Día 8: Vinieron Ricardo y Ricardito a colocarme la caldera. Luego de seis horas, Ricardo me avisa que ya estaba todo listo. Vagamente y con poca onda indica como se utiliza, prende la canilla de la cocina para demostrarme que hay agua caliente y parte a mejor vida con Ricardito. Nunca voy a olvidar sus sabias palabras antes de cerrar la puerta "Cualquier cosa, ahí te deje el manual".
Estaba chocho. Pero la alegria solo duró unas horas. Cuando intenté bañarme y no salia agua caliente me enoje un poquito. Tal vez, solo tal vez, hasta putee. Fui probando todas las canillas de mi casa y cada vez que abría una, dejaba de salir agua en la anterior.
Deje el agua de la ducha corriendo por más de media hora. Siempre salió fría. Con toda mi ira a cuestas, llamé a Juan, el jefe de Ricardo y dueño del local, para explicarle mi problema y expresarle mi disgusto. Por el tema de las canillas, me respondió con una pregunta "¿Y para que necesitas usar mas de una a la vez?". Respecto a la ducha, me dijo que me iba a mandar a Ricardo al día siguiente.
Día 9: Llego Ricardo. Miró la caldera por unos segundos y fue directamente al baño. Desarmo la flor de la ducha, me la dió y me dijo "sopla". A ver, estábamos Ricardo y yo en mi baño, él tenía mi flor en su mano y me pedía que la soplara. Yo, con miedo, agarre la flor y sople. El me dijo "¡Dale mas fuerte!" Yo llené mis pulmones y soplé como si fuera una vuvuzella en la final del mundial. Pero para Ricardo, nada es suficiente. Me la pidió amablemente y yo le entregue mi flor. La tomó suavemente, con habilidad y destreza la puso en su boca y entró a soplar como su fuera un instrumento. Sopló, sopló y sopló. Sopló mucho y siguió soplando. Hasta que dejo de soplar y me pidió una aguja. Ricardo es raro. Comenzó a limpiar mi flor con su aguja. Finalmente, mi flor quedó limpia gracias a los soplidos de Ricardo y en su posición original. Ricardo prendió la ducha y... ¡Aleluya! Agua caliente por doquier. Aparentemente, la flor estaba sucia, salía poca agua, motivo por el cual no se encendía la caldera. Y así concluye la apasionate historia de la caldera donde Ricardo acondicionó mi flor y yo pude volver a tener agua caliente. Mientras tanto, les comparto mi más íntimo deseo que Ladislao se vaya a la re puta madre que lo parió.
Thursday, July 8, 2010
Y se Hizo el Agua
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Brindo por eso!
ReplyDeleteAhora... de dos canillas abiertas al mismo tiempo ni hablar, no?
jajajajjajaja
ReplyDeletesos muy sacado.
bien erótica la cuestión, eh?
jajaj
un final feliz. te felicito.
Hilitos, estas loca vos?! Ademas, para que queres 2 canillas a la vez... esos lujos de 1er mundo en mi casa no. Beso,
ReplyDeleteJules, fue una situacion muy erotica y con final feliz... no sabes como caia agua por la flor... belleza! Beso,