El viernes pasado estaba en una entrevista laboral. Era la segunda en esa empresa, con el country manager. Porque como toda empresa que se precie, los nombres de los cargos están en ingles, a pesar que sea una compañía de México con oficinas únicamente en América Latina.
El country manager en cuestión vestía un jean azul oscuro, algo roto, bien moderno y una camisa Tommy Hilfiger celeste y blanca, a rayas verticales. Las rayas eran finitas, de no más de un centímetro cada uno, no era la remera de la selección.
Durante la entrevista tocamos varios temas, como todas las entrevistas. Nada muy original. Cerca del final, el country manager me empieza a hablar de la buena onda que hay entre los empleados. Lo enfatizaba como una virtud de la empresa. Compañerismo, cordialidad, camaradería, casi casi eran todos mejores amigos. "¿Salen todas las semanas a algún after?" pregunté yo ingenuamente. "No, nada de eso," me dijo el country manager y siguió "todos los viernes se hace un ‘viernes temático’ y hoy tocaba venir de rayado. Yo también me prendo en estas cosas" dijo mientras se señalaba la camisa y sonreía con orgullo.
Hasta ese momento, la entrevista venia muy bien. Después de eso... que se yo, tengo mis serias dudas. Yo no quiero trabajar para una empresa que haga viernes temáticos.
Monday, October 31, 2011
Cancha rayada
Thursday, October 27, 2011
Plebiscito
Me llamaron de la empresa de Jaime (ver posts Bajofondo y Bajofondo II) para pactar la entrevista con Fernando. Sé que es una pérdida de tiempo y no me interesa ese trabajo, pero por otro lado tengo ganas de ir porque creo que puede ser una excelente anécdota para el blog. ¿Ir o no ir? Esa es la cuestión.
Definen ustedes.
Wednesday, October 26, 2011
Bajofondo - Parte II
Previously on YaVeremos: Bajofondo
Nos sentamos y Jaime agarró mi curriculum. Nombró a mis dos últimos empleadores, después leyó mi nombre completo, edad, estado civil y localidad en la que vivo. Y ahí empezó a hablarme del trabajo.
La empresa vende proyectos de inversión. Yo tendría que vender los proyectos de inversión de la empresa. Le pregunté cuales eran y no me respondía del todo claro, daba muchas vueltas. Hasta que me termino diciendo que en este año están más que nada abocados a un proyecto inmobiliario en Lujan, otro en Pilar y una especie de fondo de inversión que en realidad era una especie de plazo fijo donde, según Jaime, la gente entra con 5mil dólares y ellos les pagan entre un 5 y 11% de interés dependiendo del tiempo en que dejen la plata, que puede ser entre uno y cinco años. Yo creo que si alguien deja 5mil dólares a una tasa del 5% anual hay que sacarle las cinco lucas y cagarlo bien a trompadas por pelotudo, pero no le dije nada a Jaime porque todavía no sabía bien que onda el trabajo.
El trabajo es más o menos así. Yo voy y vendo las cosas. La idea es que yo venda unos 100mil dólares al mes y, con eso, yo gano 2500. O sea, un 2.5%, esa es la comisión. El sueldo básico es... cero. Ah, y el mejor detalle, los clientes a los que yo les tengo que vender salen de mí. Ellos no me dan nada de nada.
Esos fueron aproximadamente los primeros 8 minutos de la entrevista, que duro una hora y cuarto. Los siguientes 67 minutos estuvo hablando Jaime. Yo no dije nada de nada. El tema es que él me tendría que estar vendiendo que yo vaya a laburar para ellos gratis. Pero es un pésimo vendedor. Jaime, de unos cincuenta años, pelado, con unos kilos de más aunque no califica como gordo, pero con una papada gigante; me miraba y hablaba. Hablaba mucho pero no decía nada. No me contaba casos de éxito, ni ejemplos, ni el día a día laboral. Hablaba necedades superfluas que no iban a ningún lado. Anécdotas sin principio ni fin. Este tipo se supone que es uno de los mejores vendedores en lo suyo (o al menos eso me decía él y los cuadritos de la pared) no podía venderme un trabajo.
Me estaba poniendo un poco nervioso porque el tiempo pasaba y el tipo seguía sin decirme nada de nada. Por momentos hablaba de vendedores a los que les iba mal, pero en otros trataba de mostrarme una empresa exitosa. Me contó que acababan de volver de un crucero por el Mediterráneo y que el año que viene era la convención anual que iba a ser de un par de semanas en Inglaterra y Escocia, y que de la sucursal Argentina iban a ir 100 personas. A ver, Jaime, como te explico, un viaje de una semana a Inglaterra para 100 personas tiene que costar al menos medio millón de dólares. Si la empresa tuviera esa cantidad de dinero, tendría recepcionista y tus muebles no serian de melamina comprados en Easy.
Jaime seguía hablando y mis nervios se incrementaban. Me quería ir corriendo de ahí. Jaime hablaba con una pausa que daban ganas de pegarle. Encima, ya se le habían acabado los temas de conversación y había empezado de vuelta por el principio. Me volvió a contar que no hay sueldo, que es todo a comisión y las ventajas de ser tu propio jefe. Eso es lo que me dijo "tenes la ventaja de ser tu propio jefe" no me dijo las ventas. Cada segundo en ese lugar te saca un año de vida.
A la vez, decía que lo importante para vender 100mil dólares al mes, es creer en la empresa, en lo que estas vendiendo, en el producto. O sea, Jaime, yo tengo que creer en tu producto. También agregó que, en general, los primeros tres meses son los más difíciles y "es complicado genera un ingreso genuino". Para mí, la palabra genuino estuvo de más. Como que la metió para ver si zafaba y no se entendía lo que quiso decir. Que fue que en los primeros tres meses no cobras. En el mundo de Jaime, todos tenemos que creer en el producto y trabajar 100% a comisión. Porque nosotros creemos en el producto y lo vendemos por el 2,5%. Pero ellos no creen en los vendedores, entonces no les pagan nada.
Si hay algo que no tengo, es paciencia. Si la tengo para las cosas como Defensa del Consumidor y para probar un punto cuando sé que tengo razón. Pero no para perder el tiempo viendo a este espécimen con papada al estilo Jabba The Hutt divagar. Decidí que lo mejor era relajarme, sacarme los nervios, y hacer apuestas en mi cabeza sobre cuanto tiempo más este hombre podía continuar hablando. A la hora y diez, me dijo "bueno, no te saco más tiempo" y yo pensé "aleluya" y estaba a punto de entonar el Himno a la Alegría cuando sonó el celular de Jaime. Él lo miro y me dijo "un cliente mío" y se puso a hablar por teléfono. Porque otra de las cosas de las que hablaba Jaime era de sus clientes. Que tiene un montón, que les consigue un montón de cosas y que son tratos cerrados. Mientras que yo, para llegar a ese nivel, todavía tenía que trabajar mucho.
Jaime cortó el teléfono y me preguntó si el trabajo me podía interesar, le dije que sí. Creo que lo mejor es concretar una segunda entrevista y salir corriendo de ahí. Me dijo que iba a ser con Fernando o con Gustavo, pero mejor Fernando por mi perfil y me empezó a hablar de Fernando, que trabajaba en el Banco Credicoop y que en el 2000 con la crisis se fue y ahora hace más de 10 años que está con ellos. También me empezó a hablar de otros vendedores, que a veces el conocimiento no sirve, sino que depende de tu actitud para vender. Además me dijo que el área de ventas es la más importante de las empresas. Que él tiene amigos ingenieros, pero que ahora se alejaron de su profesión y están trabajando en ventas y le dicen "ahora veo realmente el negocio". Y me dio más ejemplos sobre gente que ya está trabajando haciendo lo mismo que haría yo. Le dije que si a la entrevista con Fernando y, finalmente, me pude levantar de la silla y caminar lentamente hacia la puerta. Jaime se levantó atrás mío. Cuando yo ya estaba en la puerta, me dijo "mira" y tenía unos papeles en la mano. Pero la puta madre, es imposible irse de ese lugar. Apuesto mi no-sueldo y todos mis comisiones a que en el placard hay cadáveres de entrevistados anteriores, todos muertos de aburrimiento. Si el asesinato por aburrimiento fuera ley, Jaime estaría cumpliendo cadena perpetua. Me acerqué y él tenía una foto en la mano, en la que estaba él junto a dos personas más, todas vestidas de traje en lo que parecía ser una fiesta o reunión formal. Señalo a una y me dijo "este es Fernando". ¿Y a mí qué carajo me importa? O sea, no son mis amigos, no son fotos de Neil Armstrong en la Luna. Son tres tipos a quienes no vi nunca y no voy a volver a ver. Pero bueno, solo dije "que interesante" con tono de "por favor mátenme ahora" pero Jaime interpreto el tono como "contarme más" y me dijo "el otro de la foto es Juan, quien también trabaja con nosotros y parapapapapapa" continuo el monologo a la vez que yo me alejaba lentamente de la foto con destino de la salida. Finalmente, Jaime se llamó a silencio por primera vez en toda la entrevista y yo aproveché para irme.
Durante la hora y cuarto que estuve ahí, Jaime no me hizo ninguna pregunta. Ni siquiera a nivel personal, para tratar de ver si yo tengo un perfil comercial o no. Su trabajo es venderme que yo trabaje gratis para ellos y ni siquiera lo hace bien.
Yo se que el mundo laboral esta complicado y todo eso. Creo que poca gente tiene una experiencia tan vasta y diversa como la mía en ir a entrevistas. Pero, en lo que a entrevistas laborales se refiere, hoy toqué fondo.
Monday, October 24, 2011
Bajofondo
El jueves pasado me llamaron por teléfono de una empresa que ofrece servicios financieros citándome para una entrevista laboral este lunes. Le pedí que me adelantara un poco sobre la posición, me respondió que ella no sabía nada, que solamente realizaba los llamados. Esa es una mala señal. Pero no importa, decidí no hacerle caso a la señal y coordinar la entrevista.
Hoy a la tarde me apersoné en el edificio ubicado en la calle Sarmiento, cerquita del Obelisco. Me gusta llegar temprano a las entrevistas, pero por culpa del tránsito llegué cuatro minutos tarde. Nada grave. Toqué el portero eléctrico, no atendió nadie. Segunda mala señal.
El seguridad del edificio me abrió la puerta, me preguntó a que piso iba y me dijo que pasara. Al lado de los ascensores había un cartel que decía "prohíbo el uso de celulares" y el dibujito de un teléfono y una línea roja cruzándolo por arriba. El típico y conocido cartel de prohibido. Aunque no entiendo el motivo. Si no se puede usar el celular en un edificio de laburo, ¿Dónde?
Subí al piso en cuestión. Puerta vidriada, logo de la empresa colgado de la pared. Un par de plantitas de oficina y nada más. Ni siquiera recepcionista. Toqué timbre y unos segundos después me abrió la puerta un señor canoso de unos 50 años vestido con jean y camisa. Le dije que tenía una entrevista con Jaime Alcorta (el nombre es ficticio). El buen hombre me dijo que espere en recepción, que él se encargaba de avisar. Unos minutos más tarde, se acerco y me dijo que Jaime se encontraba en una reunión, si podía esperarlo 10-15 minutos más. Respondí afirmativamente.
Mientras esperaba quise leer los diarios en el celular, pero no tenía señal. Se ve que el prohibido se lo tomaron muy en serio. Tampoco tenían revistas, no quedaba otra que aburrirme. Mientras esperaba veía pasar gente, pero no mucha. Escaso movimiento en esa oficina. Exactamente 23 minutos después, sigilosamente se acercó alguien por mi izquierda. Cuando me di cuenta, estaba parado al lado mío, estrechándome su mano. Apenas lo vi, me dijo "¿Alejandro?" y yo le respondí que sí. "Jaime Alcorta, mucho gusto" dijo él. Yo me levante del sillón y le di la mano. Me pidió disculpas por la demora y fuimos a su oficina.
Aproveché el trayecto para mirar un poco el lugar. Yo trabajé en multinacionales esas de capitales ilimitados y en pymes de capitales muy limitados. En el proveedor de internet —mi primer trabajo— estuvieron un mes y medio para comprarme una abrochadora. Yo todos los días tenía que presentar informes de muchas hojas que tenían que estar aborchados y no tenia abrochadora. A las tres semanas me fui a quejar con mi jefe, que era el Gerente de Administración y Finanzas. Me dijo que la gente es poco cuidadosa con las cosas y que por ejemplo piden útiles de librería pero después aparecen tres abrochadoras en el dispenser de agua. Yo nunca vi una abrochadora en el dispenser de agua, pero no le dije nada. Cuestión, yo quiero un trabajo donde haya abrochadoras. Y donde la empresa tenga plata para que yo pueda tener todos los útiles de librería que yo quiera. Es más, incluso quiero útiles de librería para robármelos. No hay nada mejor que tener post-it de la empresa en tu casa. Bueno, se me ocurren algunas cosas mejores, pero no viene al caso. Yo no lo tomo como robar, sino como dice mi hermano Pablo, "son pequeños aumentos de sueldo encubiertos".
La decoración de la empresa era un tanto precaria. Algún que otro cuadro que no calificaría como arte de ningún tipo, muebles baratos. Como que me iba a costar conseguir abrochadora. La oficina de Jaime estaba justo en la esquina, como que era el capanga del lugar. El escritorio era de melamina color haya con terminaciones en negro de pésima calidad. Jaime tenía una silla bastante buena, pero las dos sillas del otro lado del escritorio no eran iguales. Odio cuando hacen eso. Las sillas tienen que ser iguales sin importar de que lado del escritorio estas sentado. En una pared, tenía cuatro cuadros enmarcados, todos diplomas al mejor vendedor de algo, pero ningún diploma de título universitario. Ahora me voy a contradecir con el post anterior, en el que bardeaba a los diplomas. A mí no me importa el diploma, ni el titulo, ni nada de eso. Pero tener titulo y que tu jefe no, es cuanto menos polémico.
En la pared de enfrente había marcos con fotos familiares y tres dibujos extremadamente infantiles, uno de ellos firmado por Amparo Alcorta. Asumí que era la hija. Por el nivel del trazado y la forma que estaba escrito el nombre, me animo a arriesgar que Amparo tiene entre 5 y 6 años de edad. Me parece genial que pueda dibujar y escribir su nombre. Me parece más genial todavía que el padre este orgulloso del dibujo de su hija. Pero, de ahí a enmarcarlo y colgarlo en la oficina, me parece que hay un camino que no todo el mundo es capaz de cruzar.
Continuara.
Thursday, October 20, 2011
Oktoberfest
Previously on YaVeremos: Y ahora quien podra defenderme.
Y así, como quien no quiere la cosa, llego el 20 de Octubre. Día muy especial. Día en que debía ir nuevamente a Defensa del Consumidor para reclamar mis 27 dólares.
La audiencia estaba pactada a las 12. Arribe puntual y me dirigí al sector pertinente. La empleada pública estaba en su escritorio. Me miró y dijo "Señor Sting, ¿Cómo esta? Yo me acuerdo de usted". Mucho no se acordaba porque dijo el apellido que se le cantaba, pero vamos a concederle el beneficio de la duda.
Miró el reloj en su computadora y dijo "Era a las 12, son las 12, todavía es temprano, démosle tiempo" y volví a darme cuenta que esto de pactar horarios mucho no importa. Yo me senté en una de las sillitas para esperar, la empleada pública salió de su escritorio y se me acercó. Estaba muy bien peinada. Seguía teniendo algunas canas mezcladas entre su castaño claro que no parecía ser el color natural, pero ahora se ocupaba de su pelo. Peinado con raya al costado, hebilla y hasta una trenza en el medio. Muy pituca la señora. Además, vestía con trajecito negro cual ejecutiva, zapatos rojos, camisa blanca y un pañuelo celeste con el logo del Gobierno de la Ciudad. Estaba muy mona.
Llegó hasta donde yo estaba sentado y me dijo:
Empleada Pública: ¿Sabe que estamos teniendo muchos casos como el suyo? Uno del Santander, otro del Banco Frances... que le meten los cargos, que le sacan los cargos, que le meten los cargos y le sacan los cargos.
Yo: Mira vos. (Ella me trataba de usted, yo la tuteaba, me divierte hacer eso). ¿Cómo se resolvieron esos casos?
Empleada Pública: La verdad que no recuerdo.
¿Y entonces para que me estas contando todo esto? Lo pensé, pero no le dije nada. Solo puse cara de circunstancia y ella volvió a su escritorio.
A las 12.10 llegó la abogada del Banco. Vestía jean, camisa blanca, pañuelo rojo. En la mano tenia la cartera y un libro que no parecía muy jurídico que digamos, pero yo no llegaba a ver el titulo porque la abogada lo tapaba a propósito. Me saludo dándome la mano y después salido a la distancia a la empleada pública.
La empleada pública se levantó de su silla, se aproximo hacia donde estábamos nosotros y preguntó retóricamente "¿quieren ir pasando a la salita así ya empezamos a charlar". Nosotros entramos. La abogada se sentó, apoyo el libro sobre la mesa, boca abajo y con el lomo mirando hacia ella. Apoyo el pañuelo sobre el libro y la cartera sobre el libro y el pañuelo. Yo se que esconde algo. Necesito saber el titulo de ese libro.
Faltaba el "Doc" de Mastercard. La abogada se ofreció a llamarlo por teléfono. La empleada pública también. La abogada dijo que lo iba a llamar ella y sacó su celular. Para eso corrió la cartera, ahora el libro solo estaba tapado por el pañuelo. La empleada dijo enfáticamente "deje doctora, llamo desde acá así no gasta celular" y la abogada dijo "no importa, no pasa nada" como si se estuviera ofreciendo a donar un riñón en lugar de hacer una llamada de 65 centavos. Obviamente el abogado no estaba en el estudio.
La empleada pública salió de la salita y fue hasta su computadora para ver si tenía el número de celular del abogado. La abogada salió tras ella. Era mi oportunidad. Corrí el pañuelo, di vuelta el libro y pude leer el titulo de lo que la abogada estaba leyendo y cuidaba celosamente. Era Papeles en el Viento, la última novela de Eduardo Sacheri (el que escribió El Secreto de sus Ojos). No tiene nada de malo leer ese libro, me parece excelente que la gente lea como forma de entretenimiento. Ahora, leer una novela a las 12 del mediodía cuando debería haber estado trabajando, me parece que no da. Volví a poner el pañuelo sobre el libro, pero lo deje boca arriba. Si abogada, yo sé lo que estás leyendo.
Volvió a entrar la abogada e hizo otro llamado con su celular, desconozco el destinatario. La empleada pública no estaba más, tal vez había ido al baño. Mientras tanto, la otra empleada pública, estaba en su computadora mirando Facebook. Si, le saqué una foto con el celular. Y si, subí la foto a la web. Pueden verla acá.
Finalmente la abogada no logro comunicarse y volvió a entrar la empleada pública. La abogada dijo "en Banco decidió restituirle todo el dinero al demandante". Gane. I win. I am the champion. Quiero ser el Diego y decirles "que la sigan chupando... y vos también la tenes adentro, Mastercard". Pero no voy a decir nada de eso.
La empelada pública salió a preparar el acta y entró con una chica que debía tener unos 23-24 años cuanto mucho. "Ella es la abogada de Mastercard" dijo presentándola. "¿Solo contratan quinceañeros?" Pensé yo pero no dije nada. La abogada del banco le preguntó a la de Mastercard por el otro abogado, le preguntó si era del mismo estudio y empezó con el juego de los conocidos. ¿Otra vez? ¿No tiene vida esta mujer? ¿Cuál es el juego de conoces a Juan? Si te dicen que si, ¿Qué pasa? ¿Te ganas un cero kilometro? En fin... abogados.
La abogada quinceañera de Mastercard abrió la carpeta celeste que traía bajo el brazo y mostró el poder que la certificaba como abogada. En esa carpeta también estaba la ficha de citación para el día de hoy. Y nada más. Pero nada más de verdad. Sigo sin entender para que hubiera tenido que llevar triplicados de fotocopias de todo si al final nadie tiene nada.
La abogada del banco le dijo a la de Mastercard "al final nosotros vamos a pagar todo" a lo que la otra respondió "menos mal, porque la verdad que yo no tengo idea de cómo viene la mano". Siempre reconforta saber que los abogados no saben.
Abogada del banco: Si, nosotros vamos a restituirle los 27 dólares.
Empleada Pública: ¿27 dólares nada más? Pensé que la demanda era por un importe mayor.
Yo: No, es solo eso. Lo que pasa que tengo mucho tiempo libre.
Las abogadas se rieron. La empelada pública se sintió un poco mal e intento justificarse, pero ya era tarde.
La empleada pública y la abogada del banco salieron para que esta última le dicte el acta. Quede yo solo con la quinceañera. "¿Llegué muy tarde?" Me preguntó mientras agarraba mi celular —que estaba poyado sobre la mesa— para mirar la hora. Apalala. Cuanta confianza esta muchachita impertinente. Eran las 12.25. Yo le dije "25 minutos". Y ella respondió "que raro, vine en subte" como si el subte fuera en realidad teletransportación.
Me contó que hace dos años que se recibió y hace dos años que está haciendo defensa del consumidor, que estaba un poco podrida porque la gente reclama cualquier cosa. "Hay un tipo que se queja que Jumbo no le hizo el descuento en un vino y ahora reclama dos cajas de champagne extra brutt por daño moral... me manda mails a las dos de la mañana puteandome por todo el daño que le estamos causando". Nos reímos de algún que otro caso más, nos burlamos de la empleada pública. Todo con muy buena onda. Me cayó bien esta chica.
Finalmente volvieron la abogada y la empleada pública. Leyeron el acta. Firmamos el acta y todos contentos. Yo salí caminando desde la sala hasta los ascensores con las dos abogadas. Defensa del Consumidor esta en el mismo piso que el registro civil, había gente casándose. La abogada del banco empezó con su monologo "¿para que se casa la gente? Yo no entiendo... si nadie les dice que no se amen, ¿pero casarse? Y gente joven... ¿Qué necesitad?" y siguió despotricando contra el matrimonio "igual una abogada amiga me dice que mejor, que yo tendría que promover el matrimonio, así siempre voy a tener trabajo haciendo divorcios... aunque no, divorcios yo no hago, mucho trabajo, salvo que sean de mutuo acuerdo... cuando llegan yo les pregunto si es de mutuo acuerdo, si no me dicen que sí, yo no lo hago". Todo muy lindo su monologo, si no hubiese sido porque no le creo nada. Para mí, la abogada cuarentona que estaba leyendo Sacheri al mediodía se muere por estar casada.
Salimos del CGP, nos saludamos y la abogada del banco me dijo "bueno, nos vemos, Dios mediante". ¿Por qué? ¿Hacía falta meter a Dios en esto?
Y me fui. Chocho con que me van a restituir mi plata. Igual, en conclusión, Defensa del Consumidor no funciona. O sea, funciono que me devolvieron el dinero, pero en relación al tiempo que demoran los trámites, las veces que hay que ir y todo eso, creo que no vale la pena. Con la excepción que esta gente deja anécdotas muy blogueables.
Tuesday, October 18, 2011
Los Árboles Mueren de Pie
Hace unas dos semanas —el día ese que hubo mucho viento— llegué a casa y una de las plantas del balcón estaba en el piso. Es un cubo de 40x40, el ficus que tiene adentro llega casi a los dos metros de alto. La maceta estaba bastante rota. En el piso había algo de tierra y muchos bichos bolita.
En un acto todo humanitario, fui levantando todos los bichos bolita y poniéndolos otra vez en la plata. Más tarde, la abuela de mi novia me dijo que si hay bichos bolita, es porque la tierra ya está asentada y hay que revolverla. Eso explica perfectamente porque hay bichos bolita. Pero nadie me sabe explicar como llegaron los bichos bolita. Yo vivo en el piso nueva y los bichos bolita claramente no vuelan. Tampoco trepan paredes de edificios. ¿Entonces? Es un misterio que aun no ha sido develado.
Al día siguiente fui a comprar una maceta y tierra. Me la trajeron a casa en el delivery sin cargo, porque no da andar cargando una maceta durante seis cuadras. Primero que nada me puse guantes, porque después es difícil sacarte la tierra de las uñas. Puse la nueva maceta en donde debía ir, puse piedritas adentro, unas que me quedaron de la última vez que jugué a hacerme el jardinero. Trasplante el ficus de la maceta rota a la maceta nueva. El cubo de tierra salió intacto, las raíces del ficus ya coparon todo. Así que la tierra va a seguir como apelotonada. C’est la vie, ficus.
Aproveché que estaba todo contento laburando en el balcón y seguí con el ficus grande, que está en la maceta de al lado. En esa misma maceta, se hizo una plantita. Sola, yo no tuve nada que ver. Quise sacar la plantita, entonces agarre todas las hojas y empecé a tirar. El tema es que la plantita no quería salir de ahí. Como la chiva, que tampoco quería salir de ahí, diría mi amigo Fran.
La plantita y yo nos miramos mal y yo empecé a tirar cada vez más fuerte. La maceta es de 50x50 y no se iba a mover, yo podía seguir tirando tranquilamente. Y eso hice. Cada vez con más fuerza. Hasta que me paso el momento más Bugs Bunny que viví en mi vida. Eso, o volví a la infancia. Cuando alguien tira muy fuerte de un lado, y el otro lado cede, quien estaba tirando se cae por su propia fuerza. Debe ser una ley de física, aunque desconozco el nombre. Todos te dicen "es por inercia" y ya se creen Newton... porque cuando lo dicen ponen cara de "yo sé de física". Algún otro te tira un "fuerza centrifuga" y pone cara de recibir el Premio Nobel, pero ahí se terminan los conocimientos físicos populares. Yo podría agregar que me sé de memoria el Principio de Arquímedes, pero no es por física sino por La Gallina que dijo Eureka, de Les Luthiers.
Entonces, estaba tirando muy fuerte de la plantita. Hasta que la plantita cedió y logre sacarla. El tema es que comencé a perder el equilibrio y caerme hacia atrás. Cuando una persona pierde el equilibrio, mueve los brazos rápidamente —generalmente en sentido horario— tratando de recuperarlo. En uno de esos movimientos, le pegué a la pala, que estaba apoyada en la maceta donde había estado trabajando antes. La pala cayó por el balcón nueve pisos hacia abajo. Yo caí de culo al piso del balcón. Me levante rápido y mire por la baranda a ver que acontecía con la pala. Esta cayó sobre la vereda sin golpear a nadie. Y, por un milagro, la pala no se rompió. Tampoco le pego a nadie, que lo pudo haber matado. Pero el tema es la pala, son carísimas las palas de jardinería.
Volví a entrar al departamento, me saque los guantes y gratamente pude comprobar que habían cumplido su trabajo, no tenia tierra en las manos. El tema era todo lo demás. Tierra en las zapatillas, en las medias, en el pantalón y en la remera. Entonces fui hasta la cocina, me saque toda la ropa y la metí en el lavarropas. Solo quede con el bóxer. Fue una escena muy sexy, casi casi como una propaganda de Philip Morris.
Saturday, October 15, 2011
Tal Cual #3
Tercer show de Tal Cual, con ciertas diferencias a los anteriores. La primera, Noelí no iba a poder estar. Teníamos que encontrar un reemplazo. Después de unas idas y vueltas, costo un poco pero conseguimos a Lucho Mellera. El único detalle es que Lucho recién pudo confirmar el día anterior, entonces no hubo tiempo de promocionarlo. Hubiese estado bueno exprimir un poco la fama de otro, pero bueno, tal vez la próxima.
Ya lo dije alguna vez en este blog, para mi Lucho es de los mejores estandaperos que hay. Lo conocía por amigos en común, es un gran tipo. Ayuda, tira ideas, sugerencias... y mucho más importante, vino con excelente onda. Nunca había compartido escenario con él, fue un placer. Ojala se repita.
Yami se había ofrecido como cajera y le puso mucha actitud, sobretodo cuando tuvo que ir a perseguir a dos chicas que entraron sin pagar. Una grosa. Si tenemos suerte, ya conseguimos cajera oficial. Fueron llegando los invitados. Me gusta cuando viene gente del blog. Más todavía, cuando vuelve gente del blog, como MaxGavin quien había estado en uno de los primeros shows y ahora se la banco viniendo solo. Como llegó antes, se quedo charlando con mi novia y mi hermana; y a la hora del show compartió mesa con ellas. Quiero creer que se porto como un caballero. También tuve el honor que venga al show Antonio. No puedo contar quien es ni que hace, su identidad no debe ser develada, pero si puedo asegurar que es uno de los tipos más grosos de la ciudad.
Entre la audiencia se encontraba la gente de GoBaires filmando el show en high definition para hacer un tráiler. ¡No cualquier se banca el high definition! También estaban del canal Glitz filmando un especial de la movida del stand-up en Buenos Aires. Es raro estar en el escenario con una cámara de televisión a menos de tres metros. Se supone que el programa sale en un mes, les aviso antes. Lo único que me da miedo es ese mito que la cámara agrega 5 kilos. Aunque por otro lado se que la cámara no engorda, lo que engordan son las dos hamburguesas que almorcé hoy.
Volviendo al show, la diferencia más grande con todos los shows anteriores fue que a mí me toco hacer de presentador. Es jodido. Tenes que entrar, subir, bancártela, explicar el espectáculo. Y además, arengar al público. Ese día estuve bastante nervioso. Tenía que pensar cosas nuevas para presentar a los otros chicos y para abrir. Creo que por los nervios no disfrute mucho el pre-show.
Llegó la hora. Se apagan las luces. Sube la música. Camine al escenario con cierto nerviosismo. Se supone que tenes que empezar con un "buenas noches" casi como si fueras Mick Jagger abriendo la gira mundial. Mi "buenas noches" estuvo más cerca del saludo de una bibliotecaria en una sección donde no se puede hablar. Post bienvenida, conté un poquito sobre el show, algún que otro chiste de actualidad, la primera parte de mi monologo y presenté a Fede.
Bajé del escenario un poco más tranquilo de lo que había subido. Los nervios se me habían pasado, pero igual me pareció que estuve demasiado duro. Me cruce con Fran, Dani y Lucho, los tres me dijeron que estuve bien. Decidí creerles. Tome agua y me fui para la parte de atrás del restaurant, a escuchar a Fede. Finalmente, terminó su monologo y yo tenía que subir a hablar otra vez. El tema es que justo cuando estaba yendo hacia el escenario, se me cruzó una camarera que caminaba lento sosteniendo una bandeja con pizzas, platos y vasos. Camine casi ocho metros eternos detrás de la moza que se movía pesadamente. Fede ya había terminado. La gente ya lo había aplaudido. Yo no estaba en el escenario. Fede dice "bueno, ahora viene Alejandro..." En total fueron unos 10 segundos, pero cada uno de los 10 segundos parece una eternidad.
Subí otra vez, despedí a Fede, hable un poquito sobre la ausencia de Noelí en el show y presenté a Dani. No puedo dar detalles sobre que dije de Noe, porque ella lee el blog. Pero algún malintencionado del público tal vez recuerde algún comentario acerca de su problema de hemorroides. Aprovecho para aclarar que Noe no tiene hemorroides. O si tiene, no me lo dijo. Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia.
Paso Dani. Bajo Dani. Volví yo. Presente a Fran. Volví yo. Presente a Lucho. Mientras Lucho estaba en el escenario, nosotros cuatro nos quedamos en la barra mirándolo. Estuvo bueno volver a ser publico por un rato. Y, no me canso de decirlo, ver un show de Lucho es un placer.
Entre el público estaban dos chicos de The Parados (show del Paseo La Plaza) que si bien no somos amigos, son muy buena onda. Antes del show estaba algo nervioso porque, creo, no es lo mismo hacer un monologo para publico que para otra persona que hace stand-up. Es como hacer un show de magia para magos. Así y todo, le pusieron una onda increíble, se reían fuerte, aplaudían. La verdad que desde el primer momento se portaron increíble. Unos fenómenos.
Termino Lucho, subí yo otra vez al escenario. Presente nuevamente a todos los comediantes, saludamos y listo. Abajo del escenario salude a quienes me habían venido a ver. En pleno acto social, se me acerca una moza y me dice que me llamaban de una de las mesas. Era un matrimonio a quien yo no conocía. Estuve muy tentado de escribir un matrimonio mayor, pero mi mamá lee el blog y este matrimonio mayor era más joven que ella y su marido. Así que digamos un matrimonio de mediana edad. Cuestión, me cuentan que estaban sentados desde antes que empiece el espectáculo, que no habían pagado la entrada, pero como lo disfrutaron mucho, querían hacerlo en ese momento. Unos capos los viejitos. Perdón, los de mediana edad. Les agradecí... y agarre la guita. Obvio.
El próximo show es el jueves 27, también en Las Cañitas. Esta vez no voy a sortear entradas gratis, pero si algún 2x1. Todo en mi Twitter. En el Twitter de Tal Cual si se van a sortear entradas gratis entre los seguidores. Síganlos, no los van a defraudar.
Wednesday, October 12, 2011
Sending Fruit - Octubre
Año 3 / Número 41
# Pasado mañana nuevo show de stand-up. Manden mails o busquen en Facebook los que quieran venir. En Twitter estoy sorteando 2 entradas gratis.
# ¿Alguien vio la propaganda esa de celulares que dice "los nuevos esmarfones de..."? Si la voz esta en off, ¿Por qué no contrataron a alguien de aca para que la doble? No te pido una pronunciación británica… pero esmarfone no da.
# Es notable como se parece la bio de Freddy Villarreal en su perfil de Twitter y una frase de Les Luthiers. Seguro que a Freddy también se le ocurrió… O lo hizo como homenaje, como la de Mr. Bean. Vean su perfil y el minuto 9.12 de este video.
# ¿Cuánto duran las alfombras de baño? Creo que la mía está llegando al fin de su vida útil.
# Declaro a El Árbol de la Vida como una de las peores películas que vi en mi vida. Pueden leer mi crítica acá.
# Me cruce en el ascensor con mi vecino del 7C e iba todo agrandado con su pelo teñido de amarillo fluorescente/platinado. Creo que está viviendo en 1998.
# ¿Por qué hay idiotas en Twitter que hacen #FF a toda su lista?
# Avísenle a los que mandan mails por Blackberry que también pueden usar la teclita de "enter". No hace falta que manden todo el mail en una línea.
# Si googleas "odio a los cordobeses" YaVeremos aparece primero. ¡Gracias Google! Me siento realizado.
# Las ecografías 4D parecen fotos de momias Egipcias encontradas en la última expedición arqueológica.
# ¿Alguien sabe porque cambiaron a Don Fermín en Carrusel y todos se hacían los boludos como que era el mismo que antes?
# El otro dia, viajando en bondi, una minita sentada al lado mío estaba tomando una botellita de agua Evian. Aparentemente ahora viaja gente muy top en el 60.
# Cuando vi a la de Evian, lo twitee y en menos de cinco minutos tuve 7 respuestas diciendo "seguro que es recargada".
# Cambie el "Te Busco". Ahora, además del Te Busco común, se agrega un suplemento. Es esta primera edición, Te Busco – Espectáculos.
# Te Busco: La subseccion de Sending Fruit donde están algunas de las cosas que la gente busca en Google y termina en YaVeremos.
- Ibupirac para hemorroides
- Anecdotas de plomeros
- Como mojar las galletitas
- Que hago para que mis palomas no se caguen mi balcon
- Hay gays pelirrojos
- Comprame algo por mi cumpleaños
- Que tiras suben una persiana americana?
- Feliz cumple a mi abuelo que ya no esta
- Tira una galleta al café y no se moja
- El portero y mi esposa
# Te Busco – Espectáculos
- Cuanto mide Nicolas Repetto
- Que idiota es Nicolas Repetto
- Nicolas Repetto es un forro?
- Nicolas Repetto fracaso
- odio a Nicolas Repetto
- Fotos de la mujer de Gaston Recondo
- Gaston Recondo fue infiel
- Gaston Recondo novia
- Perfume de mujer esta basada en un hecho real?
- Titanic fue basada en una historia real
- Tom Hank es buena onda
- En que historia real esta basada Harry Potter
- No entiendo El Padrino 3
- Como hacer para El Padrino 2 vaya mas rapido
Related: Sending Fruit
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Sending Fruit™ Los 12 de cada mes en Ya Veremos.
Tuesday, October 11, 2011
Literatura Barata y Zapatos de Goma
Después del último post había decidido tomarme una semana de vacaciones del blog y ver que pasaba. No solo del mío, sino de todos los blogs, no leí ninguno en los últimos siete días. Si miré Twitter, tampoco es que colgué el teclado, la adicción se mantiene.
También leí los comentarios que me iban dejando. Creo que algo del post se malinterpreto. O por ahí yo redacte pésimo, puede pasar. No es que yo iba a dejar de escribir porque había pocos comentarios, eso nunca se me cruzo por la cabeza. Si paso que ese día venia pensando en que había pocos comentarios cuando tuve un Déjà vu bloguistico (o blogueril) y de ahí venia lo de repetirme.
Es cierto que ese día si se me ocurrió dejar de escribir. Había tenido un mal día. En realidad vengo de un par de semanas medio garompas. Me cuesta un poco explicar los motivos, más abajo voy a comentar algo. Así, al pasar, como quien no quiere la cosa.
Esta semana sin escribir estuve pensando bastante en el blog y resolví que quiero seguir escribiendo. Me gusta, me divierte, me entretiene, lo necesito. Es una especie de descarga, algo obvio para cualquier persona que tenga blog pero inentendible para los que no lo tienen. En fin, mucho de nada y poco profundo. Pero me sirvió para volver a darme cuenta que el blog es mío. Hay gente que se va a enojar siempre, pero no me importa. Es mío lo lean dos millones de personas o tres (mi novia, mi hermana y mi tía Luisa me leen siempre).
Yendo a una de las cosas que me tiene medio como el orto es no poder publicar el libro. Todavía. La palabra clave es todavía. Pero como desconozco cuanto va a durar ese todavía, no sé cuando lo voy a poder publicar. Paso a puntualizar motivos, ahondando en detalles lo máximo posible. Hay una semana sin escribir, busquense un café que esto se va a hacer largo.
A principio de año decidí publicar el libro del blog. Hice la primera edición de posts hasta fines de enero y empecé a averiguar editoriales. Indague vagamente, lo suficiente para descubrir que las editoriales no me iban a publicar. Entonces, como esto es un capricho y no me importa nada, resolví publicármelo yo solo. O sea, pagar la impresión.
El petit detalle es que la impresión es cara. Sumado a un par de problemitas económicos que surgieron en los últimos meses (no voy a entrar en pormenores) hacen que no pueda pagar la publicación en este momento. Supongo que en el futuro todo se va a resolver, este es el ‘todavía’ al que hacía referencia unos párrafos arriba.
Con el rabo entre las patas, resolví que lo mejor era volver a averiguar en las editoriales. Las puertas de las editoriales estaban cerradas. Entonces pensé en conseguir un contacto en alguna editorial decididamente iba a facilitarme las situación. Eso se me ocurrió todo a mi solo en una tarde, de casualidad, mientras ordenaba mi biblioteca. Biblioteca-biblioteca no, son solo un par de estantes con libros. Debido a la distribución del mueble, solo se ve la mitad del estante donde se encuentran los libros. Estaba acomodándolos para que se vieran los libros más copados y ocultar los no tan copados. Hornby a la vista, Harry Potter no. Porque, en definitiva, los libros son como trofeos. Es muy importante que cuando alguien entra a tu casa, vea todo lo que leíste.
En el apogeo del nuevo orden apareció un libro de un tal Juan. No voy a develar el apellido para no darle fama. Porque, les juro, no la tiene y la necesita. Resulta que el libro me lo habían regalado hacia un par de años. En ese momento leí 20 páginas y lo deje pensando que yo escribo mejor que eso. Soberbia al margen, no estoy para leer cosas peores que está habiendo infinidades de cosas mejores. El tema es que cuando vi el libro, me di cuenta que este Juan en cuestión había sido compañero mío de un curso. Apalala. La trama se pone interesante. O no. No importa. Ya estoy en paz conmigo mismo habiendo resuelto que el blog es mío y no me importa más nada, quien se aburra puede dejar de leerme en cualquier instante.
Se me ocurrió pedirle un favor a Juan. Acá viene un tema en el que estoy sumergido hace varias semanas con la idea de sacar un post y no se me ocurre bien la forma de hacerlo. Cuando vos pedís un favor, se lo podes pedir a dos tipos de personas, los que tienen la obligación de ayudarte y los que no. Ya publiqué una vez que no necesariamente los que tienen la obligación de ayudarte lo hacen. Pero ese post me trajo muchos problemas, gente muy enojada, yo pidiendo disculpas, así que no vale la pena repetirlo. En realidad, ya que estamos, cuento que quienes se enojaron son los aludidos en ese post. Yo pido disculpas únicamente por dos motivos. Si realmente estuve mal. O si no me importa y para la otra persona es importante. Claramente este fue caso un caso de la segunda opción.
Para no seguir yéndome de tema, nuevamente, están las personas a las que les pedís favores y no están obligadas a hacerlos. Es muy complicado eso, porque la gente —en general— es bastante mierda. Hace unos días vi un documental sobre la vida de Eliot Spitzer, el que era gobernador de Nueva York y tuvo que renunciar por haberse garchado un par de putas. Un personaje secundario del documental dice que los seres humanos somos mitad animales, mitad ángeles. Resumiendo, la parte animal es la de la guerra; la parte ángel es el arte. Según este tipo los humanos somos capaces de crear las cosas más lindas y las más feas. Bueno, nada muy original ni que no se haya dicho antes. Pero yo estaba pensando que con el tema de los favores es relativamente similar. Somos solidarios cuando no nos importa ni nos cuesta nada. Juntamos las tapitas de plástico para el Garraham, o llevamos una lata de leche en polvo a Un Sol para los Chicos. Y nos quedamos tranquilos. "Si si, fui al supermercado y compré el alimento no perecedero" pensamos y creemos que con eso ya somos merecedores de la gloria eterna. La lata de leche en polvo es el altruismo utópico en su máximo esplendor y nosotros ya estamos a la altura de Jesús lavándoles los pies a los pordioseros, por más que cuando nosotros vemos a un tipo durmiendo en la calle, cruzamos. El tema con los favores es que la leche en polvo todo bien; ahora, cuando hay que hacer algo por el otro que requiera cierto esfuerzo y sin esperar nada a cambio, no lo hacemos. Sobre todo si quien lo hace tal vez hasta puede verse ligeramente perjudicado. Léase un autor publicado compartiendo información de su editorial con un autor potencialmente publicable.
Le mandé un mail a Juan narrándole de lo maravilloso de su libro. Si, le mentí. Pero bueno, necesitaba algo. No me gusta mentir pero acá vale, mi escala de valores puede cambiar de acuerdo a mis necesidades insatisfechas. Como la de todos los seres humanos en un boliche a las 5 de la mañana. Además de las loas al libro, le comenté a Juan sobre el mío y le pedí el contacto en la editorial.
Unas horas más tarde, Juan me respondió el mail. Primero me puse contento, después vi que lo había contestado desde su Blackberry. Mala señal. Desde el celular solamente se responden mails que te queres sacar de encima. Si vos mandas un mail de 8-10 renglones y te devuelven 3 renglones desde Blackberry, es que la relación no va y viene de la misma manera. Yo se que la idea de tener mail en el teléfono es responderlos, pero si te escribo algo de verdad, al menos metete en tu PC y respóndemelo como corresponde.
En la respuesta, Juan me deseaba mucha suerte. No había datos de editoriales, ni ideas, ni sugerencias, ni nada de nada. Solo sus más profundos deseos para que mi futuro encuentre una dicha venturosa. Pero nada realmente útil. Le respondí agradeciéndole sus buenas intenciones y pidiéndole más que buenas intenciones. Nunca obtuve respuesta. Lo mismo con un par de casos similares al de Juan que no vale la pena recordar.
Las alternativas para la publicación del libro serian contar con una editorial o un sponsor. Si algún lector acaudalado desea serlo, no me voy a oponer. Caso contrario, voy a seguir esperando. En algún momento todo se va a resolver.
Mientras tanto sigo escribiendo. Lo mejor de esta semana fue volver a darme cuenta que el blog es mío y lo disfruto. El resto, ya veremos.
Tuesday, October 4, 2011
Atardecer de un Ocaso Crepuscular
Dos noches atrás terminé de leer "Mi Tio Oswald", que me pareció brillante. Me encantó. De lo mejor que leí en bastante tiempo. Al día siguiente, estaba en un shopping y entre en Yenny para ver que podía comprar. Tengo seis libros más en la mesa de luz, pero quería otro.
Amablemente le pedí al empleado que me recomiende algo y me dijo que no conocía a Roald Dhal. Le dije que tipo de libro era, que buscaba algun tipo de historia fácil, puede ser onda Hormby, Sedaris, o incluso Sallinger. Me respondió que no tampoco conocía a ninguno de los anteriores. En un lugar donde se respira cultura, los empleados de Yenny se tapan la nariz por miedo a contagiarse. Igual, en parte es culpa mía por haber entrado en el McDonald’s de los libros.
Salí del local y camine hacia el baño. Yo estaba pensando el porqué de los poquísimos comentarios que hay en el blog últimamente. Tal vez es porque los días estan lindos y la gente no se queda frente a la PC, desconozco. Lo llamativo es que las visitas se mantienen, son los comentarios los que bajaron. Mientras entraba al baño, me paso exactamente lo mismo que hace casi dos años atrás en el Showcase Belgrano.
Ahí me di cuenta del porque de la baja de los comentarios, me estoy repitiendo. Si en la vida se me repiten las cosas, yo tengo que estar repitiéndolas en el blog. Creo que después de casi cinco años de YaVeremos, llegué al punto donde no tengo más nada que decir. O tal vez es solo un mal día.
Monday, October 3, 2011
Sunday Bloody Sunday
El domingo arrancó un tanto extraño. En el celular tenía un mensaje de Claro que me decía que vencían los $17,90 que había cargado un mes atrás. También decía que haciendo cualquier recarga, recuperaba ese crédito. Como el abono vence los 13 de cada mes y siempre termino cargando crédito unos días antes, pensé que era una buena idea cargar $10 y recuperar el crédito. Entonces le cargué $10 y me llegó otro SMS diciendo que se acreditaron $10 que vencen en cinco días. Y los $17,90 no me los devolvieron nada. No es simple. No es Claro.
Al mediodía almorcé pollo otra vez. Ya estoy podrido del pollo que sobro de Rosh Hashana.
A la tarde estábamos tirados con mi novia en la cama y vemos como el tender del balcón vuela por el viento y cae al piso. Parte al piso, parte sobre la tierra de las plantas, ensuciando todo lo que se había lavado media hora antes. Mi novia tiene un tema con la ropa sucia, no la aguanta. Ella tiene que lavar siempre. No tolera que se acumule, entonces en esta casa de lava casi todos los días. A mí me viene bien, porque según el color que ella tenga que lavar, yo le paso alguna remera o medias, pero no mucho más que eso. El tema del lavado de ropa sigue siendo un tema que mantenemos separado. La cuenta del banco la tenemos junta. Pero el placard con la ropa limpia, el lugar de la ropa sucia y los bolsos cuando vamos a algún lado se mantienen separados. Me parece fundamental tener separadas las cosas realmente importantes. Porque la plata es plata... ahora, si alguien me/le llega a encoger o desteñir una remera, se arma flor de quilombo.
Cuestión, el tender que se cayó sobre la tierra de las plantas era con ropa de ella. Yo mucho problema no me hice, pero ella se enojo un poco. Un poco mucho. Intenté tirar un chiste y como que no había mucho clima para eso. Ahí me acordé de una sabia propaganda que decía "cuando les duele a ellas, nos duele a todos".
Un rato después, salí para el Paseo La Plaza para una nueva función de Tal Cual. Me tomé el 60 que estaba repleto. Miré para atrás y no había ningún otro, así que me subí con resignación. Dos cuadras después, en un semáforo frena al lado otro 60, vacio. ¿Dónde estaba este otro 60 cuando yo me subí a este? ¿Para cuándo la Ley de Traspaso en los colectivos?
Me bajé en Corrientes y Callao. En esa esquina se sitúa un bar muy al estilo de los Plaza del Carmen de la década del 90. En la puerta, tiene impreso sobre el vidrio un mensaje que dice "tenemos menues en braille". No sé que tan grande es la comunidad de no videntes por la zona de Callao y Corrientes, ni que tantos cieguitos meriendan en ese lugar, pero estoy casi seguro que —a no ser que le pregunten al mozo— ellos van a seguir sin saber que el establecimiento dispone de menues en braille. Lo que también me genera una duda. Asumiendo que la persona no vidente se encuentre caminando por ahí con una persona vidente. Este último lee el cartel y le dice "acá hay menues en braille, ¿entramos a tomar un café?" ¿Es una estrategia de marketing para los videntes que acompañan no videntes y están cansados de leerles el menú? ¿No es como apuntar un público demasiado selecto? Me parece, ni idea.
Llegué al Paseo La Plaza y empezamos a resolver el orden del show y futuras presentaciones. Volanteamos un rato, pero el público del domingo es diferente. Yo tenía confirmadas a varias personas. Todas me dijeron que querían venir. Yo no invito nunca a nadie que no me diga antes "quiero ir a verte". Me dijeron que querían venir. Me confirmar que venían. ¿Adivinen que paso después? No vinieron. Comprendo y acepto que es domingo, que puede surgir otra cosa, que te dio fiaca y todo eso. Pero ni un SMS. Nada. No entiendo para que me dicen que quieren venir si después no vienen ni avisan. En fin...
Por otro lado, si vino Gabriela, quien fue la ganadora del 2x1 sorteado en Twitter. También estuvo Yami, quien se bancó la fisura y se sentó en primera fila. Muy grosa.
Empezó el show, yo salí cuarto. Estuve algo nervioso en lo previo, pero nada grave. En realidad me preocupaba más los soretes que me dijeron que iban a venir y no vinieron que otra cosa. Si, soretes. No debería putearlos, son amigos. Pero no importa, se lo merecen.
Finalmente, salí al escenario. En la primera fila, en el centro, sentada justo a medio metro mío, había una mina chateando con su celular. Ok, no soy Seinfeld, pero no me chatees ahí, me estas matando. Me puse nervioso y los primeros 2-3 chistes los dije titubeando, me saltee una partecita. Que se yo, era rara la situación. Encima, por las luces, no se ve a todo el público, entonces yo me quedaba con la hija de puta esta que chateaba, no podía ver si los demás la estaban pasando bien o no. Pero bueno, se supone que todo sirve de experiencia. Para la próxima, voy a pedir que los que quieran chatear, vayan a las filas del fondo así no los veo.
Mientras tanto, ya hay dos nuevos shows de Tal Cual confirmados para Octubre en Las Cañitas. Traigan público, shows sobran. A quienes ya hayan venido a ver alguna vez, mándenme un mail y les consigo 2x1. Nuestro lema es "el primero te lo cobro, el segundo te lo regalo".