Anoche, cena de año nuevo judío. Estaba con Nacho (mi sobrino de un año y medio, hermano de Mica) jugando con unos bloques de plástico, bloques grandes de encastre. Hasta que él agarró uno de los bloques y me pegó en la frente. No me di cuenta que por el golpe me empezó a salir algo (muy poquito) de sangre.
Mica (5 años y medio) sí se dio cuenta y decidió tomar cartas en el asunto. Miró fijo a su hermano y con tono autoritario le dijo "Nacho, se juega despacio" y me dijo que me iba a curar. Fue al baño, trajo un bollito de papel higiénico y me limpió. Se dio cuenta que no surtió mucho efecto que digamos. Se fue al baño y volvió con otro bollito de papel higiénico, pero esta vez mojado. Me limpió la sangre de frente y me dijo "listo, ya estás curado".
Al ratito fui al baño a ver cómo había quedado y encontré los dos bollitos de papel higiénico en el inodoro. Miré el inodoro, miré el lavatorio y caí en la cuenta que Mica (por su altura) no llega bien a las canillas del lavatorio. Tengo la fuerte sospecha que me limpió la frente con agua del inodoro. Esto es peor que la vez del moco. Por las dudas no pregunto nada. A veces es mejor no saber.
Friday, September 26, 2014
Agua Bendita
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jajajajaja me hiciste reir loco, y eso que estoy de un humor de perros hoy...
ReplyDeleteabrazo y gracias
El fin justifica los medios, o al menos eso dicen, no?
ReplyDeletejajaja es buena!
ReplyDeleteFutura doctora de batallón