Tuesday, September 22, 2015

Más Extraño que la Ficción

Sábado a la noche, éramos siete en la quinta de un amigo. Estábamos esperando que lleguen las putas. Tendrían que haber llegado a las 11, ya eran 11.30 y ni noticias. Media hora parece poco, pero cuando estas esperando que lleguen putas es un montón de tiempo.

Finalmente llegaron cerca de las 12, cinco minas impresionantes. Nico, un amigo y dueño de la casa, les paga. Ellas ofrecen merca por un adicional bastante módico. Una especie de "agrande su combo" de la prostitución. Aceptamos porque total, ya que estamos... Ellas piden ir al baño a cambiarse. Van las cinco juntas. Se viene un vale-todo. Y todo esto estaría buenísimo si no fuera porque nunca jamás me ocurrió.

Anoche no podia dormir y estaba pensando en que posts tengo pendientes. Que cosas pasaron en las últimas semanas y todavía no publiqué. Por ejemplo, me hice un conducto y el odontólogo no me quería decir cuánto faltaba para terminar. "¿Viste cuando te estas cagando que parece que mientras más cerca estás del baño, más te cagas? Bueno, esto es lo mismo. Así que mejor que no sepas cuanto falta" fue su explicación.

También tuve una reunión de consorcio donde una vecina se quejó porque el administrador le había enviado una carta prohibiéndole alimentar a las palomas en el balcón. Ella respondió con mucha vehemencia que nadie le va a prohibir a quien alimentar y a quien no en su balcón. Y si ella quiere darle de comer a las palomas, lo va a hacer.

Como tengo tiempo libre, también fui a defensa del consumidor para reclamar por una Tablet de Noblex que compré y nunca funcionó. El lunes de la semana pasada me deberían haber devuelto la plata y adivinen si lo hicieron. Dale, a que no adivinan. No, no lo hicieron. Y ahora tengo que ir otra vez.

Y el punto más alto fue anoche, cuando estábamos Flor y yo sentados en el sillón. Toscana estaba durmiendo a upa mío. Le pedí a Flor que la tuviera mientras yo iba al baño. Toscana se despertó, se enojó por la situación y lloriqueó un poquito hasta que yo volví. (¿O tal vez se dice hube vuelto? Creo que tengo previa lengua de segundo año y nadie me avisó). La cosa es que, apenas volví, me senté en el otro sillón para que Toscana se quedara con Flor. Pero Toscana no quiso. Volvió conmigo y se tiró a dormir nuevamente. Toscana me quiere más a mí que a Flor. Y Flor se enoja por eso.

Putas y merca en una vida hipotética vs conducto, reunión de consorcio, defensa del consumidor y anécdotas con la mascota. Viste eso cuando dicen que la realidad es más extraña que la ficción, bueno, no estaría siendo mi caso.

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