Dos problemas continúan aquejando a mi humilde morada. El primero, humedad en la pared. Algo que comenzó en Junio y comenté por última vez a principios de Septiembre. Bueno, eso todavía sigue. El segundo problema tiene que ver con mi caldera, la bomba de presión y los técnicos hijos de re mil puta que no vienen a solucionarlo. A ellos quiero referirme en este post.
Recapitulando. Mi relación de amor/odio con la caldera comenzó en Julio de 2010 cuando la compré. Estuvo todo más o menos bien hasta Junio de 2013 cuando dejó de funcionar. Se solucionó a mediados de Julio, cuando el técnico me cobró $530 por cambiar el rotómetro. Todo iba bien hasta mediados de Diciembre, cuando volvió el mismo problema. No hay agua caliente en la ducha, si en la cocina.
En la ducha, prendes el agua caliente y sale fría. De repente, por ahí empieza a salir caliente. Y sale caliente, caliente, caliente, muy caliente, hirviendo y te quemas. Si prendes la fría, se apaga la caliente. Mi técnica de ducha consistía en prender la caliente y, cuando sale hirviendo, prender rápido la fría. Durante los 30 segundos que hay agua tibia, bañarme la mayor cantidad del cuerpo posible. Y volver a empezar. Aunque siempre corría el riesgo que el agua caliente no volviera a salir. Aunque no me importa, a mí me encanta correr riesgos.
El lunes de la semana pasada llamé al service oficial de calderas, mismo que cambió el rotómetro la última vez. Le comenté el problema y respondió que iba a haber un técnico en la zona al día siguiente y que me llamaba para combinar. También aclaró que el costo de la visita es de $350.
Yo: ¿Qué incluyen los $350?
Service Oficial: La visita y, en caso que haya que arreglar algo, la mano de obra. No incluye las piezas.
Yo: Pero la última vez que vinieron cobraron la visita y la mano de obra.
Service Oficial: Pasa que incluye la visita y parte de la mano de obra.
Yo: ¿Entonces cuanto tendría que pagar?
Service Oficial: No sabría decirte. Pero no te preocupes, el técnico te pasa un presupuesto y vos decidís si lo pagas o no.
Yo: Si no lo pago, pierde los $350.
Service Oficial: Te quedan a tu favor para descontar la mano de obra para cuando decidas arreglarlo.
O sea, me estaban re contra cagando. ¿Vieron cuando saben que los están cagando y no pueden hacer nada? Bueno, ahí estaba yo. Más de uno estará pensando porque no llamo a otro service. La respuesta es fácil, porque no hay. No vienen. O cobran lo mismo. O lo que sea. No hay service de calderas. Igual, este tipo dijo que iba a venir al día siguiente, no me importa que me cobre la visita y me afane un poco si va a arreglar todo. Cuestión, el técnico iba a venir en martes. Adivinen si el técnico vino. Dale, adivinen. No, no llamó. Ni vino, ni mandó Whatsapp ni nada.
De martes a viernes sin novedades. El viernes el técnico me mandó un SMS diciendo que pasaba el sábado. No decía la hora, no preguntaba por la caldera; digamos que le importa poco la situación. El tipo quería llegar a ver que onda. Respondí el SMS diciendo que sábado no podía y llamé a Aníbal.
Aníbal es un calderista que me pasó mi viejo. Según mi viejo, es de suma confianza y un gran tipo. Intente explicarle la situación, pero no me dejo. Empezó un cuestionario.
Aníbal: ¿Qué marca es tu caldera?
Yo: Euterma.
Aníbal: Uh no... (Con tono de algo grave). Esas calderas son una poqueria y no se fabrican más hace como seis años.
Yo: Esta la colocaron hace tres.
Aníbal: Debe haber sido una que les quedó de stock. Decime, ¿es Argentina o China? (Con tono sobrador, ninguneando a mi caldera)
Yo: Ni idea.
Aníbal: A ver (Otra vez tono sobrador) ¿Tiene un panel azul en el frente?
Yo: Si.
Aníbal: Es China. Estas frito, no hay repuestos.
Con todo el tono canchero del tipo, daba la sensación que quería venderme otra caldera. Igualmente, me dejó comentarle que había pasado. Le cuento el tema de caldera/bomba, que nadie sabe dónde está el problema, lo mismo de siempre. Aníbal cambió el tono e hizo preguntas muy especificas sobre la presión de agua y la bomba. Me explicó que, dadas las condiciones, iba a tener que cambiar la bomba por una de más potencia. Le puso mucho detalle a su explicación técnica. Parecía que sabía. Le creí todo. Me pidió que le dijera la marca de la bomba, que él iba a ir a un local, averiguar precios de bombas nuevas, confirmamos precios y me recomendaba a alguien que viniese a colocar la bomba.
La bomba está colocada encima del mueble sobre-mesada de la cocina, tapada por una tabla de madera atornillada al mueble. Sin pedirle ayuda a nadie, desatornille la tabla, la saqué, me subí sobre la mesada y quedé cara a cara con la bomba. Aníbal había dicho que en la bomba iba a ver una chapita de metal con marca y modelo, que le pase esos datos. Vi la chapita, estaba en la parte de abajo. Moví la bomba para poder leer y, en menos de una fracción de segundo, se aflojo una de las tuercas y empezó a salir agua para todos lados, con mucha fuerza. En un minuto, ya estaba la alacena inundada y todo mojado. Todo esto fue el sábado, mismo día en el que cumplí cuatro años con mi novia. Linda forma de festejar el aniversario.
Abrí la puerta del departamento y de casualidad ahí mismo estaba el portero. Él vio lo que pasaba y se fue a buscar herramientas. Mientras tanto, llamé a Aníbal, quien se mostró muy poco solidario con la situación.
Aníbal: ¿Entonces no podes ver la marca?
Yo: No, está perdiendo agua y se está inundando todo.
Aníbal: Aja. ¿De qué color es la bomba?
Yo: Azul.
Aníbal: Entonces es marca Sarasa. Porque las marca Pindonga son rojas.
Aníbal, la concha de tu madre, ¿no podías decir esto antes?
Yo: Ok.
Aníbal: ¿Es muy grande?
Yo: No conozco otras bombas, pero calcula que la parte azul tendrá unos 25cm de largo y 10 de diámetro.
Aníbal: Ah, es chica. Bueno, soluciona el tema de la pérdida y llamame.
Y Aníbal colgó el teléfono.
Volvió el portero con herramientas para intentar cerrar la llave de paso. Porque la llave de paso de mi departamento no es una canilla, sino un pendorcho que hay que cerrarlo con pinza. Las pinzas que había traído el portero no servían. Mientras tanto, seguía saliendo agua y nos seguíamos mojando.
Apareció mi novia, quién recién salía de bañarse. Le digo que nos e preocupe por nada, que estamos trabajando. Sin decir una sola palabra, agarró su laptop y se fue a jugar al Candy Crush. Como la puerta del departamento estaba abierta, veo pasar a mi vecina. Le digo que se está inundando todo y le pido prestada una pinza. Vuelve a los dos minutos con dos pinzas. Esta vez, el portero si pudo cerrar la llave de paso y con eso se terminó la pérdida de agua. Aunque también el agua caliente por tiempo indeterminado.
Limpié la alacena y en media hora ya estaba todo como si nunca hubiese pasado nada. Con mucha amabilidad, mi novia me sugirió que en caso de estar aburrido, me compre una Tablet y deje de intentar arreglar cosas de la casa. Le dije que voy a seguir intentando. El domingo mi novia se fue para su ciudad/pueblo natal por un pequeño inconveniente (nada grave, pero no viene al caso). Me quedé solo con el agua fría.
Lunes a la mañana llama Aníbal. Me cuenta que averiguó precios y que podía estar en 20 minutos en mi departamento para verificar todo. Exactamente a los 20 minutos del llamado, apareció Aníbal. Al menos tengo que reconocerle que es puntual.
Aníbal tiene unos 65 años. Pelado, pero pelado como los de antes. Que mantienen su pelo y se nota exacto en donde son pelados. No como los pelados de ahora que se afeitan la cabeza y no nos dejan ver que tan pelados son. Además, estaba teñido de negro. No tengo una opinión definida respecto al uso de tintura para cabello en el género masculino. Si queren tapar las canas, todo bien. Si no las tapan, todo bien también. Pero ver a alguien de esa edad, pelado y el poco pelo que le queda de color negro betún... Y, digamos que muy bien no queda.
Aníbal lucía zapatos náuticos sin medias, bermudas tipo cargo con bolsillos a los costados color caqui y una chomba Lacoste blanca con rayitas horizontales finitas de color azul. La remera dentro de las bermudas y llevando en forma orgullosa sus doce kilos de más los cuales se encontraban todos concentrados en su más que prominente abdomen. Aníbal vestía como si estuviera en Miami. O, a lo sumo, en Punta del Este. Aníbal claramente no estaba vestido como para venir a arreglar una caldera.
Subimos al departamento y me pide de ver la bomba. La mira y exclama "ah, es grande". La misma bomba que por teléfono había dicho que era chica. Para probarla, yo tenía que abrir la llave de paso y volver a inundar todo. Aníbal insistió en que había que hacerlo. Abrí la llave de paso, vio la caldera, inunde la despensa y volví a cerrarla. Repetimos el ejercicio tres veces. Sí, tres veces. Aníbal quiso ver y escuchar a la bomba funcionando tres veces. Nunca se inmutó con el agua inundando la cocina. No agarró un repasador. Nada de nada. Que se inunde la cocina a Aníbal le chupaba bien un huevo.
Luego de observar la situación, Aníbal resolvió que el problema no era la bomba, sino la caldera. A ver, como te explico. Aníbal vio todo lo mismo que dos días antes le había dicho por teléfono que pasaba. En ese momento, afirmó que era la bomba, me explicó todo con lujo de detalles y me convenció. Ahora, dice que es la caldera y la explicación también esta llena de detalles. Alguien que por favor me explique cómo puede ser la caldera si antes era la bomba y nunca jamás nadie cambió nada.
Aníbal llamó a un conocido para consultar por repuestos de Euterma. El conocido respondió que tiene todo y pidió que yo lo llamara para coordinar una visita.
Aníbal: LLamalo a este tipo (dictándome el número de teléfono) que arregla calderas y tiene los repuestos, yo ya me abro y arreglan entre ustedes.
Yo: ¿Entonces es la caldera y no la bomba?
Aníbal: Si.
Yo: ¿Pero vos no arreglabas calderas?
Aníbal: Si.
Yo: ¿Entonces?
Aníbal: Pero no.
No estoy seguro que quiso decir con "pero no". Supongo que "pero no te la voy a arreglar porque es mucho laburo" o algo así. Desde el primer día que Aníbal lo único que quería era venderme una caldera nueva y lo demás le importaba un carajo. Aníbal, la concha de tu madre. Seguro sos amigo de Ladislao.
Llamé al conocido de Aníbal y este me respondió que le mandara un SMS. O sea, hablando por teléfono y me pide un SMS para luego ver cuando iba a poder pasar. Corté el teléfono y le mandé SMS. Adivinen si volvió a llamar. Dale, a que no adivinan. No, no llamó. Solo a mí se me ocurre que el sorete de Aníbal me iba a recomendar a un conocido responsable.
Llamé a Claudio. Claudio es el mismo tipo que vino a solucionar lo de la humedad y tiene una empresa de service de todo. Cuestión, le conté que pierde agua y le dije que para ver la bomba y caldera iba a tener que traer una llave inglesa para cerrar la pérdida.
Ayer a la mañana vino Claudio. Vio la bomba y se puso a desarmarla. Ahí descubrió el problema. No era la bomba. No era la caldera. El problema era el sarro y oxido que obstruían el caño de entrada de agua de la caldera a la bomba. Me mostró uno de los caños y era realmente un asco. Los tres centímetros de diámetro estaban casi totalmente tapado por una cosa negra de consistencia dudosa. Todo esto le da (parcialmente) la razón al marido de mi vieja, quien desde el primer momento afirmó a los cuatro vientos que debía haber una obstrucción. Es parcialmente, porque él decía que la obstrucción estaba en la cañería del baño. Pero bueno, algo es algo y es quien más cerca estuvo de una respuesta correcta.
Me dijo que estaba roto el no-se-que y que un repuesto de eso "es carísimo". Sentí pánico. Le tengo mucho terror a la palabra "carísimo". ¿Cuánto es carísimo para un repuesto? Para mí, carísimo son tres lucas. Tampoco es que pago una luca contento. Pero si me decís una luca, no lo pienso como carísimo. Menos que menos en algo que nadie puede solucionar desde hace casi ocho meses.
"Calculale $600 o $700" exclamó Claudio y me alegró el momento. Después de pensar en tres lucas, 600 mangos es una verdadera ganga. Siguió abriendo la bomba y encontrando partes rotas, oxidadas, tapadas o todo junto. Lo mejor iba a ser llevar la bomba al service oficial, ellos te cambian todas las piezas, te la dejan a nuevo y te dan garantía por seis meses. Claudio se ofreció a llevarlo y avisarme cuanto iba a costar el service. Y agregó que calcula que para el jueves ya iba a estar todo listo.
Dos horas más tarde, me llamó Claudio. El service oficial de la bomba cobra $1614. A esto va a haber que sumarle la mano de obra, cambio de cañería de entrada y salida de agua, además de cambio de la salida de gas de la caldera porque (aparentemente) no está del todo bien hecha. Sumando todo, van a ser alrededor de tres lucas y media. O sea, más que carísimo.
Wednesday, January 15, 2014
La Bomba de Tiempo
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Pero te va a quedar pipi cucú.
ReplyDeleteAdivina quien se compró un aire acondicionado a mediados de diciembre y se esta cagando de risa en el sillón del living?
Si. Los instaladores de aires tambien son unos hijosderemilputas que no vienen.
Hay que matarlos a todos!
DeleteY si, ojala quede bien. Abrazo.
podrias haber seccionado el post en 3 partes culiaaaa...
ReplyDeleteen mi casa meto mano en todo yo.
y asi me va
para el ojete
Cuando no escribo porque no escribo.
DeleteCuando escribo porque es largo y no te lo divido en capitulos...
Que tipo molesto! Igual me caes simpatico
Lo que me reí en el bondi leyendo esto no tiene nombre. Parecía un loco.
ReplyDeleteMuy bien relatado todo. Te hace sentir ahí. Jeje
sos groso!
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