Hace unos días hubo una pequeña controversia respecto a algo que publiqué sobre El Almacén de Pizzas en el último Sending Fruit. Con la idea de evitar cualquier inconveniente a futuro, decidí contar toda mi historia con El Almacén de Pizzas. Toda. Completa. Integra. Incluyendo hasta el más minúsculo detalle. Abróchense los cinturones que se viene la apasionante historia entre la pizzería y yo.
Corría el año 2007, era el momento en el cual yo volvía a vivir en Argentina. Pero, en mi último viaje de vuelta, estuve unas 40 horas varado en el aeropuerto. Por supuesto que conté toda la historia, pueden leerla en Fear and Loathing in Dallas. Resulta que durante ese periplo, conocí un grupo de argentinos, dos chicas y un chico, solo que el chico era tan gay que podríamos decir tres chicas, que eran amigas entre sí. Cuestión, todas muy buena onda. Ya todos de vuelta en Buenos Aires, nos contactamos vía mail y decidimos ir a cenar. Cecilia, una de las chicas, recomendó El Almacén de Pizzas, una sucursal que estaba por Amenábar y Juramento, creo, no me acuerdo. No existe más. La cena fue cordial, aunque creo que las aburrí bastante porque hablé yo toda la cena. Igual, tengo una excusa válida. Unos días antes, había sido el episodio de La Ultima Argentina Virgen y yo me encontraba en la imperiosa necesidad de contar esa historia.
La pizza estuvo bien, aunque mucho no me acuerdo. No volví a ver a ninguna de las tres. Con Cecilia nos mandamos algún que otro mail más y después de haber escuchado la historia, quiso presentarme a una amiga, que ahora tampoco me acuerdo el nombre, sepan disculpar la omisión de estos detalles, es que fue hace mucho. Esta amiga en cuestión vivía por la zona de Recoleta, cerquita del Village. Una noche la pase a buscar y fuimos a tomar algo cerca de su casa. Ella no pidió cerveza porque era celiaca. Fue la primera vez que vi a un celiaco de cerca. Tengo una duda con los helados para celiacos, ¿yo puedo tomarlos? Porque me da miedo dejarlos sin helado a ellos, que no tienen otro. (Ese chiste me encanta, no es mío sino de Lucho Mellera).
La salida con esta chica no fue para ningún lado, no hubo onda. Tiempo después, Cecilia me volvió a escribir para recomendarme a otra amiga, que se llamaba Giselle. Esta vez estuve más vivo y nos juntamos a tomar algo cerca de mi casa. Cecilia también estuvo más viva, porque a Giselle me la recomendaba a mí. Me dijo que era buena onda, que era parecida a mí. No físicamente, eso sería un bajón; sino de personalidad, que eso esta bueno porque mi personalidad es re copada. Salí con Giselle y no éramos nada parecidos. Nuestra similitud se limitaba únicamente es que a los dos nos gusta mucho viajar. Como aproximadamente al 80% de la población y al 98% de la gente que yo conozco. Similitudes o no similitudes al margen, la salida con Giselle no prospero porque, sencillamente, ella era fea. Perdón, me corrijo, ella no era fea, sino que para mí era fea. Bah, no es que era fea, sino que tenía un corte de pelo corto que la hacía parecer como si tuviera la cabeza cuadrada. Imposible verla y no imaginarse un dado. Después de dos rechazos, Cecilia me borró de Facebook y nunca más supe nada de nadie de ese grupo.
Tampoco volví al Almacén de Pizzas, hasta unas semanas atrás. Más precisamente, el 4 de Febrero. Eran las 5 de la tarde, mi novia y yo estábamos en el Dot y teníamos hambre. En el patio de comidas nos encontramos con el Almacén de Pizzas y yo se lo recomendé. Yo entiendo que estaba en el patio de comidas de un shopping, pero la atención de las dos personas que había detrás del mostrador fue paupérrima. Un desastre. Yo trabajé en servicios y atención al público y lo que hicieron estas mujeres no se hace. Nada puntual ni tremendo, simplemente una actitud de mierda. Pero, a su favor, la actitud fue coherente con la pizza, que era un desastre. En ese momento le saqué una foto y la subí a mi twitter, pueden verla haciendo click acá.
Al día siguiente descubrí que El Almacén tiene twitter, entonces les reenvié la foto. No me respondieron. Exactamente una semana después, el día 12, publiqué el Sending Fruit. Los que lo leyeron, vieron una frase mía con el deseo de ser número uno en Google. Bueno, les cuento que algunos deseos se hacen realidad. Si buscan esa frase en Google, YaVeremos es numero uno. ¡Iupi!
El día 18, El Almacén de Pizzas dejo un comentario en el Sending Fruit, en el que me decían que les envíe mi queja a su correo. De hecho, lo que decía es que ya me habían dicho que les envíe la queja al mail y yo nunca lo hice. Cuestión, les envié mi queja. Lo que siguió fue una serie de cinco mails con el Señor Almacén de Pizzas. Si señores, quien me respondió fue el dueño del Almacén. Por un segundo, me sentí realizado.
La seguidilla de mails no la voy a copiar porque no tiene sentido, pero el tema fue más o menos así. El Señor Almacén me ofreció en reiteradas oportunidades a devolverme el dinero, me dijo que no entendía cual era el problema, que yo no conozco ni tengo porque conocer como se maneja una empresa, que tengo que valorar que él me está contestando y que la competencia no me respondería nunca y que queda a mi dispocición (sic) para cualquier cosa.
Si buscan en Google a este señor, es un tipo groso. Hay reportajes a él como un gran emprendedor, un sobresaliente empresario y todas esas cosas. El detalle es que –al menos para mí– todo lo que tiene de groso, lo tiene de soberbio. Porque todos sus mails estaban escritos como que yo estaba totalmente equivocado. Lo cual puede ser cierto. Lo que no entiendo, era el objetivo de sus mails. Creo que cuando haces algo, tenes que saber para que lo estás haciendo. Cuando puse esa foto en twitter, mi meta era únicamente quejarme por quejarme, como todo mi blog. Por lo que se lee en los mails, el objetivo del Señor Almacén era contarme que yo estaba equivocado en la opinión de su pizza. Algo que no tiene el más mínimo sentido. Yo no puedo nunca estar equivocado en mi opinión acerca de la calidad de una pizza. Esa pizza no estaba buena. Entonces, por más que el señor Almacén de Pizzas me diga que si estaba buena, no es cierto.
Otro ítem importante en las discusiones es saber cuál es tu situación ideal. La mía, era que me diga algo del estilo "vení otra vez a probar nuestra pizza, yo te invito". Yo hubiese ido chocho de la vida y también pagado por la pizza, no hacía falta la invitación. Me iba a creer re importante porque el sistema funciona y lo copados que son en El Almacén en darle bola a los que se quejan. Es más, también habría escrito lo loable de su actitud. Pero no fue así. Nos mandamos cinco mails cada uno y nunca logré comprender cual era su objetivo, más allá de señalar mi equivocación.
Todos estos sucesos ocurrieron el día sábado. Yo tenía toda la intención de publicar la historia en ese mismo momento, pero mi novia no me dejo. Me dijo que tal vez la pizza fue más o menos porque era de un shopping y todo eso. Entonces decidimos ir una vez más al Almacén, pero de incognitos.
Domingo a la noche, mi novia y yo fuimos a ver "El Diluvio que Viene" porque, lo confieso, a mi me gustan los musicales. Puede que este demasiado en contacto con mi lado femenino, no me importa. Me caben los musicales y me la banco. Además, "Después de Mi, el Diluvio" (libro en cual está basado el musical) fue el primer libro que yo leí como entretenimiento. Tenía 11 años, televisión, video y Nintendo en mi casa; y así y todo leí un libro de 250 páginas de principio a fin. Y me gusto.
A la salida del teatro, fuimos al Almacén de Palermo Hollywood. Llegamos, nos sentamos adentro. Nos atendió una moza muy cordial. Pedimos una pizza mitad napolitana, mitad de rúcula y tomates secos. Esta última parte la eligió mi novia. Yo también pedí una empanada para empezar. La empanada llegó al toque, junto con las bebidas. Las tienen hechas, eso es un punto a favor. La pizza demoró un poco, quiere decir que la preparan en el momento, otro punto a favor. Un punto en contra es que no hay pan para ir comiendo mientras esperas. Mientras esperaba, yo fui al baño. Y el baño dejaba bastante que desear, no estaba sucio, pero tampoco limpio. Y tenía mucho olor a baño, algo poco digno de Palermo Hollywood.
Llegó la pizza y estaba muy bien. Buena pinta y, para demostrar mi objetividad, acá les dejo una foto. No era espectacular, pero estaba bien y a años luz de la pizza del shopping. Hasta ese momento, todo venía bien. Terminamos la pizza, pedimos la carta de postres. Acá la moza empezó a derrapar. Nos trajo la carta y desapareció por 10 minutos, pero 10 minutos posta. Eso es mucho tiempo para esperar a un mozo. Finalmente volvió y pedimos dos mousse de chocolate. ¿Se dice dos mousse o dos mousses? Unos minutos más tarde, las teníamos en la mesa. Eran ricas, con chocolate arriba, pero la presentación medio floja. Ya me re creo crítico gastronómico, sépanlo. Pero en serio, parece que en la cocina tuviera un tacho de 20 kilos de mousse y cazan un poco con un cucharon y te lo dan vuelta en la copa. Se puede servir mejor que eso, pónganse las pilas.
Post postre, pedimos la cuenta. Ahora viene el punto más bajo. La moza desapareció por completo. Estuve muy tentado de llamar al 911 porque de verdad me empecé a preocupar por ella. Fueron 16 minutos en los cuales nadie siquiera nos dirigió la palabra. Durante esos 16 minutos de demora, perdió la propina. Finalmente le pedí la cuenta a otro mozo, me la trajo y, cuando quise pagar, me entere que no aceptaban tarjeta de crédito. Otro punto en contra. En conclusión, la pizza está bien pero no es genial y el lugar es un poco para lo que ofrecen.
Respecto al Señor Almacén, no me escribió más y dudo que lo vuelva a hacer. Pero me gustaría que no se la crea tanto, que deje la soberbia y aprenda que no importa cuanto tiempo pase, la frase "el cliente siempre tiene razón" es cierta. Sobre todo en esta época, donde las redes sociales e internet la dan más valor al consumidor. Él ya tiene un recuerdo en Google de por vida.
Wednesday, February 22, 2012
Atendido por sus Propios Dueños
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cual es la frase que quedo en google??
ReplyDeletePuchadigo, chequea el sending fruit. Saludos
ReplyDeleteGenial. Marcar los puntos en contra y a favor te ayudan a decidir si seguir o no, comiendo en un lugar. Uno es dueño de opinar sobre lo que come y de la atención que recibe. No me siento obligada a la propina cuando la atención es buena.. Me niego hace tiempo al Almacen de Pizzas, ahora mucho mas :)
ReplyDeleteSlds
Sil
Excelente! Te juro que me das actitud para hacerlo! A veces armo "quilombo" y mi novio me dice que no vale la pena D: jajaja pero posta que desde que te leo me anímo a más, lo de twitter, todavía no lo implemento porque no soy demaaaasiado de eso, pero bueno, che se te extrañaba, osea leerte y esas cosas D:
ReplyDeleteEspero que estes bien :)
Beso!
Te va a atacar el gremio gastronómico como a homero. Igual me parece bien, te sirven cualquier cosa, te cortan la cabeza con los precios y los mozos te atienden como si te estuvieran haciendo favor. Luchemos por una propina dada con justa razón. Abrazo
ReplyDeleteHay que quejarse, por suerte todavía es gratis.
ReplyDeleteme olvide, y tantas horas despues recorde: "PIZZERÍA LOS HIJOS DE PUTA, ATENDIDA POR SUS PROPIOS TURROS"
ReplyDeleteesa es la que va ;D
beso :)
Ramita, me alegro haber ayudado a decidirte por el no! Beso.
ReplyDeleteKalab Kalash, hay una frase que escuche mas de una vez "no se queje si no se queja". si vas a quejarte, dale con todo, sino el otro ni se entera.
el tema con la pizzeria los hijos de puta es que tenia un compañero en el laburo anterior que me caia mal y hacia ese chiste todos los dias... y me lo cago! beso.
Gastmun, y el del standup tambien! estoy a favor de las propinas merecidas... sino, "no tip for you!" abrazo.
Hugo, en cualquier momento empiezan a cobrar las quejas tambien. Abrazo.
Me hiciste acordar el capitulo que Homero es critico gastronomico.
ReplyDeleteHace pocos dias encontre tu blog(ni se como!), es genial, lo estoy leyendo de adelante para atras.
ReplyDeleteY este post me obligo a comentar, tambien quise comer una pizza en la sucursal Dot ,y termine pidiendo que me devuelvan el dinero, porque ademas de la mala atencion,la demora en entregar, la pizza "grande" tenia el tamaño que todos conocemos como "individual", siempre que comento esto a conocidos y amigos, no pueden creer porque todos dicen que la atencion y la calidad de las cosas son excelentes.
A que quiero llegar con esto? No se, tenia que contarlo.
Pao.-