Monday, June 30, 2014

36

Ayer fue mi cumpleaños y hoy empecé oficialmente mi primer día con 36 años. En la semana voy a publicar el post de Feliz Cumpleaños a Mí. O al menos esa es la idea. Como también publicar lo del viaje a Europa, o cuando fui a la guardia porque me tengo un esguince en la mano derecha. Aunque todavía ni siquiera puse el post de año nuevo en el interior. Ya veremos.

8.45 de la mañana, voy a salir del edificio. Del lado de afuera, una señora de unos 45 años, muy abrigada, con cara de impaciente y una caja pequeña color marrón en la mano. Abro la puerta para salir, ella comienza a inclinar su cuerpo para entrar. Pero no, no puedo dejarla entrar. Así son las reglas de la vida moderna. No se deja entrar al edificio gente que no conoces. Es duro, pero es cierto. Yo no puse las reglas, no se enojen conmigo.

Señora de 45 con el paquete en la mano: Disculpá, ¿Me podés dejar pasar?
Yo: Disculpame pero no, no te conozco.
Señora de 45 con el paquete en la mano: Vengo a dejar este paquete, pero la portera no me contesta.
Yo: Si queres lo dejo acá adentro. (Señalándole el escritorio de la portera)
Señora de 45 con el paquete en la mano: No, lo tengo que dejar yo en el primer piso.
Yo: Si entradas no vas a poder salir. (Se necesita llave para salir del edificio)
Señora de 45 con el paquete en la mano: Ahí la busco a la portera.
Yo: Disculpame otra vez, pero no puedo dejarte entrar. (Cerré la puerta. La charla ya había pasado el tiempo máximo que estaba dispuesto a dedicarle a una desconocida que tenía que entregar un paquete).

Señora de 45 con el paquete en la mano: Gracias eh, que tengas un excelente día. (Con tono de anda a la concha de tu madre).
Yo: De nada, que tengas un excelente día vos también. (Sin ningún tono).
Señora de 45 con el paquete en la mano: De verdad, que tengas un hermoso día y muchísimas gracias por tu ayuda. (Con tono de anda a la re concha de tu madre).

Me pareció demasiado. O sea, yo no tengo la culpa de su problema de delivery. No la puedo dejar pasar porque no corresponde. Mala suerte. Tampoco para andar tratando mal a la gente. O, de última, báncatela y putea. No me digas que tenga un lindo día con ganas de putear. Juntá coraje y puteá como corresponde.

Yo: Gracias, vos también. Mucha suerte con la espera, al menos hoy no hace tanto frío.

Y me fui. Así empecé el año. Pinta bueno.

1 comment:

  1. habia escrito un comentario largo y se me borro... que mala onda

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La gente es mala y comenta