La Ultima Argentina Virgen - Episodio V

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Al día siguiente, chateé con Sabri. Ella me dijo que Caro se había divertido mucho y entendía por qué me había enojado. A veces Caro siente que tiene 60 años.

Ahí entendí un poco más. Tiene 15 para unas cosas, 60 para otras. Pero rara vez los 27 que acusa en su el DNI.

Un día después, volví a chatear con Caro. Le dije que creía que tenía todos los valores totalmente alterados. No puede ser que haber fumado un porro hace un año pese más que hablar por teléfono 3 horas y tener una salida de 7 horas pasándola bien. Me dió la razón en todo. Me sorprendió la actitud. Como que, nuevamente, sumaba puntos. Decidimos volver a salir. Si, se que soy un boludo. Pero estaba muy solo en ese momento.

La idea era hacer algo diferente. Como el restaurant había sido demasiado, le sugerí venir a casa a ver una peli. Ella se horrorizo. Como iba a venir a mi casa y todo eso. En fin, decidimos encontrarnos a mitad de camino de los dos, por la zona de Recoleta.

Antes de salir, mi hermana y una amiga me boludearon un rato largo. Habían bautizado a Caro como "la virga" y no entendían por que yo habría de salir otra vez con ella. La verdad, yo tampoco lo entendía muy bien. Era como cuando en las películas el personaje crece y sale en serio. Bueno, yo pensaba que salir en serio era así, todo serio. Se hablaba de decirle no a las drogas y cosas del estilo. Ya se, soy un boludo. Pero ya lo dije, estaba en un momento especial de mi vida.

La segunda salida empezaba a las 10 de la noche de un Jueves víspera de feriado. Por esas cosas que pasan, yo no había comido nada en todo el día y llegue muerto de hambre. Ella llegó unos minutos mas tarde, le dije de ir a cenar. "Ya comí" me respondió. ¿Cómo puede ser que ya haya comido? Son las 10, ¿a qué hora comió? Si sos mujer, tardas una hora en estar lista, tuvo media hora de viaje, ¿Ceno a las 8 de la noche? Por ahí todavía tenía los capelettis de la última vez, ni idea. "Pero vos cena, todo bien", me dijo, "yo te miro comer". Buenísimo, mato la onda. Había llegado hacia 5 minutos y ya quería pegarme un tiro en las pelotas. Pero tenía hambre.

Yo: Acá hay una pizzería que me encanta, ¿vamos?
Caro: Si, te acompaño.
Yo: ¿No te comes una porción al menos?
Caro: No, ya comí.
Yo: Bueno, pero una porción. Aunque no tengas hambre... es solo una porción.
Caro: No.
Yo: ¿Una empanada?
Caro: Tampoco. Te dije que te miro comer.

Fuimos. Pedi mi pizza y cene mientras ella me observaba comer. En un momento, cuando fue al baño, aproveché y llame a Vicky.

Yo: Tenías razón, la mina es una idiota, me quiero matar.
Vicky: ¡Te dije!
Yo: Callate y solucioname esto.
Vicky: ¿Queres que te llame en 10 minutos y te diga que vengas, que me siento mal?
Yo: No, no llames, pero mandame un SMS que diga eso.
Vicky: Ok. Jodete por salir con virgas.

Termine mi pizza ya con el SMS de Vicky en el celular. Era como un comodín. O un free-pass a la libertad. Como una salida de emergencia. No sabia cuando lo iba a utilizar, pero me sentía bien sabiendo que estaba ahí.

Yo: ¿Vamos a tomar algo?
Caro: Dale, así pido mi capuchino que no me dejaste pedir la otra vez.

Entramos a un bar y, por suerte, no había capuchinos. Pedimos dos daiquiris. Ya lo dije, yo tomo tragos de nena. Caro estaba un poco reacia el tema del daiquiri, por el alcohol. Además, había cierta tensión en el ambiente y el diálogo no fluía. En ese momento, llegan los daiquiris.

Yo: Ves, ahora tomamos los tragos, te relajas y volvemos a hablar bien.
Caro: Ah no, así no. Si esto es para que me relaje, no lo tomo nada.

Mientras empujaba con los dedos índice, mayor y anular la copa de daiquiri, desde la base, llevándola hacia el centro de la mesa.

Yo garpé la cena en Juana M, los Baileys en San Telmo, los taxis y hasta la pizza que comí solo. Siempre fue un placer. Pero pagar el daiquiri para que le deje en la mesa y ni lo toque, me rompió mucho las pelotas. Es un daiquiri, te juro que no le puse roofies, no te va a pasar nada. Entonces dije basta. Basta para mí basta para todos. Me canse: Y se lo pregunté.

Yo: ¿Para qué viniste hoy?
Caro: ¿Cómo para que vine?
Yo: Si, eso. ¿Qué queres?
Caro: ¿Lo preguntas así como así? ¿No sabes crear clima?
Yo: ¿Crear clima? ¿Más clima que el otro día queres? Estábamos frente al río, habíamos cenado, la luna... solo faltaba Frank Sinatra cantándonos. Así y todo, no paso nada.
Caro: Si, algo faltaba.
Yo: ¿Qué faltaba? Si no hay mas nada.
Caro: Si hay.
Yo: Decime así aprendo para la próxima.
Caro: ¿Todo hay que decirte a vos?
Yo: Si, soy lento.
Caro: ¿Y ahora te tengo que decir?
Yo: No, después de la pausa.

Para mi fue un chiste excelente. Pero estaba solo en esto. A ella no le había parecido gracioso el comentario.

Caro: ¿Vos siempre sabes que es lo que queres?
Yo: No, pero se para que lado quiero ir.
Caro: ¡Mira que suerte! Yo a veces no, entonces elijo conocer más a la persona antes de decidir.
Yo: Voy al baño.

Fui al baño, me miré al espejo y me pregunte ¿Qué mierda estoy haciendo acá? No va más. Volví a la mesa.

Yo: Me acaba de llegar un SMS de mi hermana que se siente mal, creo que voy a ir para su casa a ver que onda.

Estaba mintiendo dos veces. El SMS lo tenia hacia rato y Vicky no se sentía mal. Mentira mas mentira, ¿anula la mentira?

Caro: ¿Esta muy grave?
Yo: Ni idea, no me llamo porque estoy acá con vos, pero quiero ir a ver como esta.
Caro: ¿Pasa algo? ¿Esta todo bien? ¿Te queres ir?
Yo: No, todo bien.

Eso le decía yo, justo en el mismo instante que veo pasar a un mozo. Paso la mirada de Caro al mozo en un segundo.

Yo (al mozo): La cuenta por favor.
Caro: ¡Ah! Veo que te queres ir ya mismo.
Yo: No solo voy pagando, todo bien, podemos quedarnos.

¡Obvio que me quiero ir ya mismo! ¿Qué estas pensando? Y como puede ser que vos no te quieras ir. Que mal que la estoy pasando, por dios.

Caro: Acá hay algo raro. Hay algo que no me estas diciendo.

Todo esto mientras yo pagaba la cuenta del daiquiri que me tomé yo y del otro que quedó inmaculado sobre la mesa.

Yo: No, todo bien.

Ya habíamos salido del bar y caminábamos hacia la avenida donde pasan todos los taxis y colectivos. Ella no paraba de quejarse sobre los últimos acontecimientos. Exclamaba que había cosas que yo le estaba ocultando. Yo solo la dejaba hablar. Me alegraba un poco que ella se enoje. Me parecia justo.

Yo: En serio, te juro que no paso nada. Quiero ver como esta mi hermana.
Caro: No te creo.
Yo: ¿En que te vas?
Caro: ¿Por qué?
Yo: Porque si te vas en taxi, cruzo y espero que llegue uno. Si te vas en bondi, espero el bondi con vos.
Caro: No hace falta, me arreglo sola.
Yo: ¿Segura?
Caro: Si.
Yo: Bueno, suerte.

Le di un beso en la mejilla y empecé a caminar hacia el otro lado. Días después, Sabri me pidió disculpas y me contó lo especial que era su amiga.

Dos años más tarde, volví a ver a Caro. Fue en el cumpleaños de Rodrigo. Caro estaba con el pelo corto que no la favorecía demasiado. Yo no cruce más que un hola de lejos. Lo mas divertido de la noche fue Ale, el hermano de Rodrigo, burlándome por mi experiencia nefasta. Habían sido tan malas mis salidas con Caro; que Ale y yo decidimos apostar que pasaría su vuelvo a invitar a Caro a salir.

Me acerque a Sabri y le dije "Caro esta linda... ¿me averiguas si la puedo invitar a salir? Sabri me respondió, dubitativamente, que iba a investigar.

Unos días después, Sabri me llamó y dijo "Caro no quiere salir con vos. Dice que si las cosas no se dieron antes, por algo debe ser".

Perdí la apuesta.