Nace una Estrella

Hola, mi nombre es Alejandro y tal vez me recuerden del casting de Coca Cola. Eso fue hace un año y medio y salí de ese casting diciendo que nunca jamás iba a volver a otro casting. Hasta recién, que acabo de volver de uno. ¿Nunca les pasó eso que se contradicen? A mí también me pasa.

Vamos a poner la historia en orden. Hace dos semanas, me mandaron un mensaje privado de Facebook de una agencia de casting para una publicidad. No respondí. No por hacerme el importante ni nada, pero cada tanto me llegan propuestas para que participe de castings. Unos días después, me chateó un conocido para avisarme que le pasó mi contacto para que me llamen por una publicidad. Resulta que este tipo es director de comerciales, me había visto en uno de los shows de Humor Negro y pensó que podría servir para la publicidad.

Al día siguiente, me vuelven a hablar de la agencia de casting. Esta vez me mandaron el guion de la publicidad más toda la información técnica. Dentro de la información técnica estaba el detalle más importante: el sueldo. Y, tengo que confesarlo, era muy bueno. No voy a develar el número, pero imagínense un sueldo mensual promedio en Buenos Aires por solo un día de laburo. Entonces, sumando el mensaje del director y el sueldo, decidí acudir al casting. A diferencia del anterior, no fui por la experiencia ni para contar la historia en el blog. Fui pura y exclusivamente por el dinero. Ya lo dice el célebre refrán, el dinero mueve montañas.

La publicidad es para una empresa automotriz y el guion está dividido en dos partes. La primera, es una escena donde están tres chabones por jugar al futbol. El primero avisa que una persona no va a poder ir a jugar, el segundo se enoja mucho y el tercero no dice nada. En la segunda escena vemos al segundo de los protagonistas (el que se había enojado mucho) en un shopping con la novia y hablando por celular. Lo llaman para jugar al futbol y él miente diciendo que no puede ir. La ironía de la publicidad es que quien se había enojado mucho antes, ahora estaba haciendo lo mismo que lo había enojado a él.

El viernes a la tarde me llegó un nuevo mensaje de la empresa de casting que decía que, para el casting, debía ir vestido como futbolista. Mátenme. Igualmente, hoy llegué al laburo con mi vestimenta habitual y una bolsa con toda la ropa de futbol. Al mediodía me tome un taxi y fui para la agencia de casting. Que, entre nosotros lo que estamos en el medio, se le dice "castinera". Me encontré con que subió la bajada de bandera. Hay que matar a todos los tacheros.

Llegué y me dieron una ficha de datos para llenar y después un tipo te hacia una serie de preguntas. Una de las preguntas era si estaba dispuesto a ser el coprotagonista. Se ve que en el mundo de la publicidad hay mucha estrella que va solamente si le prometen el papel protagónico. Otra de las preguntas era si estaba dispuesto a hacer un cambio de look. Y después se pusieron específicos. Si acepto afeitarme, cortarme y/o teñirme el pelo. Dije que sí a todo porque, ya que me estaba prostituyendo, decidí ir por todo. La última pregunta era si tenía disponibilidad para filmar durante un día entre el 28 de Octubre y el 8 de Noviembre. También dije que sí. Mientras esperaba, escuchaba los interrogatorios de los demás. Cuando les preguntaban por su disponibilidad, respondían con la agenda completa. Uno dijo que el 29 tiene el cumpleaños de la madre. Otro que puede todos los días, salvo del 5 al 8 que se tiene que ir a las cuatro de la tarde. Y así sucesivamente.

Fui al baño a cambiarme y salí vestido de jugador de futbol, con remera de River y todo. Apenas salí, me encontré con siete personas esperando, todas vestidas de jugadores de futbol. Es raro. Después me crucé con el director y nos quedamos hablando unos minutos. Me agradeció por haber ido, me contó un poco de la publicidad y como es la dinámica entre productora-castinera-cliente. Hay un mundo enorme que no conozco.

Una hora y cuarto más tarde, me invitaron a pasar para finalmente hacer el casting. Éramos siete chicos y dos chicas, que estaban para la segunda escena, la de la novia. Uno de los chicos tenía una remera de argentina de tela de algodón común, como si fuera de 1982. Otro tenía 42 años, calvicie incipiente y barba. Era demasiado parecido al amigo de Ben Stiller en Loco por Mary, que también es el papá de Lily en How I Met Your Mother. No sabía que además hacia publicidades.

Había otro chico que estaba haciendo el casting junto con la novia. Ese y Loco por Mary no estaban vestidos de futbolistas. Muy poco aplicados. Entonces la directora del casting les dio remeras de futbol. O sea, no pasaba nada si no estabas disfrazado como yo. Cuestión, el pibe se saca su remera y se pone la que le dan ahí, una de la Sampdoria con la 10 y el nombre Ortega estampado en la espalda. Cuando se sacó la remera, se notó que el pibe tenía mucho gimnasio encima. Demasiado. Todo marcado y trabado. La remera de Ortega le quedaba holgada, entonces su novia le dijo que diera vuelta, la plegó y se la metió dentro del pantalón. Para la novia era muy importante que se note que su media naranja pasa varias horas por día en el gimnasio.

El primero pasó al frente. Tuvo que presentarse, girar a la derecha, después a la izquierda para mostrar sus perfiles, después sonreír y finalizar con una vuelta completa. Esa rutina la fuimos haciendo uno a uno. Nunca viví nada más parecido a estar dentro de una perrera y tener que agradarles a los potenciales amos para que tal vez te adopten. Solo faltó que nos pidieran que levantáramos la patita. De verdad, juro que eso es un zoológico.

Al finalizar las presentaciones, pasó al frente el primer grupo de tres para hacer la escena. La directora explica que el primero de los tres es quien trae la noticia que falta un jugador. El segundo es el protagonista, quien tiene que enojarse mucho por la ausencia del jugador y utilizar la palabra "gobernado". Puede ser, por ejemplo "no da que no venga, es un gobernado". Aclaró que es muy pero muy importante que se utilice la palabra "gobernado". Y el tercero está pintado, solamente tiene que acotar algo y no mucho más. La idea era que los tres interpreten los tres papeles.

Llega el primero y dice "German no puede venir..." (porque el guion decía que se llamaba Germán) y comienzan a rodar. La segunda vez, en lugar de decir Germán dice Pocho. Porque el pibe era así de loco. Durante las siguientes tomas, todos fueron cada vez más locos interpretando una tácita lucha de egos a ver quién decía lo más loco. Por ejemplo, uno dijo "Pocho me acaba de mandar un fax que no viene".

En otra toma, uno estaba tan compenetrado con el personaje que utilizó la palabra gobernado (o algún derivado) nueve veces. Las conté. Dijo "no puede ser que no venga, es un gobernado, es muy gobernado, es el más gobernado de todos, lo gobierna el suegro que es un gobernador dictador, lo gobierna la suegra que es general, lo gobierna la esposa que hace de almirante, es un tremendo gobernado el gobernado este.

En otra toma, quien debía interpretar al enojado se enojó mucho en serio y empezó a decir "Pocho es un pelotudo" pero totalmente sacado. La directora interrumpió pidiendo que no insultáramos. En la siguiente escena, la misma persona se sacó aún más y dijo "Pocho se puede ir a la re puta madre que lo pario". El pibe debió haber pensado que era un casting para hacer de Yayo en ShowMatch.

El punto culmine fue cuando uno dijo "nos falta uno, le dije al señor de las pelotas que juegue" y otro respondió "decile al señor de los anillos". La directora de casting se rio, pero pidió que se limiten al guion. El pibe respondió "perdón, es que cuando dijo el señor de las pelotas lo sentí y tuve que decirlo". Es así, el pibe estaba tan mentalizado y compenetrado con el papel, que se mantuvo en personaje y tiró un chiste.

A continuación grabaron la siguiente escena. Donde había que estar sentado en una silla con muchas bolsas en la mano hablando por celular, poniendo una excusa para no ir a jugar al futbol. La minita pasa por al lado con dos vestidos y había que señalar uno. La excusa debía estar relacionada con un tema laboral. El primero puso de excusa que lo llamaron de la Nasa, la directora de casting pidió que sean más verídicas. El segundo dijo que consiguió una beca para irse a Noruega. Otro preguntó si puede usar excusas de salud. Está buenísimo como les dan una orden y después hacen lo que quieren.

Yo pasé con el siguiente grupo. Primero hice del que está pintado, después del que avisa que Germán no juega. Ahí el trabado hizo de protagonista y se olvidó de decir "gobernado". Lo único que tenía que decir y no lo dijo. Al final, hice la escena de protagonista. Apenas terminó, la directora me pidió que me enojara un poco más. Mi problema es que, en realidad, no me enoja mucho que German no venga a jugar al futbol. Si, ya se, en eso radica la actuación. Pero no, no me sale. No soy actor ni se actuar. Hice una segunda escena y estuve un poco más enojado, aunque en realidad no mucho. Digamos que lo interpreté como levemente disgustado sin llegar a estar ofuscado.

Pasamos a la siguiente escena, donde hice la excusa por celular. Solamente la hice una vez. Todos los demás la habían hecho dos o tres veces, se ve que con una vez mía alcanzaba. La directora de casting no me hizo ninguna corrección, me dijo "listo, ya te libero" y se terminó mi interpretación. Y mi vida en el mundo de la publicidad. Fui por el dinero, volví con una historia para el blog que vale mucho más que toda esa guita. Mentira, quería la plata. Los odio a todos.