla, en que cátedra, con que programa y quien sería el director de la carrera; así puedo comenzar a preparar el coloquio. Muchas gracias.
Esa fue mi respuesta. Confieso que esperaba que me manden a la mierda después de ese mail. Convengamos que me lo hubiese merecido. Los tipos me boludearon por varios meses, yo pude mandar un mail descargandome, ahora era su turno de dar por terminada la situación. Pero no fue así.
En los siguientes 10 minutos recibí tres mails. El primero, de Silvia diciendo que se iba a encargar de mi situación. El siguiente, de Carlos citándome para hablar del coloquio para el día siguiente. Y después otro de Silvia para re-confirmar el coloquio para el 27 de abril. Le respondí que si a todos.
Me quedé bastante sorprendido. A esta altura, ya no me interesaba ser profesor en la UB. Voy a decir la siguiente frase políticamente correcta. No me creo más que nadie ni me creo menos que nadie. Quería la experiencia y ver si era capaz de hacerlo. Eso fue lo políticamente correcto. Ahora voy a decir la verdad. Me creo muchísimo más que todos los profesores y empleados dela UB con los que tuve que lidiar y me creo más que profesor de la UB.
Igualmente iba a ir a la charla con Carlos, solo para ver qué onda. Lo hablé con Flor y me dijo "anda y fijate, por ahí sos profesor o por ahí sale un buen post para Ya Veremos".
Día siguiente. Era el día de la reunión con Carlos. Me levanté para ir al laburo y me duché con todos los días. Llovía mucho. Agarré el celular y tenía un mail de Alberto, que se los copio.
Estimado Alejandro
Tengo entendido que hoy tenías una reunión con el Lic. Carlos al mediodía. Lamentablemente, en función del mail que enviaras a plantel docente, no hemos podido identificar una vacante para que te incorpores al plantel docente. En este sentido quería evitarte la molestia de acercarte hasta la Universidad en un día tan lluvioso. No obstante, quedamos en contacto para futuras oportunidades.
Cordialmente
Alberto es un genio. En ese mail deja en claro que no me van a contratar por el mail que yo les mandé y devuelve el boludeo con lo del día lluvioso. Cualquiera podría pensar que el decano de una universidad tan prestigiosa (y docente de otras 2 universidades) iba a estar más allá de responder un mail como el mío. Pero no. Alberto se subió a mi nivel y me respondió como yo me merecía. Un crack. Alberto, te banco. Sabelo.
Por lo de ser profesor universitario, estoy en condiciones de afirmar que lo de la UB quedó descartado. Ahora a seguir en la búsqueda. La semana que viene tengo una entrevista con el director de carrera de otra universidad. Una que me queda cerca del laburo. Ya veremos.
Wednesday, May 3, 2017
La Administración, el Músico y la Perra
Supongo que alguna vez escucharon la expresión "agua que no has de beber, dejala correr". Eso hice yo. Pero aparentemente no estuvo bien eso. Igual, para llegar a esa parte, tengo que contar otra historia. Y después otra. Y por último una más. Y ahí vamos a llegar. Despacito.
Primera Parte: La Administración.
Conté hace unos posts atrás que el administrador Aldo Rico renunció y vino otro, que resultó todavía peor. Había que sacarlo a este también. Me puse el consorcio al hombro e hice una de las cosas que mejor se hacer: hinchar las pelotas. Me puse muy pero muy hinchapelotas con la administración y logré que presenten la renuncia. Fueron varios días de atacarlos vía teléfono, mail y whatsapp a absolutamente todos los dueños, empleados y familiares; que en mi experiencia en las administraciones son todos más o menos los mismos. Porque una administración que se precie de sí misma, emplea a sus propios hijos. No voy a entrar en detalles porque es largo y aburrido. Los dejo para otro post.
La cosa es que la administración renunció y tuvimos una reunión de consorcio con la nueva administración. En esta reunión apareció un chabón a quien no conocía. Con el propósito de no develar su verdadera identidad, vamos a llamarlo Martin. Ok, lo admito, su verdadero nombre es Martin. No se me ocurrió ninguno. No me juzguen, por favor.
Segunda Parte: El Músico
Martin es músico y vive exactamente en el piso de abajo al mío. Y toca el piano. Porque es músico. Pero no cualquier músico, es un músico groso. Compuso las canciones para muchos programas de televisión. Eso lo sé porque lo googleé.
Al finalizar la reunión, Martin y yo nos quedamos charlando un rato. Hace casi un año que vive en el edificio y resultó muy buena onda. Intercambiamos alguna que otra anécdota y no demasiado más.
Tercera Parte: La Perra
La perra es Toscana, quien está muy cerca de cumplir dos años. Y dos años menos 45 días viviendo en casa. Con mucho orgullo puedo afirmar que ya está bastante instruida. Dentro de lo posible, claro. Ni Flor ni yo habíamos tenido nunca perro, así que el "bastante instruida" por favor tómenlo con ciertas licencias literarias.
Una de las cosas que Toscana aprendió durante todo este tiempo, y de lo cual estoy realmente muy orgulloso, es a realizar sus necesidades fisiológicas en el balcón. Resultó mucho trabajo. Mucha limpieza de orín en el living, al ritmo de gastar casi un rollo de cocina por día. Pero hoy Toscana hace sus cosas en el balcón o en la calle. Hace muchos meses que ya no hace nada adentro.
Creo que llegó el momento donde lograron entrelazar las historias. Por si hubo algún desprevenido, paso a detallarlo. Toscana hace pis en el balcón y debajo de mi balcón está el balcón de Martin. A que no adivinan donde (fuerza de gravedad mediante) cae el pis de Toscana.
En esa charla con Martin que prosiguió a la reunión con la nueva administración, en un momento Martin me dijo "Disculpa que te pregunte esto, pero..." y daba varias vueltas y me pedía disculpas muchas veces. Como con cierto miedo a lo que me iba a decir. Muy educado. Demasiado, quizás. Continuaron los preámbulos unos segundos más hasta que finalmente Martin lo dijo. "A veces cae agua sucia de riego de las plantas tu balcón al mío..." Los puntos suspensivos fueron una pausa que dejó Martin al finalizar la oración y volvió a pedir disculpas. Lo interrumpí pidiéndole disculpas yo a él y diciéndole que voy a averiguar qué fue lo que había pasado.
En realidad, no hay demasiado que averiguar. No es agua de riego, es pis de Toscana. Hablé con Toscana e hizo oídos sordos, algo llamativamente difícil, debido al gran tamaño de sus orejas.
Unos días más tarde, alrededor de las 8:40 de la mañana, Flor y yo ya despiertos. Toscana se levantó y corrió hacia el balcón para su primera orina de la mañana. Esa que se acumula de toda la noche y es un tanto más abundante que la de las demás. Salió al balcón, se puso en posición y comenzó a orinar. Hermoso todo. La naturaleza en todo su esplendor. Y después, la fuerza de gravedad en todo su esplendor. La orina comenzó a deslizarse por el balcón hasta llegar al extremo y comenzar a caer al vacío. Apenas unos segundos después, gritos desaforados de "Ale", "Ale", "Alejandro" provenían desde afuera. Era Martín, quién ese mismo día había decidido desayunar en el balcón.
Supongo que alguna vez escucharon la expresión "le cayó como un balde de agua fría". Bueno, en este casi sería algo más parecido a "le cayó como orina caliente sobre el desayuno". Todo el pis de Toscana fue a parar a la mesita que Martin había colocado de forma muy paqueta en su balcón y sobre la cual estaba todo el desayuno listo.
Los gritos continuaron por unos segundos más. A Flor le dio miedo, agarró a Toscana a upa y me dijo "me voy a esconder al baño". No pregunten por qué, a ella le pareció la manera apropiada de actuar. Mientras ocurría eso, se empieza a escuchar el ruido del ascensor. Me dio un poquito de miedo que sea Martin. Pero no, el ascensor no freno en nuestro piso. Flor y yo seguíamos como estatuas, tratando de no hacer ningún tipo sonido por si aparecía Martin del otro lado de la puerta. Toscana seguía a upa de Flor.
Deje pasar unos minutos y me fui para el trabajo. Subí al colectivo, agarré el celular y tenía un whatsapp de Martin haciendo alusión al "agua sucia de riego". Aunque creo que para ese momento ya sabía que no era realmente agua. Supongo que alguna vez escucharon la expresión "meado por los perros". Bueno, creo que Martín ya lo sabía. O al menos lo sospechaba fuertemente. El desayuno de Martin también lo sabía.
Le respondí el mensaje diciendo que justo me estaba yendo y que debió haber sido la chica que limpia que estaba regando las plantas. No tengo chica que limpia. Tengo a Flor, que es chica, pero no limpia. Igual Martin desconoce ese detalle.
Durante los siguientes días, Toscana salió a dar vueltas manzana como nunca en sus casi dos años de vida y siempre hizo sus necesidades en la calle. Yo fui a Easy a comprar unos bordes de aluminio y pegamento y con Flor lo pegamos en el piso del balcón. Desde entonces, Toscana casi no hace sus necesidades en el balcón porque no le gusta el olor a pegamento. A Martín nunca más le llovió y todos fuimos felices.
Tuesday, April 25, 2017
Profesor Jirafales
La historia que sigue es totalmente verídica. Algunos nombres fueron modificados para preservar la identidad (y pseudo-dignidad) de los involucrados.
Buscando cosas nuevas para hacer, algún desafío interesante y después de que Flor me martillara la ocurrencia en la cabeza, apareció la idea de ser profesor universitario. O sea, profesor-profesor no. O sí. En realidad más o menos. La idea era dictar una clase y ver qué onda. Era un proyecto que me llamaba la atención por varios motivos. Entre otros, saber si era capaz de hacerlo y además te permite estar en contacto con estudiantes actuales y ver qué pasa.
Me decidí por la Universidad de Belgrano, honorable casa de estudios si las hay. Contra la creencia popular, no fui a la UB por ser graduado de ahí, ni por su excelencia académica, ni por su alta calidad en materia docente, ni por su inagotable presupuesto en investigación y desarrollo, ni por las docenas y docenas de graduados con honores que actualmente se encuentran en importantes posiciones en el ámbito político y económico mundial. Todo eso me lo ofrecía la UB como un plus. Yo la había elegido porque me queda cerca de casa. Porque si lo que queres es sacarte la duda de si serias bueno o no para algo, siempre mejor que esa duda se encuentre a una distancia a la que puedas ir caminando.
Luego de pasar por algunas personas vía LinkedIn, el 17 de noviembre me contacté por mail con Alberto. Fueron y vinieron varios mails donde le conté mi situación, pero no logramos coordinar una reunión. Repito. Vía mail, no logramos coordinar una reunión. Ese debería haber sido un importante indicio, del cual lamentablemente me percaté mucho tiempo después. Ya lo saben, soy lento para estas cosas.
23 de noviembre. Luego de casi una semana sin mensajes, volví a escribirle a Alberto. Tampoco pudimos coordinar una entrevista. Segundo indicio. Segunda vez que no me doy cuenta.
1 de diciembre. Nuevamente le escribo yo a Alberto, esta vez fueron y vinieron varios mails y logramos superar los obstáculos y pactar una entrevista. La tercera fue la vencida. Probablemente se estén preguntando porque no lo habíamos hecho antes. Que tremendo inconveniente se interponía entre Alberto y yo que no nos dejaba reunirnos y ser felices juntos. Desconozco. La rutina era que le mandaba un mail, el me respondía, eso lo hacíamos dos o tres veces más y al momento de agendar reunión, dejaba de obtener respuesta. Igual no me desanimó la situación. Ahora ya tenía una entrevista. Estaba totalmente expectante y ansioso esperando el día 6 de diciembre donde Alberto y yo finalmente nos encontraríamos.
Fueron cinco días eternos, pero logré sobreponer la ansiedad, sobrevivir a la expectativa y el 6 de diciembre 10 minutos antes de la hora pautada, me encontraba en el sexto piso de la Universidad de Belgrano listo para encontrarme con Alberto. Solo faltaba un pequeño detalle. Uno muy pero muy pequeño. Casi insignificante diría yo. Ese detalle, era Alberto. Alberto no estaba. Y una reunión con Alberto pero sin Alberto es un poco difícil. Es más, me animaría a afirmar que es imposible. Nadie en la universidad sabía del paradero de Alberto ni disponía de su número de celular para llamarlo. Desde el lugar de los hechos y mientras esperaba, le envié un mail. 20 minutos más tarde y sin haber tenido respuesta del mail, me fui. Tercer indicio. Pero yo no escarmiento.
Una hora más tarde, me escribió Alberto preguntándome si seguía en la universidad. Obviamente no estaba. Fueron y vinieron varios mails hasta coordinar una nueva reunión para el día 12.
12 de diciembre. Finalmente logré reunirme con Alberto. Hablamos de la educación en general, de la UB, de las diferencias entre los alumnos actuales donde (según él) están todo el día con el celular y otras cosas. Me contó que también es docente de la UBA y la UCA. A ver si se entendió bien. El decano de la UB, la máxima autoridad de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano tiene tres trabajos. Si, tres. No uno, no dos, sino tres. Todos sospechamos que los docentes no ganan muy bien, pero si al decano no le pagan un sueldo full-time, imagínense lo que les queda a los demás.
También hablamos sobre las materias que yo podría dictar, quedamos en que iba a completar un formulario y seguía todo en pie como para que empiece a dictar clases en el primer cuatrimestre del 2017.
Adivinen si eso pasó. A que no adivinan. No, obviamente no paso.
Esta historia continuara.
Wednesday, February 22, 2017
Revelado
Me llamo Alejandro e imprimo fotos. Si, lo admito. Soy de los que en pleno 2017 todavía manda fotos a imprimir. No solo eso, también hago los álbumes de viaje. Hace unas semanas, empecé a armar el álbum del viaje que hice con Flor a Europa en agosto pasado. Preparé la selección de fotos, casi 200. No está tan mal teniendo en cuenta que entre los dos celulares y la cámara había cerca de 2300.
Las fotos se pueden mandar a imprimir a un local de Kodak, donde te cobran $8 cada foto. O a una de esas páginas de internet donde vos subís las fotos vía web y las retiras por un comercio, ahí te cobran entre $3 y $4 por foto, dependiendo de la promoción/cantidad de fotos. Obviamente fui por la segunda alternativa.
Compré el cupón en Envia Tu Foto y las mandé a imprimir. Dos semanas más tarde, me avisaron que estaban listas y fui a retirarlas. Acá es importante aclarar que el sistema es totalmente online. Vos subís las fotos, pagas y después las retiras por in comercio adherido que no tiene nada que ver con Envia Tu Foto. Para reclamos, hay únicamente una dirección de mail. La vida moderna es así.
Agarré todas las fotos y fui a mi casa. Me puse a verlas y, oh sorpresa, algunas estaban cortadas. Paso a explicar. Algunas fotos sacadas desde los celulares (no la cámara) estaban en formato wide. Esas fotos, en lugar de imprimirlas con una franja blanca arriba y otra abajo respetando el formato wide, Envia Tu Foto resolvió cortarlas a los costados para mantener el formato standard de impresión de 13 x 18cm. En otras fotos, en cambio, sí respetaron el formato wide y las imprimieron con las franjas blancas. Algunas si, otras no, todo a su criterio. Cosa de mandinga.
Cuando te cortan la foto, te sacan parte de la misma. Ponele que estás parado arriba de un puente en Praga y decís "caramba caramba, pero que magnifico y bello es este paisaje, voy a retratarlo para la posteridad con la cámara de mi celular" y acto seguido, le sacas una foto. Y mandas a imprimir esa foto. Y cuando ves la foto impresa, al paisaje le sacaron un 10% de cada lado. Digamos que no es lo mismo. Acá alguno podría "10% tampoco es tanto, no te quejes". Es un 10% de cada lado, 20% en total. 20% de 18 centímetros.
Imagínense algo de 18 centímetros. Cualquier cosa. Lo primero que les venga a la cabeza. Cualquier cosa. Ya se lo que están pensando. En una zanahoria. Por ejemplo, vas a la verdulería para comprar zanahoria para preparar una deliciosa ensalada. Ves una linda zanahoria de 18 centímetros de largo y estás re contento por los 18 centímetros que te vas a comer. Pero llegas a tu casa, pones la mesa, estás listo para comer y esos 18 centímetros ahora son 14,4 centímetros. Como que pensas que algo te estaría faltando. Incluso podes llegar a quedarte con hambre.
Mandé un amable mail a la gente de Envia Tu Foto explicando la situación y pidiendo que vuelvan a imprimir las fotos wide en formato wide. Me respondieron rápidamente expresando que fue culpa mía. Algo lógico. Porque tal vez, inconscientemente, yo deseaba arruinar mis propias fotos. Volví a mandarles un mail, esta vez no me respondieron.
Entonces, gracias a dios Google, encontré el nombre y mail del Gerente Comercial de Envia Tu Foto y decidí llevarle a él mi reclamo. Le escribí el mail que les copio a continuación.
Ezequiel, cómo estás?
No nos conocemos, conseguí tu mail a través de Google y vi en LinkedIn que sos Director Comercial en Envia Tu Foto. Tuve un problema con mi último pedido, el número 22XXX.
Hace unas semanas mandé a imprimir fotos de mi último viaje a Europa, donde estuve con mi esposa en agosto pasado. Algunas de las fotos estaban en formato wide. Mucha fue mi sorpresa cuando fui a retirar las fotos y encontré que algunas de ellas habían sido cortadas. Otras, en cambio, dejaron las franjas blancas arriba y abajo.
La decisión de cortar la foto o dejar las líneas blancas corrió pura y exclusivamente por cuenta de un empleado/a de Envia Tu Foto. Según me explicaron, el criterio que utilizan es "por ej queda fuera de la imagen la cabeza de alguna persona". Estoy muy a favor con el criterio de no cortar cabezas. Cuando veo fotos de gente que corta cabezas, como las de Isis que aparecen en los diarios, me parece que hieren la sensibilidad innecesariamente. Y eso que son solamente fotos, supongo que los protagonistas de dichas fotos la deben estar pasando mucho peor. Por eso quiero que sepas que apoyo fervientemente el lineamiento de su compañía de no cortar cabezas.
Así y todo, si cortan sin ningún tipo de empacho cualquier monumento histórico, tal como lo hacen los yihadistas con las ciudades que conquistan, algo con lo que estoy en contra. En mis fotos, cortaron parte del Partenón, la cúpula del Duomo de Milán, de la catedral de Praga, el techo de la opera de Viena, un molino en Ámsterdam, entre otras cosas. Cuando decidí sacarme una foto con el molino de fondo, para mí era realmente importante que las aspas del molino se vieran en la foto. Me encuentro en condiciones de afirmar que las aspas del molino son el motivo del molino. Las aspas hacen a que un molino sea un molino. Un molino sin aspas, más que un molino es un poste. Y una foto con un poste de fondo, por más que sea un poste en Ámsterdam, no tiene tanto glamour como el que algún empleado/a de Envia Tu Foto pudiera llegar a suponer.
Cuando les envié el mail explicando mi inconveniente, me respondieron que en realidad el problema había sido mío por no elegir la opción pleno papel. Algo que, evidentemente, es cierto. Así y todo, no logro entender porque decidieron cortar algunas fotos y otras no, incluso donde no había cabezas. Ni tampoco entiendo porque no me enviaron un mail consultando el inconveniente.
Creo que acá puede haber dos posibles motivos. El primero, es que esto pasa en varias situaciones y ustedes no pueden contactarse con cada uno de los clientes. Puede que estén en lo cierto. Pero si fuera ese el caso, querría decir que la opción "pleno papel" no es del todo clara y tal vez fuera conveniente que modifiquen su web.
El segundo motivo es que asumieron que yo había elegido correctamente la opción pleno papel. En cuyo caso, mi queja seria a la inversa, consultando porque dejaron las franjas blancas en algunas fotos.
Igualmente, mi motivo de consulta es otro. Vivimos en una sociedad totalmente apática y con nulo servicio de atención al cliente. En este caso, Envia Tu Foto puede considerar que fue un error del cliente e ignorar completamente mi reclamo. O podría tener una actitud pro-activa hacia un cliente disconforme y solucionar un inconveniente.
En total son unas 100 fotos, cuyo costo para Envia Tu Foto no debería superar los $150, siendo totalmente exagerado. Por $150, Envia Tu Foto va a ganar algo que vale muchísimo más, que es un cliente muy feliz y de por vida. Si atienden mi reclamo y vuelven a imprimir mis fotos, yo te prometo que cada vez que tenga que imprimir fotos durante el resto de mi vida, voy a usar Envia Tu Foto, aun si llega a ser más caro que la competencia. Incluso si alguien me consulta donde imprimir fotos, siempre voy a recomendar Envia Tu Foto. Para mí, tener un cliente fidelizado de por vida por $150 me parece una verdadera ganga.
Por otro lado, pueden perfectamente ignorar mi reclamo y mantenerse en la postura que el error fue mío y ustedes no tienen por qué responder ante un error del cliente. Algo que también sería totalmente valido. Pero es algo que hacen todas las empresas. Tal vez ustedes quieran ser diferentes. Tal vez a ustedes les importa el cliente y que esté contento con el producto que compra.
Muchas gracias por tu tiempo, quedo a la espera de tu respuesta.
Saludos,
Confieso que no esperaba respuesta alguna. Hubiera apostado el 80% de mis ahorros a que jamás me iban a contestar. Y el 19,99% restante a que me volvían a responder que fue mi culpa.
El 0,01% restante a que me iban a imprimir las fotos otra vez. Porque la esperanza es lo último que se pierde.
Pero me equivoque. Tan solo 3 horas después de enviado mi mail, Ezequiel me respondió algo que jamás imagine. Ahora estás pensando que se me cumplió el 0,01% y me iban a imprimir las fotos otra vez. Dale. ¿En serio pensas eso? No nos conocemos hace rato ya como para saber que YaVeremos no funciona así. No, Ezequiel no respondió eso.
Ezequiel contestó que desde noviembre no trabaja más en Envia Tu Foto y que le iba a pasar mi inconveniente a Fernando. Aclaro que no se quién es Fernando. No conozco a ningún Fernando que trabaje en Envia Tu Foto ni nada parecido. Ni conozco a ningún otro empleado. Otra vez a foja cero.
El mail a Ezequiel lo había enviado copiando al mail de atención al cliente. Al día siguiente, ellos me respondieron. Recalcaron que el error había sido mío; pero, como excepción y por única vez, iban a imprimir las fotos otra vez. A cambio, yo debía llevarles las fotos mal impresas para que pudieran destruirlas. Así que nuevamente hice un pedido de fotos y en unas dos semanas voy a tener las fotos del viaje a Europa impresas correctamente.
Más allá de todo chiste, quiero agradecer a toda la gente de Envia Tu Foto y prometo cumplir con mi palabra. Desde el día de hoy, voy a ser un cliente fiel y siempre utilizar su plataforma para imprimir fotos. Tengo tantas anécdotas de empresas, comercios y empleados que atienden mal que, una vez que resuelven un problema, vale la pena destacarlo. Muchas gracias.
Thursday, February 9, 2017
Violencia de Género
Anoche fue la segunda función de Humor Negro del año. Entradas agotadas, salió muy lindo, estrené un poquito de material nuevo (que hace mucho que no hacía). No se puede pedir más. Entre el público, había una chica. No voy a develar su nombre real, así que vamos a llamarla Marta.
Marta es, como decirlo, una grouppie del standup. No mía, claramente. Yo no tengo grouppies. Bah, una vez tuve una, pero no estaba buena la mina. Que fea situación que te aparezca una grouppie y que encima sea fea. Cuestión, Marta es una chica que fue a verlo a Daniel (mi compañero de show). Esa es su movida. Conoce chicas por las diferentes redes sociales y las invita al show. Le va bastante bien con este sistema.
Cuestión, Marta vino al show con una amiga. A la salida, nos quedamos hablando un rato los cuatro: Marta, su amiga, Daniel y yo. Que el show salió muy bien, que somos re graciosos, cosas del estilo. Ya eran casi las 11 de la noche y yo tenía hambre. Todos los miércoles cuando terminamos el show, Daniel y yo vamos a cenar. Y ahora no estábamos yendo a cenar, sino hablando con estas dos chicas. Y yo prefería ir a cenar.
Visto y considerando que Marta y su amiga seguían hablando y no se iban a ir, acordamos en que salíamos los cuatro juntos y nos acompañaban a cenar. Empezamos a caminar hacia la puerta del Paseo La Plaza y aparece Lau. Lau es la encargada del lugar. Por un lado, me cae muy bien porque es buena onda. Por otro, me cae muy mal porque ganó el Mortal Contest 2016. Ese que yo iba punteando como un campeón y en diciembre pegó dos aciertos en cuatro días y me pasó.
El tema es que Lau nos ve salir a los 4 caminando, se acerca y me dice bien fuerte para que escuchen todos "saludos a Flor". O sea, ella no sabía que iba a hacer yo. No es amiga de Flor, solo la vio dos o tres veces en su vida. Así y todo, le pareció importante aclararles a las dos minas estas que yo estoy con alguien. ¿Por qué? ¿Y si yo me iba a garchar a alguna? ¿Qué sabe ella? ¿Por qué la necesidad de salir en defensa de la fidelidad o de algo que no sé qué es y nadie le pidió?
Eso también es violencia de genero. Sepanlo. Ni uno menos.
Wednesday, February 1, 2017
Agente Agente
Demoro menos en ir a Mordor, tirar el anillo y volver que en conseguir un agente literario. Es absolutamente imposible conseguir un agente literario. Pero, como premio consuelo, puedo decir que en la búsqueda me encontré con personas cuanto menos curiosas. Una de ellas, es María del Rosario.
Aprovecho para aclarar que el trabajo del agente literario consta de los siguientes pasos.
1. Leer el libro el autor
2. Hacer las correcciones necesarias. No solamente gramaticales y estilo, sino también del argumento para aumentar las probabilidades de que el libro llegue a ser publicado.
3. Utilizar sus contactos en el mundo editorial para que el libro finalmente sea publicado. Según el género de tu libro, lo llevan a las editoriales donde consideran que tenes las mayores posibilidades de ser publicado.
El agente literario cobra un honorario fijo por los pasos 1 y 2, más un porcentaje de futuras ventas por el paso 3. Siempre aclaran que no garantizan la publicación, simplemente el trabajo.
Hace unos meses, agregué a María del Rosario LinkedIn y le mandé un mensaje consultando por su trabajo y me pidió que le hiciera cualquier consulta vía mail. Le mandé un mail. Jamás me respondió. Unas semanas más tarde, le mandé otro mail. Ese si me respondió lo siguiente.
Hola como estas? disculpa la demora en responder, pero no me gusta hacerlo desde el celu y en casa no tenia buena señal de internet. Te comento que yo me dedico a Construir Puentes, acerco soluciones con necesidades, y en caso de que haya dinero de por medio cobro un porcentaje por la gestión y si se gana el proyecto presentado también, aclaro esto para que no se mal interprete que es ad honorem.
Nunca hice de agente literaria, pero cuando el señor Lopez me lo solicitó, accedí pues me pareció que si bien no es mi tarea habitual tengo varios contactos que podían servirle.
Creo que como primera medida deberíamos firmar un especie de arreglo, contrato o mutuo donde dejemos aclarado todos los puntos, sobre todo para no incurrir en errores como me pasó con el señor Lopez (N del A: No es el nombre real) que me " contrató " de palabra o por aquí y cuando encontró él una editorial que le publicará su libro, simplemente me dijo que no lo ofreciera mas.
Esas cosas molestan y mucho pues mi tiempo vale, por eso te dije lo de la gestión, porque lleva tiempo mandar mails, hablar por telefono, etc etc etc
Decime como seguimos
Abrazo
Con ese mail, me di cuenta que María del Rosario no iba a ser mi agente editorial por varios motivos. El principal, porque le faltan todos los jugadores. Igualmente y como me debo a mi público, decidí responder asumiendo que podría llegar a conseguir una historia interesante para el blog.
(...) No tengo problema en firmar un contrato, me parece perfecto que cobres por tu trabajo y que las reglas queden claras de antemano. Quería consultarte exactamente cuál sería el trabajo y cuales los honorarios.
Respecto al trabajo, yo busco una persona que logre que el libro se publique mediante una editorial. Que la editorial se haga cargo del proceso de edición y de los gastos de imprenta. Esa misma editorial se haría cargo en un principio de la distribución del libro.
Tema honorarios, mi idea principal es lograr publicar el libro, no ganar plata con el mismo. Por otro lado, tampoco perder. Esto para mí es un hobbie y me encantaría llegar a publicar mi novela. Pero trabajo de otra cosa y los recursos que puedo dedicarle son limitados.
Igualmente creo que con todos los ítems claros de antemano, podemos avanzar perfectamente.
Saludos,
PD: No sé quién es el señor Lopez
María del Rosario respondió 14 días más tarde:
Hola, mil disculpas por la demora en responder. Te comento que el Sr. Lopez es uno de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes, escribió un manuscrito con sus memorias del accidente de 1972 y como te comenté, me dejo plantada. Ya esta..pero por eso me gusta aclarar las cosas primero.
Mi trabajo yo lo cobro en el éxito, por ejemplo si logramos que tu libro se venda, me darías un porcentaje de las primeras ventas que es del 5 o 10 % depende de las mismas, por otro lado en el mientras tanto cobro por la gestión de contactarte con editoriales, llamadas por teléfono, etc, un importe de $ 120 la hora ( te imaginas que no voy a estar todo el día hablando por teléfono.. pero es un trabajo con un costo), y sí alguna pide el manuscrito para leerlo y hay que presentarlo en persona o bien me abonas el pasaje para hacerlo yo, ( vivo a 500 km) o lo haces vos. Tambien están los gastos de las fotocopias, en algunos casos esto se descuenta de las primeras ventas, pero es bastante costoso para mi, como para arrancar y esperar el resultado.
Creo que eso es mas o menos lo que debo aclararte como para que luego no se generen malos entendidos no te parece ?, pregunta ? vos tenes el derecho de tu obra ya registrado ? por el momento no tengo pensado viajar a Bs As, pero si te parece de seguir el trabajo vemos si viajo o no o venís vos.
Un abrazo
María del Rosario es una fenómena. Todavía no habíamos empezado a laburar y ya se estaba organizando sus vacaciones en Buenos Aires. Quiero aclarar que el trabajo del agente editorial se basa en sus conocimientos de la literatura y contactos con las editoriales. María del Rosario no tenía ninguna. Motivo más que válido para continuar con los mails. Le respondí:
Adhiero a todo lo que decís, me parece perfecto que las cosas queden claras de antemano.
Intenté buscar el libro del Sr Lopez, pero no logré encontrarlo. Logró publicarlo?
Respecto a nuestro proyecto, tengo algunas consultas, disculpa sí parecen reiterativas, es que no conozco tanto como vos del mundo editorial y quería aprovechar tu vasta experiencia.
1. Cómo comenzaríamos a trabajar? Yo te envío una copia del manuscrito y luego que pasa? En que consiste exactamente tu trabajo?
2. Respecto a los honorarios, me gustaría desglosarlo para poder entenderlo mejor.
- El 5 a 10% de las futuras ventas, quién lo paga? Es un % de lo que las editoriales me pagan a mí, o del total de la venta o cómo funciona? No me quedó claro ese punto.
- Los $120 por hora me parecen un monto razonable. Cómo emplearías tus horas? Son solamente llamados telefónicos a las editoriales? O que otras cosas?
- Las obras se entregan en fotocopias o se envían por mail? En caso de ser por fotocopias, tenes que llevarlas vos personalmente o se pueden enviar por correo?
Muchas gracias por todo!
Saludos,
María del Rosario seguía envalentonada, al día siguiente me envió esta respuesta.
Hola Alejandro, buen día. Sí, estas cosas son mejor dejarlas aclaradas desde el principio, aunque con Lopez no resultó .... honestamente no tengo idea pero creo aun no esta publicado.
Respuestas:
1. Cómo comenzaríamos a trabajar? Yo te envío una copia del manuscrito y luego que pasa? En que consiste exactamente tu trabajo?
Seria lo ideal que me mandes una copia del manuscrito para leerlo y saber que tengo para ofrecer. Mi trabajo consiste en eso, leer el manuscrito y buscar las editoriales posibles para que lo publiquen. Por ello te preguntaba si ya tenes los derechos de autor, esto es importante para evitar que te roben la idea, se entiende ?
2. Respecto a los honorarios, me gustaría desglosarlo para poder entenderlo mejor.
- El 5 a 10% de las futuras ventas, quíen lo paga? Es un % de lo que las editoriales me pagan a mi, o del total de la venta o como funciona? No me quedó claro ese punto.
Con respecto a este punto, esto yo lo cobraría una vez que se publique el libro, exactamente un porcentaje de lo que te pagan las editoriales, no se si del total de las ventas, ya que en algunos casos solo te publican en un principio 50 libros y si funciona sigue... eso un poco dependerá de como sea el impacto del libro.
- Los $120 por hora me parecen un monto razonable. Cómo emplearías tus horas? Son solamente llamados telefónicos a las editoriales? O que otras cosas?
El tema de la gestión es mas o menos así, debo llamar a editoriales, a veces hasta 3 o 4 por día, generalmente tenes que volver a llamar, etc, etc, por ende yo te diría que seria algo así de $ 120 x 2 horas por día, yo te iría pasando a que editorial llamé y cuantos días, que no serán todos los de la semana. Y dentro de esto estaría también el mandado de correos electrónicos, en algunos casos hay que cargar datos que llevan su tiempo. Para todos los casos yo te iría pasando un listado de a quien hable, con que editorial para que estés en tema y sepas que estoy haciendo.
- Las obras se entregan en fotocopias o se envían por mail? En caso de ser por fotocopias, tenes que llevarlas vos personalmente o se pueden enviar por correo? ...
Esto es relativo, en algunos casos hay que presentarse personalmente, cosa que a mi particularmente se me complica ya que vivo a 500 km, pero si vos lo crees necesario viajare, por ende los gastos deberás pagármelos vos, un promedio de $ 2000 entre pasajes, taxi y comida, sin contar hotel... por eso creo que si hay que ir personalmente debemos estar muy seguros de donde para no quemar cartuchos viste. En casi todas las editoriales te piden el manuscrito por correo, y sí puedo hacerlo yo, sin problema y esto entraría dentro de las horas de gestión.
Bueno espero hayas entendido.. jjajaj parece un manuscrito este mail
Beso
María del Rosario es una genia. Para mi ese mail es fantástico. La aclaración que llenar formularios lleva su tiempo es gloriosa. La amo. Así que le respondí otra vez.
Lo último que te quería consultar sobre los honorarios es si tenes un estimativo del proyecto. Porque no es lo mismo $120 la hora de 5 horas que de 500 horas. Asumo que va a ser algo en el medio, pero para ir teniendo una idea.
Respecto a los otros costos, si venís a Buenos Aires, yo también tendría que pagar el hotel o podrías ir y venir en el día?
Del tema del porcentaje, usando números de ejemplo, si la editorial me paga a mi $1000, vos cobras entre un 5 y 10% de ese número?
Ahora yendo al trabajo específico, como calculas que serían los tiempos y la forma de trabajo? Vos le presentas los manuscritos a las editoriales y que pasa después?
Muchas gracias por todo!
Por ahí el último mail ya fue demasiado, María del Rosario no me respondió más. Y yo me quedé triste, añorandola.
Mientras tanto, sigo en la lucha con agentes editoriales. Porque si piensan que María del Rosario es todo, están muy equivocados. María del Rosario es solo el principio. Abróchense el cinturón que el viaje al mundo de los agentes literarios recién comienza y no tiene desperdicio. Esta historia continuará.
Monday, January 30, 2017
Siempre Pizza
Diálogo con Nacho, sobrino de 3 años y 10 meses.
Yo: ¿Qué vas a ser cuando seas grande?
Nacho: Delivery.
Papá de Nacho: No. Lo que Nacho quiere es andar en moto.
Nacho: No. Los que llevan la pizza.
Friday, January 27, 2017
Ratas Descubiertas
Previously on YaVeremos: Ratas Encubiertas
Recomiendo leer el post anterior antes de seguir con este.
Fui a la reunión con cierta incertidumbre. En realidad, más bronca que incertidumbre. Bronca por tener que andar pensando en este tipo de cosas. Por no poder concentrarme en lo que iba a hacer realmente y estar obligado a andar pensando en estas cosas. Porque si lo racionalizas, en el peor de los casos ¿cuánta plata te puede llegar a cagar? ¿$20? ¿$30? ¿Entonces, si es tan poca plata, por qué da tanta bronca? Lo que me da bronca no es la cantidad de plata, sino la sensación que te estén cagando y no poder hacer nada. Además, después de más de 10 años y 1200 posts, está más que claro que en YaVeremos no estamos para andar racionalizando las cosas.
Llegué a la reunión. Al ratito llegó Persona A y pidió un café, igual que la otra vez. Yo no pedí nada. Al rato llegó Persona B. Otra vez aclaró que estaba con hambre y pidió una carta para elegir su merienda. En ese momento, se me vinieron a la cabeza todas las alternativas que comenté el otro día. Incluso pensé también en no pedir nada de nada y ver si Persona B pagaba toda la cuenta o no. Pero pensé que eso iba a ser más raro todavía. Si yo no pido nada y Persona B dice "dividimos la cuenta" igual tendría que saltar a decir "che, me estas cagando fenómeno, yo no pedí nada". Pero esta mal visto hacer eso por tan poca plata.
Decidí pedir algo más caro que Persona B y después dividir la cuenta. Porque, para ser pendejos, vas a tener que venir con mucho más que un café con tostadas para ganarme. Y eso hice. Persona B se pidió su café con tostadas, yo fui por una Coca y un tostado al cual le agregué tomate, solo porque me pintaba pagar el recargo por tomate. Comimos. Avanzamos un poco en el tema de la reunión hasta que todo iba llegando a su fin. Pido la cuenta. La moza la trae y la agarro yo.
Misma situación que la última vez. Persona A saca la billetera, Persona B vocifera "de ninguna manera, a vos te invitamos nosotros". Tengo la cuenta en mi poder y empiezo a sacar plata de la billetera. Persona B me pide la cuenta y dice "a ver si cobraron bien... porque a veces se equivocan". Pensé que extraño todo esto, la última vez no estaba preocupado por una equivocación. Cosa de mandinga. Eran $250 en total. $45 de Persona A, $90 de Persona B y $115 míos.
Persona B tiene la cuenta en la mano y empieza a mirar atentamente, con cara de intentar realizar operaciones matemáticas en velocidad en su mente. Yo lo miro y afirmo "Son $250, ¿hacemos $125 cada uno?" El tono de pregunta fue cordial, en realidad lo daba por hecho. Me tuvo que decir que sí. Porque, caso contrario, tendría que haber dicho "cada uno paga lo suyo" y él (al igual que yo la otra vez) no tuve el coraje de hacerlo.
Al menos me saqué la duda. Quedó demostrado que Persona B es tremendamente rata. El pibe divide si gastó más, pero quiere que cada uno pagué lo suyo cuando consumió menos. Es muy rata eso. Muy injusto. No podés pedir todas para vos.
Haciendo cuentas, si yo pagaba lo mío y el 50% del café, era $115 + (50% x $45) = $137,50. Me ahorré $12,50. Y me quedé chocho. Esos $12,50 no valen nada, pero tienen gusto a victoria inigualable. La tenes adentro, Persona B.
Tuesday, January 24, 2017
Hola Don Pepito
Allá lejos y por los 90s, cuando estaba el 1 a 1 y éramos todos felices y ricos y teníamos muchos dólares y por ende éramos felices y ricos, en el supermercado encontrabas unas galletitas con chips de chocolate que se llamaban Chips Ahoy. Estaban geniales. Y después cerramos la importación y desaparecieron. No así los kiwis, que también aparecieron en el 1 a 1 y después se quedaron.
Durante muchos años solo tuvimos Pepitos. Las Pepitos son las galletitas con chocolate que hay. No son las mejores, no están ni cerca de serlo, pero las compramos igual. Cosa de mandinga. Vas al kiosco y te compras unas Pepitos sabiendo que en realidad no tienen mucho chocolate. El kiosquero también sabe que no tienen mucho chocolate. Hasta el Sr. Pepitos sabe que no tienen mucho chocolate. Pero nadie dice nada.
Hasta que, en el 2012, llegó la salvación. Llegaron las Toddy. Y después se agotaron. Y volvieron. Y se agotaron otra vez. Fue raro eso de que aparecían y desaparecían. Hace un tiempo también aparecieron las Cindor, que son muy parecidas. Ante la inminente competencia de un producto mucho mejor, Pepitos lanzó las Pepitos Extra Chocolate y fue como una estafa. O sea, vos ya tenías que tener chocolate. Y si ahora traes extra chocolate, ¿qué era lo que vendías antes?
En casa a veces compramos Pepitos, aunque yo prefiero las Melba. El otro día estábamos comiendo Pepitos con Flor y pasábamos una galletita tras otra sin ver chocolate. Era pura masa con algún minúsculo punto negro que se escondía en el centro de la galletita y te miraba con pocas ganas de estar ahí. Como que el chocolate no tenía esa sensación de pertenencia con la galletita. Era más bien una cara de “desconozco que hago acá, a mí no me vengan a preguntar nada”.
Sin encontrar el chocolate, Flor le sacó una foto a una de las galletitas y la subió a su Instagram y le preguntaba a Pepitos por dónde había que pasar a buscar el chocolate. Tuvo algún que otro me gusta y respuestas varias de amigas de Flor. Una recordándole que en Santa Fe comía Pepas y no Pepitos y otro acusándome a mí de tacaño por no comprar Toddy.
Al día siguiente, se comunicaron de Pepitos con ella. Le pidieron que les informe el número de lote del paquete sin chocolate (acá pensé en mandar uno al azar, total ninguno tiene chocolate) y el lugar de la compra. Flor lo hizo. A continuación, le pidieron una serie de datos personales, entre ellos un número de teléfono fijo a donde comunicarse. Flor se los dio. Y muchos otros datos personales más, un tanto irrelevantes a simple vista. Flor también se los dio.
Ese el momento exacto donde te acordas de todas las anécdotas que te cuentan de gente que hizo un reclamo a Quilmes y le mandaron 24 cervezas, otro a Cif y le mandaron 20 productos de limpieza y así sucesivamente. Te imaginas con que te van a mandar Pepitos desde acá hasta el fin del mundo. Empezas a vaciar la despensa para tener lugar para las nuevas Pepitos que están por llegar. Tiras latas de Atún y paquetes de fideos. Pones ropa en la baulera. Despejas todo lo que hay debajo de la cama. Gritas “acomoden todo que no hay lugar para las nuevas Pepitos”.
Al día siguiente, otro mensaje de Pepitos. Le dijeron a Flor que habían intentado comunicarse con ella, pero no lo lograron (había una llamada perdida en casa de número privado, tal vez sea cierto, no vamos a dudar de ellos) y le avisaron que, como retribución, le van a enviar un paquete de Pepitos por Oca y va a llegar en 14 días hábiles. También aclararon que el señor cartero de Oca solamente va a pasar dos veces y dejar constancia de su visita. En caso de no estar, hay que ir a buscar el paquete de Pepitos a la sucursal de Oca más cercana.
Solamente pasaron cuatro días, pero no aguanto de impaciencia para recibir un paquete de Pepitos. Uno. Que seguramente tampoco va a tener chocolate. Hay que comprar Toddy, no veo otra solución.
Monday, January 23, 2017
Ratas Encubiertas
Por esas cosas raras de la vida, de repente te encontras en una situación donde a alguien se le ocurre algo y pensas "que buena idea". Lo volves a pensar, y la idea está tan buena, que abrís la boca y decís "quiero ser parte de esta idea". Decidís involucrarte. Hasta que hay que empezar a desarrollar la idea y ahí te preguntas "¿quién carajo me mandó a meterme en esta idea?" Yo estoy en esa fase.
Resulta que por la idea en cuestión, me junté hace un par de semanas con dos personas. No son amigos, son simplemente conocidos. Entre ellos dos, tampoco son amigos. Decidimos juntarnos los tres en un bar. La negociación del lugar fue ardua, nadie quería ceder. Uno propone un lugar y argumenta "te tomas el subte y llegas" sin tener en cuenta que esa misma persona se puede tomar el subte para el otro lado y "también llegas". Después de mucho pero mucho mensaje por Whatsapp, definimos el lugar y la reunión sucedió a principios de diciembre.
Persona A llegó primera al bar de la reunión y pidió un café. Yo llegué segundo, pedí un agua sin gas. Al ratito llegó Persona B disculpándose por la demora y aclarando que tenía mucho hambre. Persona B se pidió café con leche, tostadas, bebida, merienda, etcétera.
Llegó el momento de pedir la cuenta. Hay que recordar que Persona A estaba en la reunión haciéndonos un favor a Persona B y a mí. Llega la cuenta. Persona A saca la billetera. Persona B exclama fervientemente "de ninguna manera, Persona A, a vos te invitamos nosotros". Vio el total de la cuenta y lo dividió por dos. Resumiendo, yo pagué la mitad de la merienda de Persona B.
A mi nadie me preguntó si yo quería invitar a Persona A. Ni tampoco tuve el coraje suficiente de decir "che, Persona B, el café de Persona A lo pagamos a medias, pero cada uno paga lo suyo". Me quede callado y pagué la mitad.
Es una de esas situaciones donde si decís algo quedas mal o como rata mientras que la otra persona tiene impunidad.
Ahora mi duda. Esta tarde me vuelvo a juntar. ¿Qué hago?
Opción 1: ¿Pido lo mismo que Persona B?
Opción 2: ¿Pido más que persona B y me cobro lo de la última vez?
Opción 3: ¿Pido lo que yo quiero pedir sin importarme que hagan los demás y no me preocupo por el pago?
Opción 4: ¿Pido lo que yo quiero pedir sin importarme que hagan los demás y aclaro que cada uno paga lo suyo?
Opción 5: Ninguna de las anteriores.
Friday, January 13, 2017
Muy Bien 10
No puedo creer lo mucho que me costó, y todavía está costando, escribir este post. Es el post de los 10 años de YaVeremos. Mucho tiempo. Demasiado. En realidad los 10 años fueron el 26 de diciembre. Lo empecé a escribir una semana antes. Ponía algún párrafo y lo borraba. Hasta que unos días antes, lo terminé.
Hablaba muy poquito de los 10 años y mucho más de mi último año. Se lo mostré a Flor y me dijo que estaba muy bueno y después me preguntó porque habría de publicar algo así. Me quedé con la duda y no lo publiqué. Después no se me ocurrió nada para publicar. Y fueron pasando los días. Hasta llegar a hoy, que me obligo a publicar algo.
Son las 0:30 del viernes. Estoy en el living, Flor se está bañando. Toscana duerme debajo de la mesa. De la nada, pasa una mosca de esas grandes y bien feas, que tienen partes de color verde y hacen mucho ruido. Toscana se altera y le empieza a ladrar. Yo agarro un repasador para matarla. Soy muy bueno matando cualquier tipo de bichos con un repasador. Toscana mira la mosca y le sigue ladrando. Yo hago el primer lanzamiento de repasador, tipo látigo, me creo Indiana Jones, pero fallo. Toscana sigue persiguiendo a la mosca. Mi trabajo es doble. Tengo que matarla y después agarrar el cadáver antes que Toscana, para evitar que se coma la mosca muerta. A veces logro hacerlo, otras gana ella. La mosca desaparece y vuelvo a los 10 años del blog, ahora con Toscana durmiendo en el piso y usando mi pie de almohada.
No quiero hacer un post recapitulando los posts aniversario, ya lo hice al menos otras 8 veces para el cumpleaños del blog y unas 3 o 4 para mi cumpleaños. Tampoco quiero hacer un post poniendo links a los mejores posts, ya lo hice para los 500, 800 y 1000.
Aclarado lo que no quiero hacer, vamos a lo que sí quiero hacer. Ni la menor idea. Se me pasan por la cabeza muchas cosas. Donde estaba cuando empecé esto y donde estoy ahora. Que hice durante todo este tiempo. Que cosas pude hacer gracias al blog y que cosas pude contar acá. Hay muchísimo y, como yo, un poco extremista. Desde el odio profundo de los fracasos del libro hasta la máxima alegría cuando conseguí publicarlo. Desde toda la gente genial que conocí por YaVeremos hasta Flor.
Este post se me está complicando más de lo que me imaginaba. Estoy como medio duro para escribir, no fluye tan fácil como antes. Mientras escribe esto, paro para leer posteos viejos. Algunos me parecen geniales y siento que ya no puedo escribir así. Y me da bronca. Otros me parecen una porquería y tengo ganas de borrarlos.
Casi todos los días me dan ganas de escribir acá. Nunca lo hago. Me pasa algo, se me ocurre algo, me cruzo con alguien y pienso “esto va al blog”. Y después no va al blog. Entonces se me ocurre que debería obligarme a escribir más seguido. Pero si me obligo, pierde el sentido. Se supone que esto lo hago porque me entretiene.
Por ahí me voy a contradecir con lo que puse un par de párrafos arriba y voy a recapitular un poco todo este año. Pero es difícil, como que hay censura. Auto censura. En las cosas buenas, un poco por culpa y otro poco porque sigo con la sensación de que cuando te pasa algo realmente bueno, la gente no se alegra por vos. Vamos a un ping pong. Un párrafo bueno, uno malo. Aunque ya no se dice malo, sino que en las evaluaciones de performance se dice que son ítems a mejorar.
Sin orden en particular.
Bueno. En Agosto estuvimos 3 semanas en Europa con Flor y fueron espectaculares. Recorrimos Ámsterdam, Berlín, Praga, Viena, Atenas y Milán. Pude hacer cosas increíbles. Praga es alucinante. Estar caminando al lado del Partenón es algo que nunca pensé que iba a hacer en mi vida. Praga es, probablemente, la ciudad más linda del mundo donde pude ver Don Giovanni en el mismo teatro que se estrenó hace más de 200 años. Hice un crucero por las islas griegas y nadé en el Mar Egeo. Y, para cerrar, fui a ver un partido en el San Siro.
Malo. Las cosas familiares siguen igual que siempre. Fui al psicólogo casi todo el año, pero creo que quienes deberían ir son todos ellos.
Bueno. Toscana ahora duerme en la cama con Flor y conmigo. (Tal vez esto también sea malo).
Bueno. Excelente año de stand-up. Haciendo durante muchos meses dos shows por semana y fui dos veces a hacer el show a Rosario.
Bueno. Cambié (otra vez) de laburo y estoy en una empresa donde la gente es copada. Y me pagan más que en el anterior.
Malo. Pasó otro año sin que pise el gimnasio ni haga nada por el cuerpo.
Bueno. Estoy metido en una asociación (tal vez sea una secta, no puedo develar cual es) que me permitió conocer muchísima gente tremendamente interesante.
Malo. Casi que no estoy escribiendo más.
Bueno. Estoy con Flor.
Bueno. Terminé definitivamente Espirales (Segundo libro, primera novela) y estoy intentando publicarlo.
Malo. No estoy ni cerca de lograr publicar Espirales.
Bueno. Sigue apareciendo gente con ganas de jugar al Mortal Contest.
Bueno. Vi muchas pero muchas series. Black Mirror de lo mejor que hay. También The Night Of y Stranger Things.
Bueno. Gracias a Whatsapp estoy en contacto frecuente con un grupo de 10 amigos de la época de la universidad. Ahora quedamos desparramados por el mundo: Los Ángeles, Columbus, Owensboro, Madrid, Ginebra, Guayaquil y Buenos Aires.
Que difícil ahora. Al final, me quedaron un montón de cosas buenas y el post deja de tener gracia. Son mucho más entretenidos de leer cuando el protagonista la está pasando mal.
Todos los principios de año me propongo un montón de cosas. Cumplo algunas y otras me miento y las pongo como objetivo nuevamente para el año siguiente. Uno de todos esos objetivos, es escribir más seguido acá. Ojalá esta vez sea cierto. Ya veremos.