Una de las mejores cosas que tiene escribir un blog es putear. Quejarme. Me quejo mucho. Me molestan un montón de cosas. Hay posts y posts y más posts sobre las cosas que me joden. El otro día descubrí cual es la cosa que me jode más que todas. La cosa que esta sobre todas las cosas, subida. (La guerra y el hambre mundial y todo eso no cuenta, estoy hablando en serio)
Lo que más me jode, es la ingratitud. Yo te ayudo en lo que necesites. Si me pedís algo, yo estoy. De verdad. Lo que quieras y sin esperar nada más a cambio que un gracias. O sea, no soy el Premio Nobel de la ayuda ni nada de eso. Si me caes mal, no te ayudo un carajo. Pero si esta todo bien, dentro de la medida de mis posibilidades, yo estoy.
Hace unos meses postee Creativo Cama Afuera, donde contaba que fui a ayudar a la novia de un amigo y su socia con su agencia de diseño. Resulta que el domingo pasado, fui a comer a lo de mi amigo y le conté a la chica esta sobre mi idea de sacar un libro. Le dije que la tapa iba a estar basada en una foto que me habían mandado y que quería un diseño copado, que ella me podía ayudar. La respuesta fue muy, pero muy copada. Me dijo que no. Porque esta a full, porque esto demora demasiado de tiempo, porque lo que le digo que tarda media hora nunca es media hora, porque porque porque. Me rompió muchísimo las pelotas. No se si alguna vez voy a sacar el libro. Y si lo hago, faltan al menos seis meses. Entonces ¿Qué te jode decirme que si? Yo me quedo contento y después vemos.
Pero opte por un veloz plan de reacción. Tire artillería pesada. Le recordé de mi acto altruista en la reunión para su agencia. Ya se que estuvo pésimo lo mio, que un favor es sin esperar nada a cambio y todas esas cosas. Pero estaba enojado. La charla termino con ella negociando cuantas horas de diseño me correspondían a cambio de la ayuda que yo había prestado antes. En fin...
Volví a casa bastante enojado, desilusionado. Pero, por suerte, el mismo domingo apareció gente como Nacho, Lucho y Belu; quienes sin tener ningún tipo de obligación, me están dando una mano enorme. Sin saberlo, ellos tres me devolvieron la confianza en la gente.
Friday, June 11, 2010
A Few Good Men
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Uh, odio esa gente que te obliga a quedar como un interesado que echa en la cara las cosas. Pero no te dejan opción, loco.
ReplyDeleteUno lo hace simplemente porque ellos carecen de la capacidad para darse cuenta solos que son unos desagradecidos.
: )
Te cuento , que si hay algo que me dio la vida fue, sobre todo, este tipo de sorpresas. Hace unos años, tuvo un problema muy grande de salud mi esposo, y fue groso y duró mucho tiempo¡, en fin....
ReplyDeleteCual fue la sorpresa? De quien mas lo esperabamos, por el hecho de haber apoyado en otros tiempos, se borraron. Y por otro lado, gente que solo te da un buen dìa en la calle nos ayudo incondicionalmente, espiritualmente y con lo que pudo.
Cosa de locos.
como algunos de brescia!!!! DI NOMBRES!!
ReplyDeleteQ bueno q al menos aparecio gente con pilas!!!! Grosos Nacho, Lucho, y Belu... no te olvidaste de nadie? todo mal con vos (si, si, escenita de celos, y q?).
ReplyDeleteMarian, lo que a mi me jode es cuando es gente de la que no te lo esperas. Beso,
ReplyDeleteMaria2, lo tuyo es mucho peor que lo mio... En mi caso, era una boludez. Pero, como dije arriba, creo que jode mas la sorpresa que el acto en si. Beso,
Perro, tanto tiempo! Muy bueno tenerte por aca. De Brescia? No se... hay alguno que otro, pero ya ni me acuerdo. Creo que en determinado momento lo hicimos todos. Un abrazo,
Kiki, vos sabes que sos grosa!
Yo cuando hago un favor (muuuy de vez en cuando), siempre espero algo a cambio.
ReplyDeleteMente Superior, bienvenido/a al blog. Como llegaste?
ReplyDelete