Monday, April 12, 2010

Cortina Americana

Ya están las plantas. Seguían las cortinas. No era tarea fácil, ya había tenido problemas con Julio el Cortinero. Entonces, para probar un punto, no lo volví a llamar y me quedé sin cortinas por meses. Total, tengo sol de frente a la mañana y con el efecto invernadero no me jode. Pongo el aire acondicionado en 18 y que del calentamiento global se ocupen otros.

Conseguí el teléfono de otro cortinero. Lo llamé y coordinamos para que venga a tomar las medidas. Quien vino no es el cortinero, sino el empleado del cortinero. Creo que el cortinero es muy top como para andar yendo a domicilios. Vino el empleado, midió, me mostró las opciones de telas, me paso un presupuesto y cerramos trato. Le dije lo que quería y el cortinero me explico que yo estaba equivocado. Es como ir a un restaurant, donde uno siempre termina comiendo lo que le dice el mozo. Que en general no es lo que recomienda el chef, sino lo que se esta por vencer. Pero bueno.

El cortinero me explicó que me convenia, terminó de tomar las medidas y se fue. Tan solo 30 segundos después, tocó el timbre. Me consultó si podía volver a medir el ancho porque le parecía demasiado. Así que midió el ancho. Se volvió a ir. Cinco minutos mas tarde, volvió a tocar el timbre. Esta vez quería medir el alto, porque le parecía poco. Aparentemente, al cortinero le gustan más largas y no tan anchas. Cuestión, nunca me paso que me tengan que tomar tres veces las medidas. Ni siquiera el sastre se tomo tanto tiempo.

Finalmente, el empleado del cortinero se fue del todo y me prometió las cortinas instaladas en los próximos 7 a 10 días. Una semana después llamé al cortinero, no al empleado, para consultarle cuando iba a tener las cortinas. Me respondió que recién habían pasado un par de días. Le dije que iban 7 días. El cortinero, que de chamuyo sabe, me contesto que la instalación era de 7 a 10 días hábiles y justo esta Semana Santa en el medio. Todo con enfasis en la palabra "hábiles". Un fenómeno el tipo.

Una semana mas tarde, volví a llamarlo. Me dijo que todavía estaban en tiempo y forma. Yo le recordé que ya iban 8 días hábiles y si no me lo instalaban antes de los 10, que me avisara en ese momento y yo iba a ver que hacer. Me dijo que no me preocupara por nada. Tan solo 5 minutos después, me llamó el instalador para coordinar la instalación dos días mas tarde. O sea, el día hábil numero 10.

Día D. Llego el instalador con su kit de instalación y las cortinas. Yo lo dejé trabajar. Hace tiempo descubrí que es mejor no mirar cuando hacen las cosas, pero después controlar que este todo correctamente terminado. Solamente 2 horas mas tarde, me llamó para que fuera a ver como habían quedado las cortinas.

Yo dije que estaba todo bien. Aparentemente, decir "esta todo bien" es el puntapié inicial para que el instalador de cortinas me explique como se utilizan las cortinas. Abrimos y cerramos las cortinas unas 37 veces. Primero él, después los dos y finalmente yo solo.

Cortinero: Para que las cortinas corran mejor, le tenes que poner aceite en el riel. Me alcanzas aceite así le paso un poquito.

¿De donde queres que yo saque aceite? Esto es un dos ambientes, con mucho estilo, pero dos ambientes al fin. No un taller mecánico. ¿Qué clase de aceite pensas que puedo llegar a tener?

Yo: Solo tengo aceite de cocina.

Mientras decía eso, me acordé del baby oil que hay en un cajón, pero esa es otra historia. Dudo que el cortinero quiera saberla.

Cortinero: Aceite de cocina esta perfecto. Cada 3 o 6 meses, vos pasale algo de WOD40, ¿Conoces el WOD40, no?

Estoy casi seguro que es WD40, pero no quería contradecirlo.

Yo: Si, claro. Es fantástico el WOD40.

Cortinero: Mirá, proba de abrirlas ahora. ¡Ves que bien que corre con el aceite!

Ya había compartido cerca de 3 horas de mi día con el cortinero. No daba para más. Pero el cortinero seguía, inmutable, abriendo y cerrando. Sacó el metro y se puso a medir las cortinas ya colocadas.

Cortinero: Si queres, ahora podes colocar una sobrecortina de tela, de mejor calidad. Te va a quedar mucho mas distinguido.

¡Ah bueno! Que buen vendedor. Utilizo la palabra "distinguido". Este tipo si que sabe llegarle al cliente. Se dio cuenta de toque como iba a hacer para convencerme.

Yo: No, todo bien, te agradezco. Así estoy bárbaro.

Finalmente, se fue. Yo cerré las cortinas y me tiré a dormir la siesta en total oscuridad, como no lo había hecho nunca en este departamento.

4 comments:

  1. Esto ya lo escribí y no salió. Espero tener mas suerte ahora.
    Yo hace un mes tuve una mala experiencia con cortinas igual que vos. Saqué de mi casa un par de postigos, porque hice un reciclaje de mi casa que es antigua. Nunca pensé que me iba a salir mil mangos unas cortinas, que parecen sàbanas que colguè , con el asunto que se usa asi,se tira de una cadenita y suben de a tramos. Pero ni lo habìa considerado en mi presupuesto y casi me moiro.
    Y cuando vino el instalador, se me puso a explicar como se lavan, y el tipo tenía tanto olor a transpiración (era Marzo), que yo le dije todo que si. Ni idea como sacarle todas esas varillas, los piolines que vienen desde arriba, en fin, creo que las voy a lavar colgadas.

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  2. Maria2, pense que eras la ultimna follower porque justo se agrego una que tambien se llama Maria. Error mio.

    Las cortinas salen un huevo y los cortineros son unos roñosos laburando. Este no tenia olor a chivo. De hecho, tenia un paquete de galletitas Mana en su valija de herramientas... hasta me causo termunar.

    Gracias por postear.
    Beso,

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  3. ja! Que mala suerte tuviste... Mi unica experiencia con un cortinero fue el chabon que vino a hacer algo a mi casa mas lindo de la historia. Todo arregladito, con anteojos y perfumito. Muy top el muchacho. Todavia pienso que debe haber sido un error de la matrix.

    Beso

    Muria

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  4. Muria, mi cortinero era medio feo... sino, le daba! Con lo que me cobro las cortinas... merezco un happy ending!
    Beso,

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La gente es mala y comenta