Me quede pensando en el post de ayer, en lo de que alguien mate a Arjona. Me di cuenta que el problema no es de Arjona, sino de la gente que escucha a Arjona. Así como el dicho, el problema no es del chancho, sino del que le da de comer. La gente que escucha Arjona es mala, no sirve. Y se nota en la vida.
Hace unos años, trabajaba en una consultora y tenía un jefe. Prefiero evitar nombres reales, así que supongamos que mi jefe se llamaba Matías B. Ok, lo admito, me descubrieron. Descifraron mi súper código indescifrable. El verdadero nombre de mi jefe era Matías y su apellido comenzaba con B. La cosa es que una vez Matías dijo que las canciones de Arjona eran poesía pura. Antes de seguir, quiero explicar dos cosas para que entiendan a Matías. La primera, era un pelotudo. La segunda, era rugbier, que hace redundante la primera. Porque vieron que los rugbiers tienen esa cosa especial. No sé cómo definirlo, pero tienen algo más. Algo que el resto de la gente no tiene. Y ese algo, es un cromosoma.
Esa gente merece que la maten. No Arjona. Arjona está en su jacuzzi con un par de putas, mucha merca y dudo mucho que esas putas sean señoras de cuatro décadas. Toda la gente que por decisión propia escucha Arjona merece morir
Por otro lado está la frase que una vez dijo Susana Giménez "el que mata merece morir". Sí, es cierto, hoy YaVeremos está citando a Susana Giménez. Es un punto bajo en la historia del blog. Pero lo uso para cuestionar algo. ¿Realmente el que mata merece morir? Si un tipo va hoy mismo y mata a mil fans de Arjona, ¿merece morir? ¿O es tan solo el comienzo de un mundo maravilloso?
Thursday, June 25, 2015
Con Daños a Terceros
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La gente es mala y comenta