Abierto por Vacaciones: Andre

Por Andre
Blog: Panqueque Desnudo


Ante la duda, Pantalón


Lo conocí un día que fui a sacar plata del cajero y como no tenía un miserable peso, corrí a la telecabina/ciber más cercana para pedirle salvación monetaria urgente a Madre.
Entré y ahí estaba él, todo desalineado, mandando un fax mientras atendía sonriente a dos viejas que estaban antes que yo. Y como el amor a primera vista no existe, pensé "uh, como le doy". Se preguntarán que tiene esto de "minita" pero no os desesperéis que todo llega a su tiempo.

Durante dos meses fui un par de veces a la semana. Entraba, pedía una máquina y tipeaba cualquier cosa para disimular. A veces pedía una cabina y las llamaba a mis amigas para decirles "lo estoy viendo, quiero hablarle, ¿que le digo?". Y un día le pregunté si podía cambiar la música que estaba escuchando.

- Si, ¿qué querés escuchar?
- No sé, ¿tenés Spinetta?
- Si, que grosa...

Después de las cosas típicas (nombre, gusto musical, bla bla bla) zas! lo invité a hacer algo- cualquier cosa- esa misma noche. Dijo que si y prometió llamarme.

Mi emoción era indescriptible. No me gustaría recordar la cara de pelotudo que tenía en ese momento. Salí radiante y llamé a mis amigas para contarle mi hazaña. Por fin me había animado después de acecharlo dos meses en silencio.

Esa noche el sujeto en cuestión, llamémosle Cabina Boy, me llamó sobre la hora y quedamos en encontrarnos cerca de su casa.

Se me había pasado un dato importante: Cabina Boy tenía toda la pinta de ser un pibe de barrio, que se junta con los amigos a tomar algo en la esquina, a quien le chupa bastante un huevo lo que piense el resto.

Así que yo, olvidando este pequeño detalle, me calcé un jean de cintura alta, una musculosa muy top, paño al cuello, planchita y sombra en los ojos. Yo JAMÁS me vestía así para nada. Me sentía incómoda como tampón mal puesto. Pero pensé "esto es como una primera cita, tengo que ir top...topísima".

Llegué y el sorete nunca me dijo que estaba linda, ni que me quedaba bien el pelo planchado, ni que mi pañuelo era lindo. Me presentó unos amigos y terminamos todos tomando cerveza sentados en un tronco, fumando lo que la tierra nos da. Y yo, vestida como una minita.