Tiene que Existir

Madrugada del domingo, estaba volviendo a mi casa en taxi después de una excelente cena con amigos. No podía evitar mirar la superoblación de calcomanías en el vidrio trasero derecho. Tres de cierre despacio, dos de prohibido fumar cubrían casi la totalidad de la ventana. En el respaldo del asiento del acompañante, se leía el cartel "Se ruega por favor no fumar". No es redundante? Sobre el tablero, como no podía ser de otra manera, estaba el perrito de peluche que mueve la cabeza. Este tachero si que paso por el local "todo para el taxista".

Estaba haciendo un racconto de la noche, pensando en los highlights y como escribirlos para el blog. Me di cuenta que pienso en formato blog. No puedo pensar los hechos, sino que los escribo en mi cabeza. Para colmo, hablo como escribo, entonces cuando estoy contando mi problema con las cortinas, me responden "lo leí en tu blog tal cual como me lo estas diciendo ahora". Estoy comenzando a notarme semejanzas con el de Big Fish y me provoca terror.

Durante la noche, habíamos estado hablando sobre las mejores y peores películas del año, la idea es armar un post con eso para Noche de Peli. En el rubro de las peores, yo nombré Last Chance Harvey y Cami dice "sale con minitas y se tiene que fumar estas películas de mierda" provocando cierta risa general.

Con el correr del convite, hablando de temas varios, comenté cuando Chica Z me regaló Shiddartha. Yo dije que chequee el precio y el libro estaba $50. Y no da regalar algo de $50 la tercera salida. Puedo gastar $100 en una cena y suma lo mismo. Pero no es lo mismo. Hubo consenso en que yo soy un exagerado y un hinchapelotas. Pero fue Cami nuevamente el iluminado que puso claridad a la situación "él quiere novia, pero no quiere que le hinchen las pelotas... suerte!".

Y me surgió una pregunta clave: existirá una mina que no rompa (mucho) las pelotas?

El domingo fui a cenar con Pablo y Sol, ella es quien me presento a Chica Z. Les conté sobre la noche anterior y mi búsqueda sobre alguna chica que no rompa mucho. Ambos coincidieron en lo titánica de la misión. Pablo agrego que para gente como él y yo (somos algo parecidos) nos resulta más complicado ya que todo nos molesta. Me quede pensando si eso puede que sea cierto. Soy yo el que no tiene paciencia? Puede ser que las minas no sean tan rompebolas por naturaleza y yo ser un histérico?

Durante la cena, al momento de elegir la entrada, Sol sugiere pedir dos chorizos para los tres, le hicimos caso. En el momento del plato principal, ella quería ordenar dos platos grandes para todos, esta vez no hubo quórum y cada uno comió lo suyo. Para el postre, Sol volvió a insinuar compartir algo. Por qué esa necesidad de dividir? Por qué tengo que comer un tercio de postre si yo quería un entero? No son grandes ambiciones, es mi postre y puedo pagarlo. No quiero que tu tenedor venga a pinchar a mi plato. Si te gusta lo que estoy comiendo, estas en condiciones de pedirte un plato igual. Si no lo vas a terminar, no importa. Prefiero invitártelo antes que verte como te levantas lentamente de tu silla, miras concentrada mi plato eligiendo que vas a degustar y pinchas el pedacito que te resulta apetente.

En paralelo a la situación de la comida compartida, pensaba si seré yo el hinchapelotas. Lo pensé mucho. Lo pensé a la noche, solo en mi casa. Lo pensé hoy en el tren mientras venia al laburo. Y después de pensarlo mucho, resolví que no soy yo.

Creo que si es posible encontrar una chica que no rompa mucho. Tiene que ser posible. Cuando aparezca, me caso. Bueno, no me caso-caso... tampoco la boludez. Pero si me pongo las pilas.