Thursday, November 14, 2013

Filípides

Todos sabemos el origen de las maratones es el griego fue corriendo desde la ciudad de Maratón a Atenas. Muchos saben que, apenas llegó, se murió. Y unos pocos saben que corrió para avisar del triunfo del ejército griego sobre el persa. Lo que no sabe casi nadie, es que ese griego se llamaba Filípides. Pobre Filípides. Hace 2500 años el tipo realizó una gesta magnifica y nadie sabe su nombre porque, a alguien, se le ocurrió crear un evento deportivo con el nombre de la ciudad en lugar de ponerle el suyo. Caso contrario, hoy nos anotaríamos para correr Filípides en lugar de maratones

Una verdadera maratón es de 42.195 metros. El problema es que en esta vida moderna es poca la gente con ganas de correr esa distancia. Entonces aparecen otras maratones que en realidad no deberían llamarse de esa forma. Así llegamos a la maratón de 10 kilómetros, o de 15, o los que sean. Y todas cuentan como maratones. En este contexto, quiero contar que el domingo pasado corrí mi primera maratón. No fueron 42 kilómetros. Tampoco 21. Fueron los tres kilómetros auspiciados por Lan. Sé que tres kilómetros no suena a mucho; de hecho no lo es. Pero para nunca haber corrido más que un colectivo, está bastante bien.

Todo empezó dos semanas antes. Salí con varios compañeritos del laburo a tomar una birra y estaban hablando de que faltaba poco para la maratón de Lan. Comenzaron a presionarme para que corriera con ellos y sucumbí ante la insistencia grupal. Me anoté por internet, fue a buscar mi remera y número al Recoleta Mall y me mentalicé para la maratón.

Mi idea era comer poco el sábado a la noche, irme a dormir temprano y estar a las 8.40am en Alcorta y Monroe listo para correr. Al final, el sábado a la tarde fui a merendar a lo de mi hermana y comí muchas medialunas. Me quede a cenar y me mandé varias porciones de pizza. Llegué a casa después de la una y no me dormí hasta las dos y media. Digamos que no fue la mejor preparación de todas.

Me levanté a las ocho, me puse la remera de la maratón y fui al lugar de los hechos. No sé si sabían, pero los domingos hay algo que se llama mañana. Yo no lo conocía, pensé que era un suceso que solo ocurría de lunes a viernes. Pero no, los domingos también hay. (N del A: Desconozco como será los sábados). Es fantástico esto de la mañana. Hay mucha gente dando vueltas y hasta parecen felices. Tal vez debería intentarlo.

En la plaza cerca del lugar de la largada había stands vendiendo ropa deportiva. Remeras Adidas a $65, una verdadera ganga. Bueno, en realidad no eran stands, más bien era una lona en el piso repleta de remeras. Estoy casi seguro que no eran originales. Muchos corredores con riñonera. Si señores, volvió la riñonera, celebremos el mal gusto. Otros con relojes supersónicos gigantes que se supone miden hasta el más mínimo detalles. Los que más sorprendían eran unos pocos con cinturones con lugar para mini-botellitas de agua y muchas cosas más. Esos cinturones no tenían nada que envidiarle al que usa Batman. Todos ellos rodeados por miles de espectadores que asistían a ver a sus seres queridos correr. No se me ocurre ninguna otra experiencia que pueda llegar a ser más aburrida.

Apenas pasadas las nueve de la mañana ya estaba junto con varios compañeritos laborales en posición para la largada. Y largamos. Menos de trescientos metros después, ya los había perdido. Mejor dicho, ya me habían perdido. Ellos iban bastante más rápido. Pero sin prisa y sin pausa, continué mi misión.

Por los dos kilómetros y medio, una señora de unos cuarenta años que estaba corriendo cerca de mí le dice a su compañera de aventura “caminemos ahora que me vino a ver mucha gente y a la meta quiero llegar corriendo”. Una grosa la señora.

Yo seguí a mi ritmo hasta que finalmente llegué a la mete y cumplí mi misión: hacer los tres kilómetros trotando. No camine en ningún momento. Comiendo mal, durmiendo poco todos los días, sin entrenar y despertándome temprano un domingo, me banqué toda la maratón sin caminar. En tu cara, edad. La tenes adentro.

2 comments:

  1. Muy graciosa la descripción de la preparación previa jaja..
    Bien por esa matarón terminada!
    beso

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