Wednesday, May 7, 2014

Ganas


El fin de semana pasado escribí un post y programé que se publique en unas semanas. Muy rara vez hago esto, pero en esta situación hay una perfecta explicación. No voy a compartirla con ustedes, solo limítense a creerme que la hay.

Igual, lo relevante del párrafo anterior no es la programación del post, sino que por primera vez en bastante tiempo volví a escribir algo y me divirtió hacerlo. Cosa que no pasaba hace mucho. Me encantaría decirles que era más que nada por falta de tiempo. No es cierto. El tiempo uno se lo hace. Pasó lo peor que podía pasar, que sin quererlo, el blog dejó de ser prioridad.

Hay que definir el orden de prioridades. En realidad debería haber una prioridad. Solo que quienes pasamos muchos años (más de 7 ya, que viejo que estoy) en corporaciones sabemos que no hay una sola prioridad. Hay algo que es prioridad uno, pero también hay otra cosa que es prioridad. Y después viene prioridad dos, que es urgente. Prioridad tres es fundamental y así sucesivamente.

En mi caso, no quiero poner lista de prioridades. Más bien diferentes cosas que empecé a poner por delante del blog. El laburo, por ejemplo. En noviembre cambié de sector y ahora me están haciendo trabajar bastante más. También está lo del segundo libro, que ojala termine el 2014 con eso impreso. Aunque ya todos sabemos dónde terminan mis afirmaciones/deseos de este estilo. Otras prioridades son el stand-up, que por suerte va muy bien, volví a la psicóloga y demás cosas que me sacan tiempo. Todo esto sin nombrar a mi novia que, para que mentirnos, también insume unas cuantas horas a la semana.

Aunque todo lo de arriba es subjetivo. El motivo fundamental era que me había aburrido. Lo mejor es que no estoy solo en esto. A ustedes también los había aburrido. Ya sé que los dos o tres que comentan siempre (con Maty a la cabeza) me van a decir que no es cierto. Pero lamentablemente están solos en esta; las otras decenas de comentaristas huyeron despavoridos.

Igual decía que no estoy solo también desde el lado del autor. Si van a mi perfil de Blogger, van a ver que sigo a 86 blogs. Algunos por gusto, otros por obligación, una gran mayoría silenciosa por devolución de favores y otros no tengo ni la menor idea que estaba pensando cuando decidí seguirlos. Recién y solo a modo ilustrativo, hice click en los 86. Menos de 10 siguen publicando, la gran mayoría pasó al olvido. Tristes finales para (algunos) blogs que alegraban momentos.

Pocos de esos blogs culpaban a Twitter de su desaparición. Decían que la gente ya no leía/escribía más de 140 caracteres. Puede que sea cierto. No es mi caso, yo tampoco escribo en Twitter. Voy a usar las próximas semanas para ver cuál es mi caso. Ya veremos.

1 comment:

La gente es mala y comenta