Friday, November 30, 2012

Movidito Movidito

Así fue mi Noviembre. Incluso pensé titular el post "Wake me up when November Ends" pero Greenday decidió que la siesta debía ser antes. Allá ellos. Y acá yo, muy ocupado. No a full, ya expliqué que a full estaba Clinton, pero si un tanto atareado.

Durante este mes que (por suerte) ya termina estuve deambulando por varios médicos por el tema de la espalda más análisis varios, produje siete shows de stand-up y actué en otros tres, fueron las ultimas clases del posgrado con presentación de TP incluida, casi termine el libro y, además, cumplí tres meses en el trabajo nuevo.

Vamos por partes. En los últimos tres meses tuve dos veces fiebre muy alta. Eso, sumado al dolor de espalda, me convencieron para ir a ver un clínico, que me mandó a hacer análisis de orina y sangre. Estoy bastante mejor de lo que esperaba. Además fui a ver a mi dentista, mantengo la política de ir cada cuatro meses para evitar cualquier posible dolor de muelas; no da repetir toda la historia del 2011. Milagrosamente, ninguna carie. En singular, porque contrario a la creencia popular, es una carie, dos caries.

Como estaba todo demasiado bien y eso no puede seguir así, me salieron unas hermosas manchitas en las palmas de las manos. En la derecha son varias y llegan hasta la muñeca, en la izquierda son menos y se concentran en la palma. A veces son color piel, otras rojas, otras violetas. Van cambiando aleatoriamente y, para hacer bien asquerosa la cuestión, tienen relieve. No mucho, más bien como el de una pequeña picadura de mosquito. Fui al dermatólogo, quien atendía en lugar cerca de mi casa y todo muy top. Apareció el médico, tipo de contextura normal, unos 45 años, pelo color mostaza que parecía contener un toque de tintura y me hizo pasar al consultorio.

Existen dos clases de ojos desviados, los de la gente bizca y los que tienen un que focaliza y otro que mira los alrededores. Los bizcos los conocemos todos y, bueno, no hay mucho que hacer. Son gente que jugando de chicos se pusieron bizcos y les soplaron los ojos como chiste y quedaron así. Posta. No es un mito eso.

Los otros son más raros, porque es difícil prestarles atención cuando te hablan en lugar de seguirles los ojos. Porque, ponele, vos estas charlando con uno de esos y te esta mirando fijo con el ojo izquierdo mientras el derecho apunta hacia arriba y a la derecha. En ese momento, la persona se mueve y automáticamente cambia el ojo con el que te mira, entonces hace foco con el ojo derecho mientras que el izquierdo apunta hacia abajo y la izquierda. Cuando me pasa eso, me siento como si fuera un conductor de televisión y el director cambió de cámara.

El dermatólogo es la primera persona que vi en mi vida con un tercer tipo de ojo desviado. Los de él apuntaban los dos hacia afuera, lo que hacia parecer una cara muy ancha. Como si fuera un tiburón, digamos. Doctor Tibu me hizo pasar al consultorio, le conté lo de las manchas en las manos y se las mostré. Él no las toco. Casi que diría que se alojó un poco. Me dio miedo. Me pregunto si tuve alguna enfermedad últimamente o si tomo medicación.

Doctor Tibu: ¿Alguna enfermedad?
Yo: No.
Doctor Tibu: ¿Herpes?
Yo: No.
Doctor Tibu: ¿Herpes en el labio o genital?
Yo: No.
Doctor Tibu: Genital es el pito.

Juro por el blog que me dijo eso. No lo estoy inventando. Doctor Tibu me explicó que eran los genitales. Por la forma en que lo dijo, me parece que él lo descubrió hace poco. Según Doctor Tibu, las manchas se deben a un efecto secundario a una medicación. Como la única medicación diferente que estoy tomando es la de la espalda, debería ser eso. Eso es re de viejo, cuando alguien comentando que a su padre/abuelo/familiar muy mayor le dieron una medicación que le arregló algo, pero le generó otra cosa y hay que cambiarla. Les pasa a los viejos. Pasa en la vida. Me pasa a mí.

Acá aparece el dilema existencial. Suspendo la medicación y vuelve el dolor pero se van las manchas; o sigo tomando y disfruto de una espalda de ser humano normal pero manos de lagarto. Belleza o salud, esa es la cuestión. Elegí superficialmente y deje la medicación. Esto fue hace ocho días. El dolor en la espalda volvió y las manchas no se fueron. Soy un visionario. Como Doctor Tibu no me convenció porque no me quiso dar ningún medicamento mágico para las manos; miércoles y jueves de la semana que viene tengo turnos con diferentes dermatólogos a ver cual logra sacarme esto. Mientras tanto, sigo con las manchitas y el inmenso pavor que me queden de por vida.

El libro va queriendo. Todo el mundo piensa que es copiar y pegar los posts, prender la HP y dale que va. Como si fuera soplar y hacer botellas. Como si soplar y hacer botellas fuera algo fácil. Acercar la boca a vidrio hirviendo debe ser de las cosas más complicadas del universo. Después, es publicar un libro. Tengo a las editoras editando. Porque todos ustedes creen que yo escribo maravillosamente bien, y si bien tienen razón, a veces tengo algún que otro error. De tipeo más que nada. Ergo, las editoras. También hay un diseñador. Porque lo que importa es lo de afuera, entonces el libro tiene que ser lindo. Pero antes que todo eso, estaba el tema de elegir los posts, los comentarios y los Sending Fruit. Y después que todo eso, esta tramitar el ISBN, que luego de un mes de ardua lucha, lo conseguí hoy. Con suerte, antes de fin de año sale el libro. Después de eso si, que se acabe el mundo, no me importa.

El último mes del posgrado fue un tanto complicado, con varias reuniones con mis compañeritos para terminar de armar el trabajo práctico. El martes pasado lo expusimos. En la clase hay cuatro grupos de cinco o seis integrantes cada uno. Nosotros pasamos primero. Cuando digo nosotros, quiero decir yo, porque mis compañeritos no fueron al pizarrón conmigo. Uno se quedo manejando el PowerPoint, dos al costado y dos más permanecieron en sus respectivos asientos. Soy el expositor oficial. Y, obviamente, la rompí. Porque después de subirte a un escenario para hacer stand-up, presentar un TP de la facultad es como quitarle un dulce a un niño. No puedo evitar escribir esa frase sin pensar en el Señor Burns, a quien le dispararon por haber intentado sacarle un dulce a un niño.

Los siguientes grupos fueron pasando. Uno de ellos presentó un TP de algo que hacia uno de los integrantes de ese grupo en su laburo. O sea, ese miembro del grupo realizó todo el TP porque ya lo tenia hecho. Si, ese mismo TP que te dicen que es obligatorio hacerle entre todos y toda la sarasa; bueno, lo hizo uno solo. Lo divertido es que ese pibe faltó el día de la presentación y, quienes presentaron, no tenían la menor idea de nada. Se escucharon frases como "Y, esto lo hizo Gonzalo, no se bien que es" o "No se porque Gonzalo habrá puesto esto acá". No tengo nada personal con ellos, pero si llegan a aprobar, devuelvo el diploma. Bueno, tanto no, porque apenas apruebe voy a ponerlo en LinkedIn. Pero si me parecería una falta de respeto a las instituciones y a todos los sábados que me tuve que fumar haciendo el TP.

Por ultimo pero no menos importante, tenemos el dolor de espalda. No es constante, pero aparece por momentos. Y no puedo hacer nada de actividad física, me canso rápido por todo. Camino tres cuadras y me empieza a doler. Ni hablar de correr un colectivo. Me hice placa, resonancia y saqué turno con un especialista. Fui a verlo, pero tres semanas después. Aparentemente, los especialistas son gente muy ocupada y no te dan turno rápidamente.

Ayer salí del laburo y me tome el subte para el consultorio. Tuve suerte, fue uno de los días de paro al azar de los Metrodelegados. Que gente copada realizando reclamos dignos. De todo corazón, ojala que consigan todo lo que quieren y se merecen. Por ejemplo, se merecen una muerte lenta y dolorosa. No digo que quiero que vuelva Hitler, pero si vuelve, los Metrodelegados deberían ser los primeros huéspedes de Auschwitz. Yo les hago el check-in.

Llegué al consultorio a la hora señalada, toqué el portero eléctrico y me abrieron sin preguntar quien era. Que lindo, volvió la confianza en la gente. El ascensor tenia dos puertas, es de esos que entras por un lado y salís por otro. No me gustan esos ascensores, me caen mal. No por eso voy a mandar a los ingenieros de esos edificios a Auschwitz junto con los Metrodelegados, pero sepan que los estoy vigilando. Al menos el ascensor tenía espejo. Odio profundamente los ascensores sin espejo.

Consultorio, carnet de obra social y sala de espera con revistas que dejaban mucho que desear. Menos de 15 minutos más tarde, el doctor me llamó al consultorio. Le conté lo del dolor de espalda, me pidió que me saque la remera. Miró por unos 30 segundos y me dijo que me la vuelva a poner. Después observó la placa y la resonancia y me dijo:

Doctor: Te voy a mandar a hacer un espinograma.
Yo: Ok (Con tono dudoso) ¿Pero que es lo que tengo?
Doctor: Tendríamos que esperar el estudio para ver. (Mientras se levantaba de la silla y me indicaba la puerta).
Yo: (Sin levantarme de la silla, hacia solo seis minutos que había entrado a su consultorio, no me iba a despachar así de fácil). Bueno, pero viste la resonancia y la placa, ¿Qué puede ser?
Doctor: Y, habría que ver, podría ser un desgaste en los discos, por eso te pido este estudio. (Ya totalmente parado, detrás de su escritorio)
Yo: ¿Eso como se cura? ¿Me va a doler siempre?
Doctor: No, eso se cura con ejercicios.
Yo: ¿Cuáles? ¿Qué tengo que hacer? (Puede parecer que tuve una regresión a la edad de las preguntas, pero no es el caso. Estaba en un consultorio con el especialista que me tomó tres semanas ir a ver, como mínimo esperaba un diagnostico. O algo. No hacia falta que me cure el dolor, pero al menos que me diga algo relevante y digno de todos los diplomas que tenia colgados en la pared)
Doctor: No lo sé, no los hago yo, los hace un kinesiólogo. (Caminando lentamente hacia la puerta)
Yo: ¿Me van a hacer kinesiología? (Con cierto tono de exasperación porque continuaba sin conseguir respuestas coherentes).
Doctor: No, van a ver según cada caso, pero te va a enseñar a sentarte, a acostarte, a ponerte de costado y a caminar para que no te duela. (Mientras me abría la puerta)

En resumen, me hice los estudios pertinentes pero no sirven. Fui a un especialista quien demoró tres semanas en darme turno y me despachó en ocho minutos Hace casi un mes de esto y todavía sigo sin diagnostico ni cura. Me sigue doliendo porque deje de tomar los medicamentos y -de yapa- tengo manchitas en las manos.

Para Diciembre me tengo que hacerme más y nuevos estudios y ver más médicos. Tengo el final del posgrado, más shows de stand-up, tengo que ir al oculista porque estoy usando el último par de lentes de contacto y necesito una nueva orden, tengo que terminar el libro y sacar los pasajes para irme a pasar las fiestas a Santa Fe con la familia de mi novia. También tengo que hacer tarea de portugués porque se me ocurrió la genial idea de anotarme en un curso; todo esto laburando full time, viviendo con mi novia y sin dejar de postrar en Ya Veremos. Pero por suerte el resto todo tranquilo, todo bien.

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Wednesday, November 28, 2012

Joven Burgués Busca

La vida burguesa es complicada y, sobretodo, muy cara. Uno de los temas más complicados de la burguesía es elegir empleada domestica. Es una tarea mucho más complicada de lo que parece.

Allá por el 2007, cuando me mude a mi casa, conocí a la mucama de quien vivía antes ahí. Me la presentaron y accedimos a que la empleada continúe con sus labores en el departamento. O sea, como los gatos (felinos, no los otros) que son del departamento y no del dueño.

La mucama se llamaba Graciela. Cuando se presentó, me dijo "no se preocupe por nada, yo soy de confianza". Una fenómena la mina. Porque debió haber escuchado la frase "es de confianza" entonces ahora ella se presenta así, diciendo "soy de confianza". Ya lo dije muchas veces, no podes autoadjetivarte.

Decidí darle una oportunidad y la contrate. Hay dos clases de limpieza, la profunda y la de repasar. La profunda es la que no hace nadie y la de repasar es la que hacemos todos. Pero, en realidad, repasar no cuenta como limpiar. Entonces, los burgueses que contratamos empleadas domesticas, las obligamos a hacer limpieza profunda.

Llegó el primer día y le dije "limpieza profunda del baño". Bueno, no, primero la salude y esas cosas de rigor y después si le dije lo de "limpieza profunda del baño". También le dije que no me importaba si demoraba dos horas en el baño y ese día no limpiaba nada más; prefería que quede una cosa impecable y punto. Como soy una persona que impone mucha autoridad y a veces habla de si mismo en tercera persona, la empleada domestica no me hizo caso. Ella repasó el baño, la cocina, trapeo el piso y se fue.

La segunda vez paso algo similar. La tercera le pedí que limpie las botellas y me dijo que no iba a hacer a tiempo. A pesar de que limpiaba poco y se iba temprano, decidí darle una nueva oportunidad. Fue la cuarta y ultima. Porque el problema es el siguiente, si contratas a una persona para que limpie y esa persona no limpia, como que te encontras en un brete. Hice lo que cualquier persona que se precie debe hacer, le cancele la semana siguiente y después la siguiente y después una mas y ya no la llamé más.

Decidí que me iba a encargar de la limpieza hasta que decidí no encargarme más y conseguí una nueva empleada domestica. Esto fue en el 2008. Arregle por teléfono, me dijo que cobraba $8 la hora más una hora extra de viáticos, le dije que estaba bien. Soy de la política que los honorarios no se discuten. Contrario a mi religión, no regateo ni se regatear.

La muchacha llegó a la hora prevista y limpió todo relativamente bien. Estuvo dos horas exactas. A la hora de pagarle, le doy los $24 que habíamos pactado y me dice "yo trabajo por agencia y el mínimo son 4 horas". La mina se quedo con 16 pesos míos. Así, impunemente, como si nada. Pude haberle dicho "entonces laburalas" y mandarla a limpiar los vidrios, pero me tenia que ir. Pague los $16 y no la llamé más. Ganó $16 y perdió el empleo. Una visionaria.

Volví a decidir que me iba a encargar de la limpieza hasta que decidí no encargarme más. No conseguía empleada domestica. Hasta que Carolina -una compañera de trabajo que vivía a dos cuadras de mi casa- me recomendó otra. Unas semanas más tarde la llamé, vino, limpió bien, le pague lo que correspondía y listo. Ese día, en el laburo, le comente a Carolina que había llamado a la chica que ella me recomendó. Me dijo que no era tan buena idea, que ella dejó de llamarla porque desaparecieron algunas cosas de la casa.

Carolina me recomendó a su nueva mucama, quien iba a su casa tres veces por semana, todo el día. Quedamos que ella me la prestaba los miércoles a la mañana, por dos horas. Era la época en que yo trabajaba por la tarde. El inconveniente radicaba en que algunas veces le cancelaba porque, bueno, prefería quedarme durmiendo. O, en algunos casos, no es por alardear ni nada, alguien se quedaba a dormir en casa el martes por la noche. Bueno, ok, eso paso una vez nada más. Y fue por casualidad.

Las veces que le cancelaba a último momento, la siguiente semana le pagaba doble. Era todo ganancia para ella, porque en lugar de quedarse en la casa, se iba temprano para lo de Carolina. El sistema funcionaba a la perfección, hasta que un día Carolina me reto. Me dijo que ella necesitaba a la empleada por dos días y medio y no por tres completos y que si yo le cancelo a último momento, ella debía pagar esas dos horas extras y no estaban dentro de su presupuesto. 22hs semanales de mucama ella pagaba sin problema, pero 24 era una exageración. En fin...

Para evitar dichos inconvenientes, comencé a cancelarle a la empleada con una semana de antelación. El mismo miércoles que ella venia le avisaba que al siguiente no tenía que venir. Esto lo hice dos o tres veces, pero tampoco funciono. Porque la mucama se avivo, iba temprano a lo de Carolina alegando que yo le había cancelado a último momento. La mina fue viva. Igual de viva que la de los $16, solo que a esta le funciono un par de veces; después no la llame más. Gano cuatro horas de sueldo y perdió su fuente de ingresos. A llorar al Anses.

Volví a decidir que me iba a encargar de la limpieza. Esta vez fue en serio. Desde el 2009 hasta el 2011 limpie yo. Desde el 2011 hasta ahora limpiamos mi novia y yo. En general somos parejos con los ciclos de limpieza. Los dos vagos a la vez y no limpia ninguno; o los dos más higiénicos y hacemos el aseo al unísono. Otras veces yo limpio y ella mira tele. El incordio fue que las épocas de vagancia iban ganándole por mucho a las de higiene, entonces terminábamos limpiando solamente cuando viene alguien de visita. Y no esta bueno eso, porque se hace todo a las apuradas. Entonces, en un acto de burguesía extrema, decidimos contratar empleada domestica.

El miércoles pasado estuvo en casa por primera vez. La limpieza estuvo bien, pero hasta ahí. Normal. O sea, esta limpio. Aunque no se si notaron, soy un toque obsesivo. Y la mina rompió dos cositas, guardó cosas donde no iban, no acomodo después... que se yo... tengo mis dudas sobre si conviene empleada domestica o autolimpieza.

Hoy vino por segunda vez. Ya veremos que hizo. La vida de burgues me esta trayendo muchos problemas.

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Friday, November 23, 2012

YaVeremos Investiga: Aceitunas en la Pizza

En el pasado las investigaciones se focalizaron en nimiedades como el Papa, McDonald’s, Castrilli, Albinos y Enanos y la búsqueda de la belleza gratuita, entre tantas otras cosas. Todos esos estudios estaban basados en verdades empíricas, datos científicos y análisis estadísticos. Para el estudio de las aceitunas en la pizza, tuve que acudir a las encuestas.

Para este estudio colaboraron nueve personas del rubro gastronómico, todos ellos encargados de locales o camareros; ocho trabajan en Argentina y uno en Estados Unidos. Todos ellos respondieron dos preguntas y luego brindaron detalles de cocina. Las preguntas eran si se volvían a usar las aceitunas de la pizza que la gente no había comido y si el pan que sobraba de una panera pasaba a otra.

El caso de Estados Unidos queda rápidamente descartado para este estudio, su respuesta fue "todo lo que vuelve de la mesa, se tira". O sea, no se usa nada. Si toco la mesa, va a la basura. Claro, ellos son los yanquis todos higiénicos y con sus normas ISO9000. ¿Quién se creen que son? En Argentina somos mucho más vivos y nos bancamos la suciedad.

El caso de la panera fue unánime, se recicla. El cliente come algunos panes y, los que sobran, se usan para rellenar una nueva panera. Es así en todos lados, no hay muchas vueltas. Lo de las aceitunas me sorprendió mucho. Nunca, bajo ningún punto de vista, se vuelven a usar. En algunos casos van a la basura y en otros se las comen los camareros, pero jamás vuelven a otra pizza.

En la encuesta también me entere -por ejemplo- que todos los camareros de un famoso restaurant de Palermo (muy cerquita de Plaza Serrano) estaban en negro. Los días que llegaba una inspección de la AFIP, el dueño los mandaba a todos a la terraza para que no pudieran denunciar nada. Otra cosa que surgió en la encuesta es que las aceitunas solo se colocan en las pizzas que la gente paga individualmente, jamás en las pizzas libres. También hubo detalles de la falta de higiene del lugar, pero esos prefiero omitirlos.

Volviendo a la aceituna, es algo que realmente me preocupa. Asumimos que las pizzerías utilizan las aceitunas más baratas, alguna marca Coto o (si llegan a conseguir) hasta algo peor. El paquete de aceitunas cuesta $9,69 y vienen aproximadamente 25 aceitunas, eso da $0,39 por aceituna. Ese es el precio de supermercado al público, vamos a asumir también que y un restaurant puede conseguirlas a un valor menor, alrededor de $0,35.

Una pizzería top en un día bueno vende unas 700 pizzas. En un día malo unas 100, podemos promediar en 350 pizzas diarias, que nos da como resultado 10.500 pizzas mensuales. Vamos a asumir también que el 80% de la gente pide una pizza grande (ocho porciones) porque cuando vas a comer pizza, comes una pizza; nada de mariconadas pequeñas de seis porciones. Porque una pizzería que se precie nunca va a andar sirviendo pizzetas.

Si tenemos 10.500 pizzas de las cuales el 80% son de ocho porciones y el 20 porciento son de seis porciones, llegamos al total de 79.800 porciones de pizza. Al ser una pizzería top, tenemos que asumir una aceituna por porción más otra aceituna en el centro de la pizza, eso nos da un total de 90.300 aceitunas.

Más arriba habíamos dicho que cada aceituna costaba $0,35, tenemos así que la pizzería top esta gastando $31.605 mensuales en aceitunas. Una locura. Una barbaridad. Teniendo en cuenta que al 90% de la población no le gustan las aceitunas (porque, seamos honestos, son muy feas), la pregunta del millón es ¿qué están esperando las pizzerías para reciclar aceitunas?

Reciclando solamente el 50% se ahorrarían $189.630 en un año. Como los alquileres comerciales son por 5 años, en el lapso de un contrato una pizzería podría llegar a ahorrarse un millón de pesos solamente reciclando aceitunas. Ni hablar si llegara a hacer un estudio del queso, los haría millonarios. Y si ven que la pizzería de su barrio quebró, ya lo saben, fue por sobredosis de aceitunas.

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Tuesday, November 20, 2012

Tímidos y Aceitunas

El sábado fuimos con mi novia al teatro. Vimos una obra que... bueno, digamos que no fue la mejor de la historia. Bastante lejos de eso. Igual no pasa nada, la había elegido ella. Entre el público se encontraba Agusto Giribone, el de Graduados. Obviamente no lo conozco, nunca lo había visto, nunca hable, no se nada de su vida, pero me cae muy simpático. Mientras hacíamos la fila para entrar, se le acerca una chica y le pide sacarse una foto. Él responde "ahora no, después... pasa que soy tímido".

Diálogo entre Minita 1 (que le pidió la foto) y Minita 2 (su amiga).
Minita 2: ¿No se sacó la foto con vos? Que agrandado de mierda.
Minita 1: Para nada, es re buena onda. Me dijo que después se la sacaba y además es tímido.

Desconozco si después se saco la foto o no, si es realmente tímido o no o cualquier otro detalle de su vida. Lo que me gusta es que estas dos minitas –o cualquier otra persona en su lugar– resuelve como es la personalidad del tipo. Por ahí Minita 2 sale del teatro y se junta con amigas y dice "El de Graduados es un agrandado de mierda, una amiga le pidió una foto y le dijo que no". Con cinco segundos, ya le sacamos la ficha al tipo. Y esta bien, porque todos sabemos todo. Porque sin el poder de la generalización absoluta, argumentos banales y llevar situaciones al extremo, Ya Veremos no existiría.

A la salida del teatro fuimos a comer pizza a Romario. Antes de llegar, pasamos por un Almacén de Pizzas, pero los ávidos lectores de este blog saben que ahí no voy más hasta que el dueño me pida disculpas. Comimos la pizza, pero no las aceitunas. Me genera curiosidad que hacen con las aceitunas que sobran. Porque la pizza tiene una aceituna por porción. Si no las comes, ¿vuelven a la cocina y van a otra pizza?

Próximamente un estudio más completo del tema, que también va a incluir el misterio de las paneras y si las rellenan con el pan que va sobrando.

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Monday, November 19, 2012

Patch Adams

El lunes de la semana pasada volví al laburo después de casi siete días postrado. En realidad me hubiesen venido bien un par de días más, pero no daba seguir tirado. En casa estaba mi novia, que me cuidaba. Creo que ese es el laburo de las novias. Aunque hay una línea muy delgada entre cuidarte y cagarte a pedos por todo. Por ahí ellas creen que te están cuidando. Pero no, aprovechan la situación y todo el tiempo te están diciendo que tenes que hacer, lo que no tenes que hacer, lo que deberías hacer, lo que no deberías hacer. Mucho trabajo.

Además de mi novia, el problema es el resto de la gente que me rodea. Como verán, siempre el problema son todos los demás. Pero en serio. Porque el problema radica en el principio fundamental que dice "Todos Sabemos Todo". El 2012 nos encuentra a todos los seres humanos como expertos en absolutamente todos los temas. No importa si es mi dolor de espalda, las fotos desde Marte, el 8N o el genoma humano; vos tira un tema y el otro te va a responder.

Entonces, cuento mi problema de la espalda y, como respuesta, recibo una catarata de recomendaciones. En realidad, más que recomendaciones, son soluciones. Sin importar a quien le cuente el problema, siempre tengo como respuesta la pócima mágica a todos mis padecimientos. Si digo que el doctor me recomendó que me ponga calor, me responden "no, la posta es ponerte frio". Porque –obviamente- el doctor esta equivocado y ellos tienen la posta. Y las recomendaciones siguen. Me dicen como sentarme, como acostarme, como dormir, que ejercicios debería hacer, que movimientos de elongación tendría que realizar y hasta como caminar.

Todas estas recomendaciones son muy lindas y tal vez incluso hasta muy útiles. Pero el detalle es que nunca las pedí. Yo solo dije que me dolía la espalda. Encima, es un círculo del que no se puede salir. Porque una vez que la gente te recomienda, después te vuelve a llamar para verificar que hayas seguido sus recomendaciones. Y, si no las seguiste, se enojan. En serio, hay que tener agallas para esto.

Recapitulando, una persona que no es medica ni tiene ningún estudio relacionado y a la cual nunca le pediste opinión, te dice que tenes que hacer. Y si osas no hacerle caso, se enoja con vos. Para la próxima ya aprendí, lo mejor es no decir nada.

El martes fui por segunda vez a hacerme la resonancia. Había ido unos días antes, pero no me la pudieron hacer por el corte de luz. Fue la segunda resonancia de mi vida. Hace dos años me habían hecho una por lo de la muñeca.

La misma gente que recomienda que hacer y que no hacer, es la que te cuenta que una resonancia es muy parecida al fin del mundo. Te asustan y te dicen cosas como "te van a meter en un tubo". Si me quieren asustar realmente, saquen la preposición "en" de esa oración. Fui al hospital, me hicieron la resonancia y no es tan grave. Si, estas en un lugar pequeño donde no te podes mover por unos 20 minutos y el ruido es un poco molesto, pero tampoco es para tanto.

Antes de empezar la resonancia, le conté al técnico que es lo que tenia. Él me dijo "con un poco de suerte es solo una contractura". Después de la resonancia, ocurrió el siguiente diálogo:
Yo: ¿Y? ¿Era solo una contractura?
Técnico: No sabría decirte, soy solamente el técnico. Tendrías que ver a un médico.
Yo: Si, ya lo se. Pero vos ves estas cosas todos los días... (Con tono de "dale imbécil, decime que tengo").
Técnico: Y... tenes unas cositas... tendrías que ver a un medico.

Unos días después, ya con la resonancia y el informe en mano, me puse a googlear que tengo. Y mucho no entendí. Es algo de los discos, pero no es una hernia. Y según diferentes foros puede ir de extremadamente doloroso a curarse solo. La semana que viene tengo turno con el experto en columna que, idealmente, me brindara paz y armonía por toda la eternidad.

Mientras buscaba un experto en columna, me encontré con el Dr. Feldman, un tipo muy gracioso y ocurrente cuya web se llama "Hola Doctor Feldman" que inevitablemente nos hace acordar a Nick Rivera y el célebre "Hola Doctor Nick". Desconozco que pensaba el doctor Feldman o el motivo del nombre de su web, pero si hay algo que no quiero de mi médico, es que sea gracioso. Para graciosos ya estoy yo, que soy un profesional del humor.

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Tuesday, November 13, 2012

Super Humor

Se viene un Noviembre a puro stand-up. Hay dos ciclos, por un lado Stand-Up en la Facu 2. Resulta que los sábados de Septiembre se hizo Stand-Up en la Facu. Pero como quienes lo armaron no tenían tiempo de volver a hacerlo, me ofrecieron el espacio. Y yo agarre. Así que todos los miércoles de Noviembre hay show en el Centro Cultural Sábato, que esta en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Son cuatro shows, cinco comediantes diferentes por show. Yo actúo el 28. Las entradas cuestan $30, pero para la gente del blog puede haber 2x1 porque me caen simpáticos. Pueden chequear el evento de Facebook o seguir por Twitter.

El otro show que vuelve es Gladiadores, espectáculo que durante la primera mitad del año organicé con un amiga. Éramos ella, yo y tres invitados en un bar de Palermo. El petit detalle es que dicho bar en Palermo no tenia calefacción, entonces (con el invierno) tuvimos que dejar de hacer los shows. Además de no tener calefacción, no tenían un montón de otras cosas y por eso hoy lo tienen en venta, pero esa es otra historia.

Gladiadores es un show que me divierte hacer. Es mucho más relajado, otra onda. La vuelta es únicamente por cuatro funciones. Un poco para ver como sale, otro porque es mucho laburo organizarlo y esta vez lo estoy haciendo solo. Este jueves es el primero y el siguiente (22 de Noviembre) va a ser el especial de humor negro. A quienes les gusta, se lo recomiendo. El objetivo es desubicarse lo máximo posible. Los que se la banquen, son bienvenidos. Pueden ver detalles del evento de Facebook y, si se copan, darle "me gusta" al Facebook de Gladiadores.

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Monday, November 12, 2012

Sending Fruit - Noviembre

Año 4 / Número 54

# Basta de 8N, empecemos a protestar cosas realmente importantes. Por ejemplo, cacerolazos para que Wes Anderson deje de hacer películas.

# En realidad Wes Anderson no me cae tan mal, mi problema es con la gente a la que le gustan sus películas.

# Poder de los gemelos fantásticos actívense... ¿Por qué uno siempre terminaba siendo un balde de agua?

# ¿Y si en lugar de votar a los 16 hacemos voto calificado? Solo título universitario vota y punto.

# El que diseño la página de Osde merece una muerte lenta y muy dolorosa.

# Organizar el cumpleaños por un evento de Facebook es de idiota.

# Se vienen muchos shows de stand-up en Noviembre. Mañana un post al respecto.

# Solamente dos provincias tienen gobernadores de la UCR. Si nos ponemos las pilas, los rajamos a esos también y el partido desaparece.

# Hace poco descubrí que en el chat de Facebook podes estar offline para los que vos quieras. Ahí se ven, babosos.

# Aproveché mi semana postrado para terminar las aventuras de Ignatius Reilly y ahora voy por la mitad de uno de Auster. No les digo cual para que no me lo arruinen.

# Odio tener que leer a Auster con el diccionario al lado.

# Con el tema del .net casi no hay visitas en el blog provenientes de Google y se podría llegar a complicar el Te Busco.

# Menos mal que fui previsor e iba guardando Te Busco a lo largo del año para épocas de escasez.

# Soy como el cuento de la hormiga y la cigarra, solo que esta vez ganó la hormiga.

# Te Busco: La subseccion de Sending Fruit donde están algunas de las cosas que la gente busca en Google y termina en YaVeremos.
- por que el queso me da asco
- en que se parece una manzana y el tomate
- por que a la gente no le gusta el humor nergro
- como hacer antenitas de vinil
- pedos de mi hija
- agua villavicencio en sachet
- Factory of alfajores in EEUU
- en que año se invento el nivelador de concreto
- estoy sin heladera y no se q comer
- regalos para amigos invisibles que no me caen bien
- rellenadores en el hablar
- alguien tiene superpoderes como yo
- doctor miroli sida
- reuniones de consorcio embole
- me da asco la leche
- tengo la frente grande, en ingles
- fotos mujeres con la frente ancha
- soy fea por mi frente ancha



Related: Sending Fruit

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Sending Fruit™ Los 12 de cada mes en Ya Veremos.

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Friday, November 9, 2012

Mi Pie Izquierdo

Domingo a la noche, ya madrugada del lunes. Alrededor de la una de la mañana. Estábamos en la cama con mi novia, yo de mi lado, ella casi en el medio. Más o menos como siempre. Los dos por irnos a dormir. Y de repente, súbito dolor de espalda. No me podía mover. Desde la cintura hasta la mitad de la espalda estaba todo duro.

Mi novia quiso llamar a un médico, le dije que no hacía falta. Porque creo que hay que bancarse hasta las últimas consecuencias no llamar a un medico. Ella no me hizo caso y llamó igual. Explicó la situación y desde la obra social le dijeron que iban a mandar una ambulancia.

Antes que nada quiero aclarar que no poder moverse no está bueno. Por ahí hay alguno pensando "estado vegetativo, que copado" pero les juro que no. Lo peor es que es de golpe. Sin preaviso, sin nada de nada. Me quede como la pantalla azul de Windows. Me tilde y quede congelado, pero no había Ctrl+Alt+Del por ningún lado.

Aproveché la situación para analizar el origen del hombre. Hace un tiempo postee acerca del mantenimiento del cuerpo. Esta vez, me quiero focalizar en la fragilidad del mismo. Para eso, vamos a remontarnos a los origines.

Hay varias teorías sobre el origen del hombre. Las dos más aceptadas son la de la Evolución de las Especies (de Darwin) y la religiosa, Adán y Eva y todo eso. Hay más, como que venimos de los extraterrestres y sandeces del estilo, que por suerte no tienen muchos adeptos.

Mi problema es que ninguna de las dos grandes teorías explica lo desastroso del diseño y la fragilidad del cuerpo. Convengamos que el diseño es un tanto extraño. O sea, todo bien con las partes recreativas, pero el resto deja bastante que desear.

La fragilidad de las especies es otra cosa. Darwin habla de la supervivencia de los más aptos y que fuimos evolucionando del mono y todas esas cosas. ¿Esto es a lo mejor que llegamos? ¿Este es el sumun de la evolución? ¿El mono era la mejor especie desde donde evolucionar? ¿Por qué no evolucionamos de las orcas? Y hablando de orcas, todavía no entiendo como no se morfan a los entrenadores de Mundo Marino. Orca, miralo bien, es 20 veces más chico que vos y te está haciendo mover la cola como una bailarina de cabaret... morfatelo. Sigo sin poder creer que de todos los animales que hay en la tierra, el mono haya sido el que más evoluciono.

La otra teoría es la de Dios creando a Adán y Eva. Según cuenta la fabula, ellos tuvieron a Cain y Abel. Uno mato al otro, después tuvieron a Set y después muchos hijos más que no tienen nombre. Luego se fueron reproduciendo entre hermanos, después entre primos y así sucesivamente; hasta que llegamos a la actualidad. Y, viendo algunos especímenes que nos rodean, está totalmente claro que sus progenitores eran hermanos.

Ahora, si dios hizo todo esto, ¿Por qué así? ¿Es esto lo mejor que puede hacer dios? ¿En serio? ¿El amo máximo de la galaxia, el universo y todo lo de más allá hizo esto? La verdad que como dios, deja mucho que desear.

No importa a que teoría se adhiera, el tema es que, de golpe, a mi me duele la espalda y no puedo hacer nada. Alguien debería hacerse responsable. Dios, Darwin, sepan que los estoy vigilando. Y a los demás, por favor no dejen comentarios sobre dolores personales. De onda, no me importa. Me duele a mí, no me voy a solidarizar o generar empatía. En serio, no me importa su dolor. Me jode el mío y punto. Mi amor al prójimo termina cuando me duele algo.

Aproximadamente una hora más tarde, llegó la ambulancia. Apareció un médico brasilero a quien no se le entendía mucho cuando hablaba y un enfermero que parecía uno de los malos sudafricanos de Arma Mortal 3. No el embajador, sino el segundo, ese que era malo malo. Pero muy malo. Y que al final Mel Gibson lo caga bien a tiros. Pero cuando Mel era bueno, no como ahora que él también es malo. Les conté lo que había pasado y casi sin revisarme, resolvieron inyectarme. Una mezcla de diclofenac con miorelajante muscular. Me dijeron que a los 40 minutos se me iba a pasar. Pasaron 40 minutos, una hora, dos horas y no se me pasaba. Me termine quedando dormido después de las tres de la mañana.

Mi novia se levantó antes de las ocho, yo continuaba postrado. A las 10 llamó otra vez a la obra social y nos mandaron una nueva ambulancia. Mientras esperábamos, tuve la fantástica necesidad de ir al baño. Me encantaría decir que caminaba sigilosamente como un ninja, pero en realidad me parecía a Jar Jar Binks sin poder levantar bien los pies del suelo. Para completar el combo, hay un detalle de mi novia que nunca conté. Cuando ella está nerviosa, se ríe. Y cuando está muy nerviosa, se ríe a carcajadas. Verme no-caminar de esa manera la puso muy nervioso, entonces no paraba de reírse.

Llegó la ambulancia. Esta vez apareció una doctora con un enfermero. Nuevamente conté lo que había pasado. Los dos muy buena onda me dijeron que lo único que podían hacer era volver a inyectarme, pero como no me había hecho efecto antes, no tenía sentido hacerlo. Entonces, la solución era que yo fuera al hospital. Tenía cierta lógica lo que decía esta mujer.

Yo: Bueno, apenas me pueda levantar, voy para la clínica.
Doctora: No, te llevamos nosotros.
Yo: ¿Eh?
Doctora: Si, aprovecha que esta la ambulancia y listo.
Yo: Pero no quiero ir en ambulancia.
Doctora: No tenes opción.

Con algo de esfuerzo y sosteniéndome de las paredes, acomode mis cosas y partimos en ambulancia. La única que estaba contenta era la portera, que al verme salir así del edificio consiguió chismes para los próximos ocho meses. El enfermero manejaba, la doctora iba a su lado, mi novia y yo sentaditos atrás. Yo tratando de sostenerme de algo, mi novia maquillándose. Si, ella se maquillaba en la ambulancia. Creo que tenía la esperanza de conocer a algún medico lindo, ni idea. Se lo reclamé y ella respondió "¿No ves las ojeras que tengo?" como si lo suyo fuera lo más normal del mundo. Ahora alguno debe estar pensando "que copado, viajar en ambulancia". No, no está nada bueno. Y ni siquiera pusieron la sirena.

Llegamos al hospital y me entraron en silla de ruedas. Tampoco esta bueno. Me llevaron a traumatología, me pasaron a una camilla. Apareció un médico especialista en traumatología. Por tercera vez, conté que me había pasado. Y por tercera vez, me miraron con cara de no creer mucho la historia. Aparentemente, si estas a la una de la mañana en la cama con tu novia y de golpe no podes moverte más, está relacionado con cómo te estabas moviendo antes. Y la respuesta a eso es "ojala". Si eso hubiese causado el problema, estaría celebrándolo. Querría decir que en esas situaciones, realmente dejo todo y voy hasta las últimas consecuencias. Pero no fue el caso.

Me revisó y mandó a que me hagan placas. O sea, la revisión no era nada de nada, porque sin las placas no me diagnostican. Ya lo dije un montón de veces, los médicos de hoy no diagnostican, solo unen con flechas síntomas, análisis y nombre del problema.

Diálogo post revisión:

Yo: ¿Qué puede ser?
Médico Especialista en Traumatología: Como 30 cosas diferentes, tenemos que esperar las placas.
Yo: El otro médico dijo que podría ser una hernia, ¿es así?
Médico Especialista en Traumatología: No, si fuera una hernia te dolerían las piernas.
Yo: Entonces, que es lo más grave y lo menos grave que puede ser.
Médico Especialista en Traumatología: Lo más grave, un tumor. Lo menos grave, un pinzamiento muscular.

Apareció un camillero y me llevó a hacer las placas. El tipo se parecía mucho al pelado de CQC. Aunque tal vez no se parecía tanto y solamente era pelado. Porque los pelados (como los ponjas) son todos iguales. Después me llevó de vuelta con el médico especialista en traumatología. "La columna se ve bien, normal" me dijo. Comentario que mucho no me tranquilizó. Me recetó pastillitas mágicas y reposo toda la semana. Además, kinesiología, resonancia magnética y ver un especialista en columnas para que chequee el pinzamiento.

Desde el lunes que no salgo de casa. Voy de la cama a la compu, de ahí a la tele y de vuelta a la cama. Por culpa del remedio, vengo durmiendo unas 10 horas a la noche y dos horas más de siesta. Cuando me levanto hago ruidos tipo señor de 95 años (en mal estado), camino lento y sin mantener la espalda erguida. Si Darwin me viera, sería un paso atrás en la evolución. Claramente no soy de los más aptos.

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Monday, November 5, 2012

Toc Toc

El blog sirve para muchas cosas, por ejemplo, quejarme. Pero también es útil para ir comentando esas pequeñas manías. En realidad no son muchas, aunque por ahí puestas todas juntas, parecen demasiadas y me tendrían que medicar a la vez que mi novia dice que mi vida es un Excel. Por suerte no es el caso y ando genial y derrochando alegría por la vida.

Porque, en realidad, no son manías, ni tocs. Sino un proceso de ordenamiento para una existencia mejor. Las cosas tienen que tener un orden. El agua tiene un orden, los repasadores tienen usos diferentes, como torta con cucharita (insisto en que no existen las cucharitas medianas, solo hay pequeñas y grandes, y tal vez las muy pequeñas). También uso guantes para lavar. Y hay algunas más que nunca conté, como el orden de las medias (por tamaño y color) y los bóxers (por marca).

Hay otra más, que no se si califica como manía, toc, obsesión o miedo irracional. Tengo miedo que me toquen el cepillo de dientes y le hagan algo non sancto. Por ese, cuando invito a mi casa gente a la cual no le tengo total confianza, lo saco del baño y lo escondo. No insistan, no les voy a contar donde.

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Friday, November 2, 2012

Chocoubre

Anoche, hablando por teléfono con Mica. (3 años y 8 meses)

Yo: ¿Te vas a dormir?
Ella: No, primero tengo que tomar la leche. ¿Vos que tomas antes de dormir?
Yo: Leche chocolatada, igual que vos.
Ella: Yo no tomo leche chocolatada, tomo leche de vaca.

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Thursday, November 1, 2012

Esa Propina es Mía

Hace un poquito más de dos años, postee algo sobre las propinas. A quien hay que dejarle, a quien no, los que extorsionan la propina y varias cosas más. El ultimo renglón del post decía "Mira si un día se pone de moda dejarle propina a los tacheros... se va todo al carajo. A esos si que no les dejo un mango. ¡Curtanse, fachos!" Con todo el dolor del alma, les tengo que contar que ese día llego. Bueno, no del todo. Pero más o menos.

Odio a los taxis. Odio a los tacheros. Odio los aumentos de taxis. Odio escuchar a los taxistas decir que no les conviene el aumento. Odio las anécdotas de los taxistas. Y me encanta ver taxis vacíos. Pero algunas veces tengo que ceder mi orgullo, minimizar el odio, adaptar los ideales a la situación y tomarme un taxi. El otro día fue una de esas veces.

Paro el taxi, abro la puerta y antes de subir le indico mi destino, aviso que voy a pagar por $100 y pregunto si tiene cambio. Cuando les preguntas, todos tienen cambio. Pero si viajas sin preguntar, apenas llegas a destino tenes que escuchar la catarata de quejas por la falta de dinero chico. Y bueno, es gente que escucha Radio 10, hay que comprenderla.

El tachero me confirma que tiene cambio, procedo a subirme al vehículo, ambientado con el merchandising típico. Apenas arranca, el señor taxista comienza a quejarse por el cambio y la falta del mismo. Si, el mismo espécimen que segundos antes había dicho que no había problema, ahora se quejaba. ¿Quién hubiera imaginado la volatilidad de esta gente? Su monologo enfilaba hacia el lado del lucro cesante. Según él, pierde como mínimo cinco o hasta seis pesos por día por eso. Me dieron ganas de partirle la bajada de bandera de $9,10 en la cabeza, o hacerle un enema de taxímetros. O las dos.

Con toda la amabilidad y cordialidad que me caracterizan, procedí a explicarle que no pierde plata por el cambio, sino que es un ida y vuelta. Si mi viaje cuesta $29,80, le pago con $30 y no le pido el vuelo. Pero, aparentemente, estoy totalmente equivocado. Porque apenas termine la oración, el tachero me saltó a la yugular y exacerbado exclamó "¡ah no! Eso es otra cosa, eso es la propina".

A ver, tachero, como te lo explico. Nadie, absolutamente nadie con un mínimo de sentido común te va a dejar propina. Ni a vos, ni a ningún otro tachero. A vos menos, por esa actitud. Ahora en serio, considerar el redondeo como propina es un auto-inflador de ego que no había escuchado nunca. El tipo es un fenómeno. Cree que hace bien su trabajo y por eso la gente le deja propina. Mientras que cuando el redondeo va para el otro lado, la culpa es de la falta de monedas. Ni siquiera sigue su propia lógica. Alguien tendría que avisarles que cuando redondeamos para el lado del pasajero es, en realidad, porque está haciendo mal su trabajo.

Tengo una propuesta innovadora, revolucionara y adelantada a nuestra época. Propongo que los taxis se puedan pagar con la Sube y así nadie se queja del cambio.

Ya Veremos, construyendo una sociedad mejor.

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