Tuesday, July 30, 2013

Lo que Mata es la Humedad

El otro día comenté sobre la mancha de humedad en la pared del dormitorio. El tema es que antes de intentar solucionar cualquier cosa de la humedad, había que arreglar la ducha, cosa que ya se hizo. Con la vuelta del agua caliente, hablé con la administración para que me manden al plomero.

La primera vez la administración demoró tres semanas en mandar a alguien para que diga que el problema es el sellado del borde de la bañera. Contra todos los pronósticos, la administración logró superarse y esta vez se tomó cinco semanas para contactar al plomero. Cada tres o cuatro días, les mandaba un mail para recordarles. El nivel de insultos en los mails iba creciendo al compás de las semanas. La primera vez pido por favor, la segunda sin por favor y ya la quinta semana los trato de oligofrénicos. Igual, creo que les gusta, porque solamente responden cuando los insulto. Tengo una administración masoquista.

Acá surge una pregunta obvia, que es porque tengo que esperar a que la administración me mande al plomero. La respuesta es que como el plomero lo va a pagar el consorcio, tiene que estar aprobado por la administración. No hay nada que hacer, los oligofrénicos tienen el poder.

Hay dos plomeros que trabajan con la administración, uno se llama Javier y otro Ariel. Javier es quien arregló la canilla de la ducha, link que puse más arriba. Ariel es quien envió la administración. Llegó ayer a la mañana, mi novia estaba en casa y lo recibió con la amabilidad que se merece un plomero al que estas esperando desde hace cinco semanas. El tipo reviso la bañera y, según él, el problema de humedad no viene de ahí. El problema viene del botón del inodoro que, al apretarlo, gotea hacia adentro. Para solucionarlo hay que llamar a un valvulista porque Ariel no arregla válvulas. Aparentemente, en el apasionante mundo de la plomería también hay especializaciones. Así y todo, se ofreció a sellar la bañera.

Plomero Ariel: Mira, la bañera no es, si queres la sello igual. Pero lo tenes que pagar vos ahora, no la administración.
Mi Novia: ¿Cuánto cuesta?
Plomero Ariel: Y... (Pausa de circunstancia) $200.
Mi Novia: ¿Eh? ¡Ni en pedo!
Plomero Ariel: Mira que tenes como $150 de materiales...
Mi Novia: No, por esa plata lo sello yo y listo.

Al rato mi novia me llamó por teléfono y me comentó el dialogo que conté recién. Me dijo que Ariel y su ayudante tenían una cara de ladrones tremendos y que no pensaba pagarles un peso. Que fue a la ferretería, compró un sellador de $35 y que se iba a encargar de sellar la bañera ella sola. Es que cada tanto a mi novia se le da por la plomería. Esa sería la primera explicación, la segunda es que ayer estaba medio cruzada y con ganas de pelearle a alguien. Yo muy agradecido que haya elegido al plomero y no a mí.

A la noche llamé a Javier, el otro plomero. Porque si un maestro mayor de obras medio ladrón dice que es la bañera y un plomero medio ladrón dice que es el inodoro, lo más lógico era llamar a otro plomero para que desempate.

Yo: Javier, ¿Cómo estás? Habla Alejandro del departamento de (...) vos estuviste hace poco arreglando una canilla...

Ahí hago una pausa permitiéndole al plomero hacer memoria y recordar quien soy. Ya sé que al tipo no le importa y que se olvida y todo eso, pero no puedo evitarlo.

Javier: Si, decime, en que te puedo ayudar.
Yo: Mirá, tengo una mancha de humedad y un plomero me dice que es la bañera y otro el inodoro, necesito que vengas vos para desempatar.

Estuve muy tentado de decirle que ese día había estado otro plomero y que era un ladrón. No lo hice para no crear discordia en el grupo, tal vez Javier era uno de esos que defiende a su gremio. Aunque, en realidad, ni idea porque no lo hice. Pero fue premonitorio.

Javier: Para para, vos me hablas del departamento de la calle (...).
Yo: Si.
Javier: Estuve ahí hoy a la mañana, hay un problema con la válvula del inodoro, igualmente te recomiendo sellar la bañera.
Yo: Hoy a la mañana estuvo otro plomero, Ariel.
Javier: Si, Ariel es mi hermano, trabajamos juntos.

Al fin, al fin una vez cierro la boca y no pasa nada. Porque estuve a un segundo de decir algo que no iba a tener retorno. Por más que sea una estupidez, me iba a quedar sin plomero. Y todos sabemos que los plomeros (y estos gremios en general) no quieren trabajar. Una vez que consigo a uno, no puedo perderlo. Todavía no sé porque no dije nada, tal vez fue una señal que la suerte está cambiando. O tal vez sea una señal que si lo más apasionante de mi día fue el plomero y tendría que reconsiderar algunas cositas.

2 comments:

  1. A veces pienso que tu casa es medio forra, sino no entiendo.

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    1. Puede ser que haya mala onda o algo asi, mi novia ya compro lampara de sal y algunas cosas mas. Vamos a ver que pasa.
      Te mande un mail con lo del sabado, que onda? Beso.

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La gente es mala y comenta