Valot Tenía Razón

En algún momento comenté sobre mi problema con el perro de la portera. También dije que me compré un silbato para perros. Y después los deje con la intriga.

Bueno, para sacarlos de la duda, les cuento que el silbato si funciona, pero... Pero siempre hay un pero. Funciona hasta ahí. El perro ladra, yo salgo al balcón y soplo. El perro se calla mientras escucha el silbato y vuelve a ladrar. Yo soplo. Y así por 2-3 minutos hasta que se calla. Una hora más tarde, vuelve a ladrar. El silbato es para educar, tal como me lo habían dicho, y yo no tengo paciencia para educar a nadie.

El perro seguía ladrando y yo carente de soluciones y sumando odio. Se me ocurrió comprar petardos y tirarlos cerca de su venta, para que se asuste por el ruido. No lo hice porque solamente se me ocurría cuando estaba en la cama y el perro ladrando. Nunca se me ocurrió mientras estaba en la calle pasando por algún local de fuegos artificiales. ¡Cosa de mandinga!

Pasaron las fiestas y ya no se consiguen petardos y los perros siguen ladrando. Entonces, al igual que aquella vez con el sastre, decidí que debía hablar con la portera. Pero no me animaba. Como que no la quiero hacer enojar. Siempre se dice que no hay que hacer enojar ni a los porteros ni a los mozos. No sé bien porque, pero yo les hago caso a los que dicen eso. Y bueno, entonces no me animaba. Hasta que me anime. Fue a decirle del perro, pero todo muy tranquilo, pidiéndole disculpas por las molestias ocasionadas, entendiendo la situación y todo eso. Sutilmente, como quien no quiere la cosa y un poco en chiste, sugerí ponerle un bozal, pero no anduvo. La portera me respondió "vamos a ver que podemos hacer".

Al día siguiente, cuando me estaba yendo, la portera me ve y me dice: "viste, hoy no ladró", a lo que yo respondí "es verdad, ¿Cómo hiciste?" le pregunte con cierta curiosidad. En realidad mucho no me importa, yo solo quiero que el perro se calle. Aunque algo de curiosidad me generaba. Ella hizo una breve pausa, puso cara de circunstancia y dijo "lo encerré en el baño".
Jamás hubiera pensado que valot tenía razón.