Ya dije alguna vez que uno de los problemas más graves que aqueja a la sociedad moderna es que todos sabemos todo. Obviamente es un mito. El tema es que creemos que los demás no saben todo, pero nosotros sí. Por algo hablamos impunemente de cualquier tema con asombrosa autoridad sin jamás permitirnos dudar. Uno de los mitos más grandes es que sabemos más que nuestros jefes y haríamos su trabajo mejor que ellos mismos.
Para ilustrar el punto anterior y tratar de explicar porque algunos son jefes y otros no, quiero contar mi (no tan grata) experiencia en idea.me. Por si queda algún desprevenido, idea.me es la web de financiamiento colectivo por la cual intenté vender el libro y no funciono. Tenía que recolectar unos 12mil pesos para que me dieran el dinero. En caso de no juntar el 100% de la suma, no te dan nada. Quiero aclarar que el 10% de la recaudación se la quedan ellos a modo de comisión. Esa es su ganancia, que el proyecto alcance el objetivo y poder quedarse con el 10.
Para que un proyecto alcance el objetivo, idea.me dedican todo su conocimiento, experiencia y habilidades a tu servicio. O bueno, idealmente pasaría eso. Porque la empresa no acepta todos los proyectos, sino que elije los que cree que pueden funcionar. Además, siempre te tratan con excelente onda, amabilidad y cordialidad. Te escriben los mails como si fuéramos amigos. Yo siempre fui "Ale" para ellos. Terminaban los mails con "un beso, Ceci" y cosas así. Generan buena onda y empatía, parece que realmente les importa tu proyecto y no fuera un laburo. Esa parte de la cultura de la organización esta buenísima, tienen toda mi admiración. Ahora viene la otra parte.
Desde el día que me aprobaron el proyecto hasta que el proyecto estuvo online pasaron dos meses. Paso a detallar. Mi trabajo consistía en subir el proyecto a la web, poner un video donde explicaba que iba a hacer y toda la explicación. Algo así como cuando pones algo a la venta en MercadoLibre. Ceci, una chica de idea.me, era la encargada de revisarlo y pasarme el feedback. Ella me decía (siempre con la mejor onda) las cosas que estaban mal, lo que debería corregir, etcétera. El tema es que Ceci se demoraba una semana en responder cada mail. Eso fue dilatando el proceso durante dos meses. Hasta que finalmente llegó a estar online. Ahí Ceci dejo de trabajar conmigo y pase a tener contacto con otra empleada, una chica que se llama Juana. Juana me mando un mail con una serie de preguntas tipo reportaje para poner en el blog de idea.me, eso ayudaría con las ventas. El tema es que las preguntas eran standard para todos los proyectos y, una vez que las había respondido, ella las copio y pego en el blog. No hizo nada de nada. Le puso muy poco amor.
El proyecto ya estaba online y tenía ocho semanas para conseguir 12mil pesos. Durante las primeras cinco le mande un par de mails a Juana consultando algunas cosas, me respondió siempre. Siempre con poca onda, aunque respondió siempre. Cuando faltaban tres semanas para finalizar el proyecto y se veía venir que no iba a llegar al objetivo, le mandé dos mails más a Juana pidiéndole ayuda. Manotazos de ahogado, digamos. Casi rogándole por ideas o sugerencias, cualquier cosa venía bien. Juana nunca respondió.
Acá viene el dato curioso. Juana también tenía su propio proyecto en idea.me. Ella vendía zapatos náuticos color amarillo que se llaman Juana Banana o algo así. Si, leyeron bien, zapatos náuticos color amarillo. Creo que nunca en mi vida vi nada más horrible y todavía no puedo creer que a mi novia le hayan gustado. Me parece bien que Juana publique el proyecto en la empresa donde trabaja. La parte del dato curioso que me gustaría saber es si revisaba su proyecto en horario laboral. Digo, cuando estaba tan ocupada como para no responderme los mails, ¿estaba laburando o haciendo cosas para su proyecto personal? Nada. Eso.
Finalmente pasaron las tres semanas, no llegué al objetivo y no tuve más contacto con idea.me. En mi experiencia, dejaron bastante que desear. Son muy buena onda, pero lentos y después no ayudaron en nada. Y solo con la buena onda no se venden los libros. Lo peor de todo es que no vendí ni un solo libro a través de ellos. O sea, todos los libros que vendí fueron a familiares, amigos y conocidos que llegaron desde este blog. Ellos cobran comisión porque (se supone) tienen llegada a decenas de miles de personas que ayudan a financiar proyectos. A mí no me consiguieron ni una de esas personas. Aclaro por las dudas que no pretendo que ellos compren los libros. Su trabajo es difundir y con eso aumentar mis ventas.
Les conté todo lo anterior para contarles lo que voy a contar ahora. Porque, para este momento, seguro se estarán preguntando que tiene que ver todo eso (que en parte ya sabían) con saber más que el jefe. Bueno, paso a explicar.
La semana pasada me llegó un mail de Pía, la Directora de Proyectos y Comunicación de Idea.me . No a mí solo, era parte de un mailing donde contaban las novedades de la empresa. Me agarró en un día medio cruzado, entonces le respondí con mucha mala onda. En cinco renglones le dije que con mi proyecto no se habían portado bien y que por favor me saquen de la lista de envíos.
Algo que me di cuenta después es que Pía no había enviado ese mail desde su casilla, lo había hecho desde una cuenta de correo de comunicación de la empresa. Entonces, cuando le respondí, el mail le llegó a todos. Menos de dos horas después de mi respuesta, me llegó el siguiente mail que quiero copiar.
Hola Ale,
Te escribe Luis Ortiz Gross, CEO de Idea.me.
Recibimos tu respuesta al correo que te enviamos de la campaña.
Antes que nada, gracias por responder y por tu sincero feedback.
Como te imaginarás, estamos en un proceso de constante aprendizaje y evolución. Sobre todo al tratarse de una industria nueva en América Latina y en la que somos pioneros.
Me encantaría agendar unos 30 minutos contigo por Skype para platicar acerca de tu experiencia trabajando con nosotros y contarte en que estamos trabajando para mejorar y:
- Mandar mensajes más claros
- Promover una experiencia satisfactoria siempre.
Dime tu disponibilidad
Saludos,
Luis
Al día siguiente, y sin saber del mail del CEO, me respondió Pía. También copio su mail.
Hola Ale!
Perdón por la tardanza en la respuesta.
Qué pena lo me comentas (dejar de responder mails 3 semanas), realmente es algo que no puede pasar!!!!
Sin embargo, sí tengo que contarte que idea.me no vende recompensas. Te mentiría si te dijese eso!
Los proyectos son de ustedes, los creadores, no nuestros. Las historias son de ustedes.
Idea.me es una herramienta que te facilita el acceso al capital, pero no te lo da. Es una herramienta que te ayuda a formular tu proyecto, te asesora en una campaña de comunicación, pone a disposición los métodos de pagos.
Los creadores son quienes preparan campañas de pre lanzamiento, son quienes arman sus propios comunicados y envíos. Es imposible para nosotros hacer eso para los 3500 publicados!!
Mil disculpas de nuevo por incomodarte con el mail, estamos felices de lo que se está logrando y lo queríamos compartir con todos.
Que estés muy bien, un beso y buen fin de semana.
Pía.
Acá es donde me quiero detener. Por algo uno es el jefe y la otra no. Ante mi disconformidad, el CEO de la empresa puso como prioridad absoluta escuchar que fue lo que paso con un proyecto, el porqué de la mala experiencia. No importa si está muy ocupado o tiene la tarde libre, el tipo quiere saber que fue lo que paso.
Por otro lado, esta Pia. Ella se limitó a justificar el accionar de la empresa y explicarme que, en realidad, era culpa mía. No le importó quien era yo, cual había sido mi problema. En definitiva, no le importo nada.
Al día siguiente, hablé con Luis casi media hora via Skype. Me pidió disculpas por mi mala experiencia, me contó que cosas hicieron en idea.me desde que él es CEO y, lo más interesante, me habló sobre los próximos lanzamientos y me pidió opinión sobre todos. Sí, me sacó información. Pero lo hizo porque la opinión del usuario le importa. Me hizo partícipe de la empresa.
Al final de la charla, logró algo que no pensé que fuera posible. Si en el futuro voy a hacer algo a través de financiamiento colectivo, volvería a utilizar idea.me. Luis me convenció. Debe ser que soy fácil. Si fuera mujer, tendría una reputación bastante dudosa. Mientras tanto, Luis es CEO y difícilmente Pía llegue a algún lado. Y, si llega, ojala sea con zapatos náuticos color amarillo.
Monday, June 10, 2013
El Jefe
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No sé qué es peor, los zapatos o las palabras que usan para describirlos.
ReplyDeletePeor es la que tuvo la idea! Beso.
DeleteEs mi deber decirte que si fueras mujer serías muy fácil. Te endulzó la oreja y caíste JAJAJAJA...!!!
ReplyDeleteAD/FM, obviamente! me mintió como a una quinceañera y le crei todo... eso es todo lo que tiene que hacer!
Deletey si, si fuera mujer, seria muy facil. beso.
Ya llamarse Pía es un atentado al pudor. Y sí, hay empleados que lo único que hacen más o menos bien, es inventar frases para justificar su ineficiencia laboral.
ReplyDeleteSi sólo leyera el mail de Pía, y no tu explicación y el cuento del Jefe, diría que Idea.me es una especie de Mercado Libre berreta.
By the way: ahora que tengo tarjeta internacional (pre paga) puedo comprar tu libro a través de internet. Medio tarde, ¿no? (as usual!)
Besos desde éste lado del charco.
Habrá quedado mi comentario anterior? Hoy estoy con fiaca!
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