Hace un tiempo escribí una de las grandes verdades del universo: El hombre no infiere absolutamente nada del tono de voz de la mujer.
Ayer me di cuenta que el tono de voz en si no es el problema. El problema es cuando el tono pasa a tener mayor relevancia que el contenido del mensaje. Cuando una persona (digamos una mujer, quienes son las que hacen este tipo de cosas) trata de analizar el tono del mensaje por sobre el contenido del mismo, no va a ningún lado. Parten de una falsa premisa. Por lo tanto, si la hipótesis es falsa, la tesis se va al carajo.
¿Que paso ayer?
Una chica del trabajo perdió su tarjeta magnética de entrada. Nada grave, si no fuera porque es la cuarta que pierde en un poco más de un año. Cuestión, otra compañera de trabajo me dijo "dale, devolvele la tarjeta" porque puede ser que alguna vez en el pasado yo haya escondido pertenencias de mis compañeritos. Ok, lo admito (otra vez)... soy un pendejo y actuó como tal. Pero bueno, c’est la vie. Contesté que yo que no había hurtado la tarjeta magnética y desconocía el paradero de la misma.
¿Que paso hoy?
Quien perdió la tarjeta, me preguntó si la tenía yo. Respondí negativamente. Velozmente, casi como sabiendo mi respuesta, me acusó "no es lo que me dijeron".
Yo le repetí el dialogo que tuve con la compañerita anterior.
Compañerita sin tarjeta me dice "si, ella me dijo lo mismo, pero te vio cara de culpable".
¡Ah bueno! Ahora resulta que yo no soy Tim Roth, pero ella si ¿Qué onda?
Al igual que con el tono de voz, los gestos no significan nada. Bueno, no nada-nada, todo es un conjunto. Pero lo principal, siempre va a ser el contenido del mensaje.
Mujeres del mundo: si le dedican más tiempo a ocuparse del contenido del mensaje y no a interpretar todo lo que lo rodea, van a ser más felices. El contenido esta ahí afuera, se dijo en voz alta, es de conocimiento publico. El resto solo esta en sus cabezas.
¿Que paso recién?
— Compañerita sin tarjeta: Encontré mi tarjeta.
— Yo: ¿Donde estaba?
— Compañerita ahora con tarjeta: sobre mi escritorio, dentro de una carpeta.
— Yo: Pedime perdón por acusarme.
— Compañerita ahora con tarjeta: No.
Y mientras corregía la ortografía y revisaba las tildes en Word, descubrí que últimamente estoy posteando muchas situaciones del laburo. No se si es que todo pasa en estas nueve horas o si no nada pasa afuera, pero me da miedo.
(En realidad si pasa afuera, pero aun no puedo postear sobre eso)
Tuesday, January 26, 2010
¿Que paso ayer?
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de nuevo yo...no se como entrar en tu otro blog, que paso con el permiso?, te mande un mail explicandote de donde NO nos conociamos y quizas no te sirvio para darme permiso...jajaja, bueno igual te mando un beso!
ReplyDelete"ya volviste"
ReplyDeletejajaja me hiciste reir trabajas con gente rara. como no te va a pedir disculpas??? Y si, Ale, en otra de tus maravillosas pinturas del genero femenino, tengo que darte la razon: tenemos una tendencia enorme a "leer" los tonos, los gestos, las caras, los ojos, etc. Sabes por que? Porque nosotras hablamos con todo el cuerpo (chiste sobre la cantidad de parla de las mujeres, abstenerse). Decimos muchas cosas con el lenguaje corporal, pero muchas todavía no entendemos que los hombres en general no. siempre leyendo de este lado, yo, comentando pocas! beso enorme, azu.
ReplyDeleteNo analizo esas cosas, me da mucha fiaca...
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